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Quiñónez da a España la primera medalla de los Europeos en pista cubierta

El atleta de origen ecuatoriano Jackson Quiñónez regaló a la selección española, en su primera comparecencia, una medalla de bronce en los Europeos en pista cubierta con una marca de 7.65 en la final de 60 metros vallas que le dejó insatisfecho, consciente de que se le escapó el oro por culpa de una mala salida.

Fue la primera medalla para el equipo español en Birmigham, la única posible en la primera jornada de los campeonatos porque Glory Alozie, actual subcampeona mundial de la misma disciplina, no estaba por lesión y Manuel Martínez, campeón mundial en esta misma pista hace cuatro años, no pasó a la final con su nueva técnica giratoria.

Quiñonez tardó 240 milésimas en abandonar los tacos, tras la salida falsa del británico Allan Scott, y eso le pudo costar la medalla de oro, que fue a parar al cuello del holandés Gregory Sedec con 7.63 en un insólito doblete holandés con Marcel van del Westen (7.64).

A Quiñónez se le quedó corta la pista. Por la calle cuatro, la de los favoritos, Quiñónez recuperó terreno hasta llegar al tercer puesto, a solo dos centésimas de la medalla de oro. “Me han faltado cuatro metros”, dijo.

Habilitado desde octubre último para competir por España tras cumplir el preceptivo periodo de un año desde que adquirió la nacionalidad, Jackson había vencido, a las 9.50 horas, en la segunda serie con un registro de 7.60, a sólo cuatro centésimas de su récord de España, y a las 17.21 había sido segundo en la primera semifinal con la misma marca (7.63) que el ganador, el holandés Gregory Sedoc, pese a salir lentísimo de tacos (209 milésimas).

“Hemos preparado estos campeonatos como si fueran unos Juegos Olímpicos”, aseguró.

Quiñónez se levantó este viernes a las 5.30, se dio un breve paseo por las frías calles de Birmingham “para avivar el biorritmo” y sólo ingirió un zumo de naranja antes de competir. “Prefería no desayunar para no tener ningún problema digestivo”, comentó.

La primera jornada tuvo en Jesús España a uno de sus protagonistas. El madrileño será este sábado el único representante español en la final de 3.000 metros tras la eliminación de Alberto García y la retirada de José Antonio Redolat, lesionado en el gemelo izquierdo, a falta de tres vueltas.

En la primera serie, el moldavo Iaroslav Musinschi puso un ritmo vivo desde la salida (2:40.98 el primer mil). El irlandés Alistair Cragg, defensor del título, se puso detrás mientras Jesús España marchaba muy retrasado, acusando la falta de tono muscular derivada de un descanso previo al campeonato que consideró excesivo.

Uno de los favoritos, el británico Mo Farah, tropezó en el segundo kilómetro, cayó al suelo y su desorientación le llevó a tomar la dirección equivocada al incorporarse. Tuvo que hacer un esfuerzo descomunal para conectar pero lo consiguió a cuatro vueltas del final y se metió por tiempos en la final.

España hizo lo justo para colocarse, salir de estampida al toque de campana y dominar la serie con 7:52.50. Farah, campeón de Europa de cross y subcampeón de 5.000 al aire libre, llegó sexto a la meta en 7:55.36, uno de los 4 repescados para la final.

Alberto García hizo gran parte del gasto en la segunda serie y pagó la factura a 300 metros del final. El madrileño, que hace cuatro años fue subcampeón mundial en esta misma pista, se descolgó en la última vuelta hasta el sexto lugar con un tiempo de 8:02.00 que le dejó fuera de la repesca.

La valenciana Concepción Montaner también luchará este sábado por las medallas de longitud tras acceder a la final con la marca de 6,60 que exactamente se requería. Había empezado con un salto modesto de 6,21 metros pero en la segunda ronda ya se alargó hasta los 6,50 y aún mejoró diez centímetros en la tercera tentativa. Un nulo la habría dejado fuera, pero, al final, sólo la actual campeona, la portuguesa Naide Gomes (6,68), y la letona Ineta Radevica (6,67) saltaron más que ella.

La bilbaína Arantza Loureiro, que compitió sin saber el paradero de su extraviado equipaje (sólo llevaba consigo las zapatillas), hizo un concurso muy pobre con un sólo salto por encima de los seis metros: 5,77 en primera ronda, 5,93 en la segunda y, para acabar, 6,06, la peor marca de las 19 contendientes.

En la final también estarán las saltadoras Carlota Castrejana (triple), Ruth Beitia y Marta Mendía (altura).

Nueva decepción de Martínez

Manuel Martínez, campeón mundial de lanzamiento de peso en esta misma pista hace cuatro años, quedó eliminado junto a su compañero de entrenamientos José María Peña.

Martínez, que estrenaba en un campeonato internacional la técnica giratoria, empezó con un nulo, siguió con un tiro de 18,73 y cerró con 18,30. Al final, decimocuarto entre 19 contendientes aunque, eso sí, justo por delante de Peña, cuyo mejor tiro fue de 18,61 metros. “Ha ocurrido lo esperado”, confesó Martínez, que se considera “en situación de paso” hacia los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.

Mayte Martínez, plusmarquista española y subcampeona de Europa de 800 en pista cubierta, se clasificó para la final de 1.500 pero se apresuró a descartarse para las medallas.

“No tengo controlada la distancia. Acostumbrada a sufrir sólo doscientos metros, sufrir setecientos se me ha hecho muy cuesta arriba, pero el objetivo aquí era estar en la final y a ver qué tal”, declaró la vallisoletana, que deja el 800 para el verano.

La cántabra Zulema Fuentes-Pila quedó fuera con una marca de 4:17.42 que le dio el sexto lugar en la primera serie, y la madrileña Esther Desviat corrió igual suerte al terminar séptima en la primera con 4:21.07.

Miguel Quesada y Luis Alberto Marco se clasificaron para las semifinales de 800 metros mientras que el campeón de España, Manuel Olmedo, se quedó fuera en una serie perra en la que recibió golpes de todos los lados.

Quesada, que salió en la primera carrera, respondió al ataque del irlandés Thomas Chamney a 300 metros de la meta y le dobló en el esprint. El barcelonés ganó la serie con 1:55.43.

En la segunda, Olmedo recibió golpes del francés Florent Lacasse y del ruso Yuriy Koldin, que pagaron su pecado con la descalificación, pero eso no hizo que el sevillano pasara a semifinales, pese a que ascendió al tercer puesto con 1:54.54. Su marca no era bastante para ganar una de las cuatro plazas de repesca.

Olmedo reveló que el rumano Catalin Mihu había pisado claramente la línea y la delegación española presentó una reclamación que, por el momento, no ha prosperado.

Otro sevillano, Luis Alberto Marco, debutante en la selección absoluta, se metió en semifinales con un segundo puesto en la tercera serie y una marca de 1:49.28.

La cántabra Margarita Fuentes-Pila se clasificó por tiempos para las semifinales de 800 mientras que la barcelonesa Montserrat Mas quedó eliminada en la primera ronda.

Margarita, la menor de las tres hermanas Fuentes-Pila (todas ellas presentes en estos campeonatos), hizo una salida lenta, se vio a cola de grupo desde el pistoletazo mientras marcaba el ritmo la eslovena Jolanda Ceplak y no ganó un solo puesto hasta el final. Terminó sexta y última pero con la mejor marca de su vida (2:03.58), que le dio el pase por tiempos a semifinales.

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