El Estadio de Gran Canaria tendrá gradas más cercanas y aumentará su aforo
El estadio de Gran Canaria acercará sus gradas al terreno de juego y aumentará su aforo en 1.820 plazas, cuando finalicen las obras de remodelación del recinto, que comenzarán en septiembre u octubre próximos, con un plazo de ejecución de 16 meses, según el proyecto presentado en la mañana de este lunes.
El Cabildo de Gran Canaria, propietario de la instalación, asumirá el coste de la obra, cerca de tres millones de euros que repartirá en dos anualidades, según han explicado en rueda de prensa su presidente, José Miguel Bravo de Laguna, y el consejero de Deportes de la institución, Lucas Bravo de Laguna.
La obra, que afecta a todo el anillo inferior del graderío, suprimirá la pista de atletismo y se iniciará dentro de dos o tres meses, sin fecha definida todavía.
Los trabajos se dividirán en cuatro fases con la intención inicial de que las gradas sur, curva y tribuna, que forman una herradura, estén finalizadas en un periodo de 12 meses.
Tras la reforma, los graderíos laterales quedarán a solo 7,30 metros del césped -por los 27,30 actuales-, y la grada curva se situará a unos 22 metros, 20 menos de los que le separan ahora del terreno de juego.
Por último, se acometerá la reforma de la grada naciente, en el fondo opuesto, que quedará a solo cinco metros de la portería, y el acceso de los futbolistas al campo se mantendrá en esa zona, bajo el nuevo graderío.
Lucas Bravo de Laguna ha explicado los pormenores de la obra, que van “más allá de acercar las gradas al terreno de juego”, porque supondrá mejorar los accesos para las personas con movilidad reducida y un incremento de los servicios de restauración y aseos.
“Serán alteradas la pendiente y la longitud para tener una visibilidad correcta, y se montarán unas gradas sobre otras con módulos prefabricados”, por lo que “no serán gradas supletorias ni provisionales”, ha aclarado el consejero isleño.
El titular de Deportes ha añadido que la reforma pretende “que el espectador se sienta de nuevo en un estadio de fútbol”, así como “corregir un error histórico en la ejecución de este estadio”, hace más de una década.
Ha reconocido que es una obra “compleja y difícil de ejecutar”, porque se llevará a cabo mientras transcurre la temporada futbolística, y que por ello tratarán de crear “los menores inconvenientes posibles” a los aficionados.
Asimismo ha aclarado que, aunque no era prioritario aumentar el aforo, el recinto pasará de los 31.250 asientos actuales a 33.070, y que el objetivo a largo plazo es que todos ellos sean amarillos y azules, aunque inicialmente, por razones presupuestarias, solo llevarán los colores del equipo canario 2.829 de esas butacas.
Por su parte, el presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, ha calificado de “día histórico” la presentación del proyecto, en el que ven “hecha realidad una reclamación legítima”, y con el que convertirán el estadio “en una bombonera de fútbol”.
