El BBVA sigue al Santander en anunciar la venta de sus inmuebles

Fuentes del mercado aseguraron que el centro corporativo, que todavía no tiene ubicación definitiva, estaría situado dentro del perímetro de la vía de circunvalación M-40 y sería abierto, es decir, que podría albergar los edificios de otras empresas, a diferencia de la Ciudad Financiera del Santander, en la que sólo opera el banco. Hasta el momento el BBVA ha analizado, según las mismas fuentes, diferentes alternativas y no ha elegido una definitiva, pero sí tiene claro que no construirá rascacielos y no adquirirá ninguno de los que están a la venta, como los ubicados en la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid.

Mientras no tenga un proyecto definitivo, el banco no decidirá previsiblemente qué edificios pone a la venta, entre los muchos emblemáticos que tiene en su haber, como la torre de Castellana 81, en Madrid, donde trabaja habitualmente la cúpula ejecutiva de la entidad. Además cuenta con dos edificios en la Gran Vía de Bilbao, donde tiene su sede social, y varios en la zona financiera de Madrid, como el del Paseo Recoletos, los dos de la calle Alcalá o el de Prado del Rey.

Hasta la decisión definitiva, en el banco no descartan vender ninguna de estas sedes, pero de momento no se han planteado desprenderse de ninguna de sus sucursales, como sí anunció este miércoles el Santander, que no se quedará con ninguna de las 1.200 que todavía tiene en propiedad. La decisión del BBVA de unificar en un centro corporativo buena parte de sus servicios centrales es similar a la que previamente tomaron el Santander, Telefónica y Repsol, que con diferentes modalidades también están agrupando a sus trabajadores de la capital.

Fuentes del sector inmobiliario opinaron hoy de forma positiva sobre la decisión de vender en estos momentos edificios de oficinas -como pretende el Santander y el BBVA-, ya que aseguraron que es un “momento óptimo” en el que existe una gran demanda de inversión. El experto de Aguirre Newman Santiago Fernández-Fígares aseguró que hay mucha liquidez en el mercado dispuesta a comprar edificios de oficinas, sobre todo para alquilarlos después, y citó como principales interesados a grandes grupos inmobiliarios nacionales e internacionales y a grandes fondos de inversión extranjeros.

Más de un millar de oficinas

Fuentes del Santander confirmaron esta operación, que este miércoles adelantaron algunos diarios, y explicaron que esperan conseguir unas plusvalías de 1.400 millones con la venta de estos activos, entre los que se incluyen 1.200 oficinas, así como 44 edificios emblemáticos, como la Ciudad Financiera de Boadilla y el palacete ubicado en el Paseo de la Castellana, 24, en Madrid.

Su objetivo inicial es financiar parte de la compra de ABN Amro y por ello quiere ejecutar las ventas en los próximos meses, aunque está dispuesta a realizarlas aunque su oferta por el grupo holandés no llegue a buen término. La razón esgrimida para este cambio de estrategia es que la operación “encaja desde el punto de vista financiero”, ya que tener inmuebles consume mucho capital y es mucho más rentable permanecer en los edificios en régimen de alquiler, puesto que se puede deducir fiscalmente.

La entidad espera obtener 4.000 millones de euros de su patrimonio inmobiliario, aunque el precio definitivo no se conocerá hasta que las tasadoras contratadas terminen sus informes y los interesados puedan comenzar a presentar sus ofertas. De conseguir esa cuantía, el Santander se hará con unas plusvalías de 1.400 millones de euros, que destinará a pagar los 19.900 millones que le costará la adquisición de la parte de ABN Amro por la que ha ofertado, principalmente el italiano Antonveneta y el brasileño Banco Real.

El resto de los fondos para financiar esa compra provendrán de la venta de participaciones industriales (500 millones de euros), de una ampliación de capital (4.500 millones), de emisión de bonos convertibles (5.000 millones) y de titulizaciones (8.500 millones). Si no se llevase a cabo la operación de ABN Amro, en la que el Santander, Royal Bank of Scotland y Fortis están en liza con Barclays, los beneficios obtenidos con esta operación se llevarían previsiblemente a resultados o a financiar prejubilaciones como en años anteriores, según los expertos.

En todo caso, dado que la adquisición de ABN Amro está prevista que se ejecute para el último trimestre del año, el Santander estaría obligado a realizar estas ventas de inmediato. En este momento, las tasadoras están elaborando sus informes con lo que en las próximas semanas se podría iniciar la recepción de ofertas. El Santander pretende quedarse como inquilino a largo plazo en todos los inmuebles y mantener una opción de compra con derecho de tanteo, con lo que los compradores serán, previsiblemente, fondos inmobiliarios, aseguradoras o compañías interesadas en tener edificios en alquiler.

Todos los inmuebles a la venta están ubicados en España. En el extranjero se mantendrán los que ya se poseen, aunque entidades como Abbey no tienen en propiedad inmuebles.

Entre los activos de los que se desprenderá el Santander está, curiosamente, la Ciudad Financiera, inaugurada ahora hace tres años y que es el mayor orgullo del grupo, en cuya construcción invirtió 650 millones de euros. La niña bonita de Emilio Botín, definida como el “campus empresarial más grande del mundo”, acoge a 6.700 empleados del grupo, tiene nueve edificios en una extensión de 165 hectáreas y cuenta con un campo de golf, áreas de restauración y de ocio y guardería para 400 niños, entre otros servicios.

Precisamente, para financiar su construcción y para reubicar en ella sus servicios centrales, la entidad ya acometió hace tres años un importante proceso de venta de inmuebles -se desprendió de 23 edificios- que le generó unos ingresos de 1.000 millones de euros. Tras esta nueva operación, el patrimonio inmobiliario del Santander en España se reducirá al edificio que tiene en el Paseo Pereda del Santander, donde está su sede social desde 1923.

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