Armstrong: ''No he vuelto para quitarle el sitio a nadie''

El siete veces ganador del Tour de Francia, Lance Armstrong, afirmó este jueves que no ha vuelto al ciclismo profesional “para quitarle el sitio a nadie” sino que lo hace “por otras razones”, las principales, su “pasión” por la bicicleta y la lucha que libra desde hace años contra el cáncer.

Armstrong explicó en una multitudinaria rueda de prensa en Tenerife, donde su equipo, el Astana, desarrolla su primera concentración de pretemporada, que le tiene “un gran respeto” a Contador y que no se cree con el derecho de ser el líder por muchos títulos que tenga en su palmarés.

“Si hay una oportunidad de ser el segundo o el tercer corredor del grupo, no lo sé... respetaré las órdenes de Johan -Bruyneel, director del Astana- y ayudaré a Alberto -Contador-, Levi -Leipheimer-, o quien sea, lo haré”.

El corredor tejano abundó en que “siempre ha habido una relación de respeto mutuo” entre él y Contador y que supone “un gran honor” compartir filas con el de Pinto, al que describió como “el mejor del mundo, el más fuerte del momento, nadie lo puede discutir”.

Armstrong no escatimó en elogios hacia el ganador del último Giro de Italia, ya que destacó su “talento natural” y su “inteligencia para leer las carreras”.

En cuanto al hecho de que no entrenaran juntos en el primer día que Contador salió a la carretera durante la concentración en Tenerife, recalcó: “era completamente lógico, se había operado hace escasos días”.

Lance Armstrong comprendió que “ha pasado mucho tiempo” desde que dejó el ciclismo profesional y dejó entrever que su regreso será por uno o dos años a lo sumo “por el tema de la edad”.

Bien físicamente

Eso sí, advirtió a sus adversarios de que físicamente está “sorprendentemente bien, incluso me siento más fuerte que cuando tenía veintisiete”, añadió.

Preguntado por si se ve capaz de volver a ganar el Tour de Francia, contestó: “no lo sé. Sinceramente, queda tanto para la competición y no tengo la medida de cómo están los demás. Estamos en diciembre y queda mucho”, aseveró.

Lance Armstrong dijo no temer a la respuesta que pueda tener en las grandes competiciones ya que se da por contento por poder revivir las sensaciones de los entrenamientos. “Vengo como un voluntario”, remató.

Tan motivado como en 1999

Armstrong no dudó en apuntar que en su vuelta al ciclismo profesional, tras tres años de retiro, tiene la misma motivación que en 1999, cuando consiguió el primero de los siete Tour de Francia que jalonan su currículo.

Armstrong indicó que tanto entonces como ahora se preguntaba hasta qué punto iba a ser competitivo, cuáles iban a ser sus sensaciones sobre la bicicleta.

Pero la diferencia es que “ahora sé más de ciclismo y tengo más seguridad. Han pasado muchas cosas en estos diez años y eso me hace sentir más cómodo”, dijo.

El de Austin reveló que sus sensaciones han sido positivas desde que empezó a entrenar este verano, “me siento realmente fuerte, no como para correr ya el Tour, pero está siendo un buen punto de partida”.

Preguntado por qué hará este año doblete, Tour y Giro, dijo que “quería cambiar” la planificación habitual y que la carrera italiana era “una especie de deuda”, y pronosticó que el corredor a batir será Ivan Basso, a quien ve “muy motivado” en su retorno.

Porblemática relación con Francia

No ocultó, sin embargo, que el gran objetivo será el Tour por mucho que su relación con Francia no sea tan fluida como deseara.

“A veces las relaciones son buenas y no tan buenas. No lo llamaría un problema, más bien es complicada”, dijo Armstrong, quien no acertó a comprender “¿cuál demonios será el problema?”.

Armstrong recordó que ha “oído silbidos durante más de una década”, pero subrayó que no emplea “mucho tiempo en pensar en esto, no me va a retirar ni va a afectar a mi trabajo ni al del equipo”.

Por lo demás, el siete veces ganador del Tour dijo sentirse un tanto abrumado por la cantidad de pruebas anti dopaje a las que se está sometiendo, ya que “es complicado coordinar” los test de los diferentes organismos competentes en la materia.

Rompió una lanza en favor del ciclismo al recordar que el dopaje “es un problema del deporte en general, no sólo del ciclismo”, y no vio motivos para que se vuelvan a analizar las pruebas que se hizo antes de 1999, ya que “todo está bastante claro”.

Por último, se mostró esperanzado con la llegada de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos, tanto por su “energía” como por las decisiones que está tomando, y justificó su neutralidad durante la campaña electoral en cuestiones de incompatibilidad con la imagen que presta a la lucha contra el cáncer

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