El Gobierno canario alerta de los peligros de los créditos rápidos
El director general de Comercio y Consumo del Gobierno de Canarias, Gustavo Matos, ha recomendado informarse muy bien antes de contratar uno de los denominados créditos rápidos o créditos instantáneos, especialmente en estas fechas navideñas en las que el gasto aumenta y muchos consumidores ven en estos préstamos una vía sencilla de conseguir liquidez.
En un comunicado, Matos advierte de que hay que extremar las precauciones y leer toda la información para saber exactamente qué se está contratando.
El responsable regional de Consumo señala que se debe prestar especial atención al coste total que va a tener ese crédito ya que, además de la cuota mensual, hay que fijarse en la TAE (tasa anual equivalente), “que es el dato que nos permitirá saber cuánto nos va a costar el crédito, y comparar entre las distintas entidades”.
“Lo ideal es que el consumidor calcule qué cantidad total va a pagar al final del periodo establecido para la devolución del crédito y compararla con la que ha solicitado, para comprobar cuánto dinero debe destinar al pago de los intereses y así poder decidir sabiendo el coste real que va a tener el préstamo”, asevera.
Matos recomienda también tener muy en cuenta los posibles intereses de demora del crédito y recuerda que la normativa legal establece como inaceptable un interés de demora superior a 2,5 veces correspondiente al interés legal del dinero (que en la actualidad se sitúa en el 4%)
El director explica que la media de interés nominal que se cobra por estos créditos es superior al 20%, mientras que los créditos al consumo tradicionales se sitúan en torno a un 10% o 12%. Asimismo, señala que hay que fijarse también en el coste de las comisiones de apertura y cancelación, ya que en algunos casos pueden alcanzar el 10%.
“Lo más importante a la hora de contratar cualquier préstamo es tener muy claro qué estamos contratando, cuánto nos va a costar y en qué condiciones debemos devolver el dinero. Sin esa información completa se corre un serio riesgo de terminar aceptando condiciones que se desconocen y pagando por comisiones o intereses de los que no se ha recibido información clara y transparente”, asegura Matos.
Por último, el director comenta que “el consumidor es el primero que debe hacer valer sus derechos y para ello debe conocerlos. No se trata de hacerse un experto pero sí de interesarse por conocer las condiciones de la prestación de servicios. Si se considera que la información no está clara, hay que asesorarse mejor, hay que preguntar. Con ello evitaremos disgustos y problemas”.
