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Industria inyecta nueve millones a una empresa 'fantasma' de la petrolera de los Carceller

José Manuel Soria.

David Cuesta / Raúl Sánchez

Santa Cruz de Tenerife —

El Ministerio de Industria, Energía y Turismo, en manos del canario José Manuel Soria, concedió el pasado 1 de diciembre un préstamo de nueve millones de euros a la empresa Plasticenergy Tenerife SL, una sociedad de reciente creación y sin experiencia profesional, para la instalación de una planta de biocombustible en el polígono industrial de Granadilla.

Según informa la web de Mírame TV, la ayuda, dirigida a pequeñas y medianas empresas (pymes), es la más alta de las otorgadas por el Gobierno en la convocatoria de apoyo financiero a la inversión industrial, según publicó el pasado martes 10 de febrero el Boletín Oficial del Estado (BOE), pese a que la entidad beneficiaria se constituyó el 24 de junio de 2014, solo nueve días antes de que finalizara el plazo para la presentación de propuestas, que se cerró el 3 de julio. Detrás de Plasticenergy Tenerife SL se esconde DISA, una de las grandes empresas del imperio de la familia Carceller, con el control del 99% de la sociedad, según reconocieron desde el propio Gabinete del ministro. Una vinculación que se confirma con un repaso a los datos que obran en el Boletín Oficial del Registro Mercantil sobre la sociedad, que incluso tiene su sede en el edificio propiedad de la compañía en Santa Cruz de Tenerife.

En el organigrama de Plastic Energy SL figura como apoderado José Carceller Arce, consejero delegado de DISA Renovables SA y hermano de Demetrio Carceller, presidente de DISA. El administrador único de la nueva sociedad, Raimundo Baroja Rieu, es a su vez director general de la Fundación DISA, como consta en el Borme, y consejero delegado de la corporación petrolífera. DISA es la cuarta petrolera en número de estaciones de servicio de España, el primer grupo empresarial en facturación en Canarias, y la única entidad que posee la Autorización Ambiental Integrada (AAI) del Gobierno de Canarias para explotar el negocio del biocombustible en el polígono industrial de Granadilla, además de contar con el monopolio de la comercialización de gas licuado en el Archipiélago. Un gigante empresarial que no cabe por la puerta de la convocatoria del Ministerio de Industria, específicamente dirigida a pymes o sociedades de media capitalización (mid-caps), en cuyo caso la cuantía se cofinancia a través del Banco Europeo de Inversiones, lo que no es el caso de Plasticenergy SL, según aclaró el propio Ministerio. 

Condiciones del préstamo

Las condiciones del préstamo lo hacen muy apetecible, al tener un plazo de tres años de carencia y siete años adicionales de amortización, con un interés al 4,53%. Un total de nueve millones de euros para un proyecto que Plasticenergy SL valoró en 12,9 millones, según la respuesta dada a mirametv.com por parte del Ministerio de Industria. Todo con un capital social de 4.886 euros y solo siete meses de existencia. La empresa tiene ahora el reto de llevar a cabo la instalación y puesta en marcha de la planta de biocombustible en un tiempo máximo de 18 meses. Según fuentes del Ayuntamiento de Granadilla, no consta ninguna licencia municipal concedida a día de hoy para esta iniciativa.

Hasta en tres ocasiones este portal de noticias ha solicitado sin éxito al departamento estatal la resolución del mes de diciembre en la que se justifica la concesión de las ayudas. Sin esa información resulta imposible concluir a ciencia cierta si la empresa cumple o no con los requisitos de la convocatoria, que se publicaron el 21 de abril de 2014 en el BOE, ya que es necesario conocer algunos datos concretos, como por ejemplo los fondos propios de la entidad. La orden de Industria especifica que los beneficiarios que se hayan constituido en el año de la convocatoria, caso de Plasticenergy SL, tienen que tener una cantidad mínima de fondos propios que no sea inferior a una tercera parte de la ayuda recibida. Esto supone que Disa, principal accionista de la empresa, tendría que haber aportado 2,25 millones de euros para que los fondos propios llegaran a ese mínimo.

El proyecto presentado por la empresa fantasma de DISA consiste en la construcción, puesta en marcha y explotación de una nueva planta de transformación de residuos plásticos en combustibles sintéticos de transporte, sin paso por otros procesos de refino. El objetivo es, a través de la utilización de un proceso de conversión térmica anaeróbica, obtener diesel, gasolina/naphta y keroseno.

Demetrio Carceller Arce es uno de los miembros más notables de la aristocracia económica de la Bolsa Española, hijo de Demetrio Carceller Coll, junto al que al que ha sido enviado al banquillo de los acusados por el juez Ruz por presuntamente ocultar rentas y patrimonio a Hacienda gracias a un complejo entramado societario; y nieto de Demetrio Carceller Segura, el que fuera ministro de Industria durante el franquismo, además de director y fundador de DISA y Cepsa.

La compañía DISA es, mediante el control que posee de la empresa Sacyr, segunda accionista de Repsol. La empresa que llevó a cabo las prospecciones petrolíferas en Canarias, que impulsó y defendió el propio ministro Soria, sienta, precisamente, a Demetrio Carceller en el consejo de administración de Gas Natural-Fenosa. A través de DISA, Carceller ostenta la mayoría accionarial en Sacyr Vallehermoso, segunda accionista de Repsol. De hecho, un informe de la propia Comisíón Nacional de la Competencia (CNC) ya advirtió del peligro del vínculo DISA-Repsol.

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