Madrid emite informe ambiental a favor de la regasificadora de Granadilla

La planta para la transformación del gas natural licuado (GNL) se construirá junto a la central térmica de Endesa-Unelco ya existente en el litoral del sur tinerfeño, puesto que el combustible se destinará a la generación de energía eléctrica mediante la infraestructura de ciclo combinado.

Según las mismas fuentes, la implantación del gas natural en la generación eléctrica supondrá el ahorro de 800.000 toneladas de petróleo al año y, de este modo, permitirá a Canarias acercarse a su objetivo de cumplimiento del Protocolo de Kyoto, al reducir en hasta un 30% las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera. La introducción del nuevo combustible depende de la Compañía Transportista de Gas Canarias (Gascan), participada por Unelco, Gobierno autonómico, cajas de ahorro y empresarios isleños.

El Parlamento autonómico aprobó a finales de marzo el Plan Energético de Canarias (Pecan 2006-2015), documento que apuesta por el gas junto a las energías renovables y el fomento del ahorro energético para lograr un desarrollo sostenible. El Ministerio de Industria incluye estas instalaciones en Canarias dentro de su planificación de infraestructuras energéticas del sistema gasista español.

La aprobación favorable de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) a la planta de Granadilla despeja el camino para que pueda estar ya operativa en el plazo de aproximadamente cuatro años, puesto que se prevé adjudicar en el plazo de un año. Por su parte, la adjudicación de la planta proyectada por Gascan en Arinaga (Gran Canaria) quedará subordinada a la consecución de todos los permisos pendientes por parte de las administraciones competentes.

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