Las Palmas de Gran Canaria construye dos edificios tras acabar el derribo de bloques en Tamaraceite

Evolución de los trabajos en Tamaraceite.

EFE

Las Palmas de Gran Canaria —

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha iniciado la cimentación para construir dos nuevos edificios en la parcela que resulte de la demolición de 86 viviendas del antiguo Patronato Francisco Franco, en Tamaraceite, que finalizó la semana pasada tras casi dos meses de obras.

En un comunicado, el consistorio explica que ha comenzado la excavación de tierras para construir los cimientos sobre los que se erigirán los dos inmuebles de 30 viviendas cada uno, que estarán situados en un solar de 1.700 metros cuadrados, en el que se creará un parque anexo a ambos edificios.

De esta forma, continúa dentro del Área de Renovación y Regeneración Urbana (ARRU) de Tamaraceite una fase que edificará los inmuebles que sustituirán a los diez bloques de las viejas construcciones de los años sesenta.

El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, señala que “la reposición de Tamaraceite avanza a buen ritmo, prueba de ello es que se ha comenzado a construir dos nuevos edificios una vez concluyó el derribo de 86 viviendas del antiguo Patronato Francisco Franco”, y agrega que, si todo marcha como hasta ahora, espera entregar las nuevas viviendas a los vecinos en otoño del 2018.

“En lo referente al ARRU de Tamaraceite y en lo que va de mandato, se ha entregados 72 viviendas el pasado año, finalizaremos y entregaremos otras 60 en 2018, estamos construyendo 23 más junto a al rotonda de entrada a Lomo Los Frailes y comenzaremos este año la edificación de otras 37 en La Galera”, añade Doreste.

Los bloques demolidos integraban un grupo de diez inmuebles con 86 viviendas distribuidas en diez portales situados entre las calles San Daniel y San Juan de Ávila.

Las labores de derribo se iniciaron el pasado mes de abril una vez concluyó el realojo de las 86 familias que habitaban en los bloques.

El proceso de demolición de las viviendas se puso en marcha hace varias semanas con una serie de actuaciones previas, como el cerramiento de la zona mediante un vallado metálico, el tapiado de las viviendas que iban quedando desocupadas, el desmontaje de las farolas del alumbrado público y del cableado que discurre por las fachadas de los inmuebles, además de la carpintería de puertas y ventanas, especifica la nota.

Los propietarios, realojados

Los propietarios de las 86 viviendas que han sido demolidas fueron realojados en diversas ubicaciones en las que permanecerán aproximadamente 16 meses, que es el tiempo de duración de las obras de reposición con los dos edificios nuevos.

Estas primeras 60 viviendas de reposición propuestas en el ARRU de Tamaraceite se ubicarán en dos edificios de 30 hogares con planta baja común destinada a accesos, locales, garajes y trasteros.

Los inmuebles de seis plantas, que incluyen viviendas de 78 metros cuadrados y ascensores que nunca tuvieron en los viejos bloques, se situarán en una parcela de 1.580 metros cuadrados.

Esta obra de demolición y posterior construcción de los nuevos edificios del ARRU de Tamaraceite, ha sido adjudicado a la empresa Constructora San José por un presupuesto de 4,8 millones de euros y con un plazo de ejecución de 16 meses.

Este proyecto de dos edificios y 60 viviendas viene a sumarse a las obras ya iniciadas de construcción de otro edificio de 23 viviendas situado junto a la rotonda de entrada al barrio de Lomo Los Frailes por un importe de 1,8 millones, y que estará acabado en un año.

El próximo proyecto a adjudicar será el de otras 37 viviendas en La Galera, cuya construcción se espera comenzar antes de que finalice 2017.

El Consistorio calcula que al final del mandato se habrán entregado a sus beneficiarios 220 de las 354 casas a reponer, lo que supone más del 60 por ciento de las viviendas a reconstruir.

La financiación del ARRU, que asciende a unos 36 millones de euros, se reparte entre el Estado (35 %), el Gobierno de Canarias (30 %) y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria (25 %), mientras que los beneficiarios de las viviendas aportan el 10 por ciento restante.

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