La capital no empatiza con la Gran Canaria Maratón

Paula Radcliffe fue la madrina de la Gran Canaria Maratón 2015.

Iago Otero Paz

Las Palmas de Gran Canaria —

La sexta edición de la Gran Canaria Maratón dejó algo evidente, la carrera no empatiza con los ciudadanos de la capital grancanaria como bien demuestran las calles vacías al paso de los atletas. Solo en la zona de salida y llegada, situada en el barrio de Guanarteme, el público se agolpó a los lados del circuito, mientras, en los otros rincones de la ciudad los atletas corrieron en un ambiente frío que dista de otras carreras como la LPA Night Run, y mucho más de otras maratones de otras ciudades.

Hasta Paulino Rivero, quien participó en la prueba de los 10 kilómetros, se quejó en un periódico de la capital de la ausencia de público en las calles, que es lo que da mayor importancia a estos eventos. En cuanto al recorrido, muchos atletas protestaron de un trazado enrevesado, como bien dijo el ganador de la media maratón, José Carlos Hernández, quien aseguró que prefería cuando en otras ediciones la carrera se metía dentro del recinto portuario, lo que permitía disfrutar a los atletas de grandes rectas en las que mejorar las marcas.

La organización falló, y de forma estrepitosa, en la prueba de los 10 kilómetros en silla de ruedas. En ella los ocho participantes (siete en sillas y uno en handbike) salieron a las 08.10 guiados por un vehículo que a la altura del Centro Comercial El Muelle dejó a los deportistas solos, quienes tuvieron que preguntar a voluntarios y policías por qué calles tenían que ir, por lo que finalmente corrieron 7,1 kilómetros, casi tres menos que lo estipulado.

La DISA Gran Canaria Maratón mostró la falta de coordinación entre el organizador, el Cabildo de Gran Canaria, y la ciudad que acogió la prueba, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Si uno acudía entre semana a preguntar a su Concejalía sobre qué calles debía utilizar para salir con su vehículo de su casa, los trabajadores desconocían bien su recorrido. Además, desde los organizadores y el Ayuntamiento repetían una y otra vez que los ciudadanos utilizaran el servicio público tanto para acudir a la salida de la carrera como al partido del Gran Canaria contra el Real Madrid. Pues bien, al final muchos participantes tuvieron que coger taxis compartidos para poder llegar a la hora al inicio ya que el servicio especial de Guaguas que iba a acudir hasta El Rincón era “el normal” de los domingos, según recoge este lunes el Canarias 7 en palabras de un inspector de la empresa municipal.

En cuanto al servicio especial de Guaguas para ir al Gran Canaria Arena, las que salían desde el Puerto iban directamente a los túneles de Julio Luengo, haciendo que todos los vecinos de la zona de Santa Catalina y Mesa y López tuvieran que ir hasta la plaza Manuel Becerra para tomar el servicio público hasta Siete Palmas. Y es que la capital quedó desorganizada a la hora de acoger dos eventos de gran magnitud como un partido de baloncesto con uno de los equipos punteros de la liga y una carrera en la que participaron más de 5.000 atletas. Este caos que se vio por la mañana podrá ser durante todo el día para el año que viene ya que la organización estudia trasladar la prueba de los 10 kilómetros a la tarde, siendo esta la prueba que más participantes tuvo.

Precisamente la participación fue una de las grandes incógnitas de la carrera ya que los organizadores se vanagloriaban de la inscripción de 7.580 participantes entre la maratón, media maratón y la prueba de los 10 kilómetros. De estos inscritos unos 2.400 o no se presentaron o se retiraron a mitad de la prueba. Con este presupuesto, de 118 euros por atleta, no hubo suficiente dinero para dar camisetas de finishers a los que llegaron a la meta, el mayor premio en el mundo runner, ni tampoco para sellar en las medallas las marcas de los que hicieron todo el recorrido.

Otro de los grandes misterios es el supuesto éxito internacional que venden las instituciones. En total participaron 35 nacionalidades distintas, incluyendo la española. Desde el Cabildo se congratulan de estas cifras y aseguran que esto pone en el panorama mundial esta cita atlética. La madrina, la británica Paula Radcliffe, venció en la prueba de los 10 kilómetros, un hecho que no ha salido en ningún medio de su país, aunque desde la Institución insular recalcaban que la prueba se podía seguir desde todo el planeta a través de un streaming. Queda claro que con Internet no sea 100% necesario salir en radio, televisión y prensa gracias a las redes sociales, pero en el día de la carrera la cuenta de Twitter de la Disa Maratón apenas envió cinco mensajes, aunque sí prestó más atención al Facebook. Por contra, la madrina envió en toda su estancia en la Isla cuatro mensajes en su cuenta de Twitter que tiene 130.000 seguidores, por eso de que cuando vino la selección de baloncesto de Estados Unidos se justificaba el número de seguidores en las redes sociales de las estrellas como repercusión del evento. ¡Ah! y ni siquiera sigue ningún perfil de Gran Canaria o la carrera.

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