La UD dice adiós a la Copa con la cabeza alta
El equipo grancanario plantó cara hasta el último momento al equipo verdiblanco, gozando de las mejores ocasiones de gol, pero Rubén Castro volvió a ver portería, rompiendo el sueño de la UD. El regreso de David González revolucionó al equipo, convirtiéndose en la mejor noticia de la noche para los intereses isleños.
Las Palmas se despide de la Copa con la cabeza bien alta, tras haber dejado por el camino al Rayo Vallecano y haciendo sufrir hasta el último momento al Betis. La plantilla amarilla sale con la moral renovada para encarar segundo ecuador del campeonato liguero.
Los jugadores amarillos salieron con ilusión y fruto de ello a punto estuvieron de dar la sorpresa en el primer minuto. Un pase largo de Deivid a punto estuvo de cogerlo Chrisantus, que se hubiese quedado en el mano a mano con Casto. La ocasión descolocó al Betis, que se vio superado por la UD Las Palmas en los primeros compases.
Poco a poco los locales se sacudieron la presión, pasando a gozar de mayor posesión. Los amarillos agazapados y con velocidad a la contra volvieron a sembrar el miedo en el Benito Villamarín. Momo, Vitolo y Thievy se encontraron ante un defensa verdiblanco, pero los jugadores canarios no consiguieron entenderse para aprovechar una clara opción de gol.
Vadillo y Pozuelo cargaron con las primeras ocasiones sobre la portería isleña, haciendo trabajar a Mariano Barbosa. Vicente por su parte aguantaba estoico en la medular ante las continuas acometidas lideradas por Beñat. El Betis se desubicó unos minutos tras la lesión de Pozuelo y la entrada de Rubén Castro, tiempo suficiente para que Las Palmas despertase para tener la mejor ocasión del partido.
Una jugada llevada por Vitolo desemboca en Chrisantus, que pone el pase de la muerte a Thievy, que incomprensiblemente perdona en área pequeña el primer tanto amarillo.
El Betis en el segundo acto con la intención de cerrar la eliminatoria cuanto antes, con una fuerte presión al equipo grancanario. Fruto de ello Jorge Molina dispuso de un mano a mano con Barbosa, pero su disparo cruzado se marchó a la izquierda de la meta.
La entrada de David González, tras varios meses de lesión, fue una brisa de aire fresco para Las Palmas, encontrando ese último pase que le faltaba al equipo para generar ocasiones de gol. Con mayor dominio canario, los sevillanos no se dormían. Beñat y Vadillo a punto estuvieron de romper la igualada, pero la falta de puntería y el palo evitaron el gol.
La asociación africana volvió a ser puñal para la defensa bética, asistiendo en esta ocasión Thievy para que Chrisantus perdonase ante Casto, con un débil disparo que pasó de largo por la puerta verdiblanca. El repertorio de David González encerró al Betis en su propio campo, pero en un error tonto en defensa, Rubén Castro castigó nuevamente a Las Palmas, aprovechando la mala entrega de Hernán.
A los amarillos les seguía valiendo un tanto para igualar la eliminatoria y el propio Hernán estuvo a punto de redimirse de su error en un lanzamiento de córner, pero su cabezazo se marcó por encima del larguero. El Betis se dedicó a perder tiempo en los instantes finales, provocando la expulsión de Corrales y con el pitido final la eliminación de Las Palmas de la Copa del Rey.
Ficha técnica:
Real Betis: Casto; Ángel, Paulao, Perquis, Chica; Rubén Pérez, Beñat; Agra (Campbell, min. 60), Pozuelo (Rubén Castro, min. 34), Vadillo; Jorge Molina (Nono, min. 71). Entrenador: Pepe Mel.
UD Las Palmas: Barbosa; Pignol, Deivid, Murillo, Corrales, Vicente Gómez (Javi Guerrero, min. 69), Hernán, Momo (David González, min. 55), Vitolo, Chrisantus y Thievy.
Árbitro: Teixeira Vitienes, del colegio cántabro, amonestó a los locales Paulao (min. 27), Jorge Molina (min. 40), Rubén Castro (min. 47) y a los visitantes Vitolo (min. 29), Vicente Gómez (min. 40), Thievy (min. 72), Pignol (min. 75), Javi Guerrero (min. 86). Expulsó a Corrales por doble amarilla (min. 90).
Goles: 1-0, Rubén Castro, min. 84.
Incidencias: Encuentro de vuelta correspondiente a los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el Benito Villamarín.
