Los empresarios desaprovechan la RIC para invertir en I+D+i

Los empresarios canarios están desaprovechando las ventajas que proporciona la nueva regulación de la Reserva de Inversiones (RIC) para materializarla en investigación, desarrollo e innovación, según puso de relieve Salvador Miranda Calderín, profesor de Economía Financiera y Tributaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

En una jornada para informar a las empresas sobre cómo invertir la RIC en I+D+i, se puso de manifiesto que Canarias sólo dedica el 0,6% de su Producto Interior Bruto a investigación, frente al 1,2% nacional y el 1,8 en el conjunto de la Unión Europea.

De la inversión en I+D+i en Canarias, sólo el 26% la lleva a cabo el sector privado.

El objetivo de la UE para 2010 es que a la investigación se dedique el 3% del PIB y con una participación del sector privado del 66%, aunque estas previsiones se han rebajado en España hasta el 2% del PIB y el 55% de inversión privada.

Esta falta de inversión en Canarias en investigación se debe a la estructura económica basada en el sector servicios, a la falta de tradición empresarial y a la cicatería de la legislación anterior sobre la RIC, explicó Miranda Calderín, quien señaló que desde que entró en vigor la nueva regulación de la Reserva de Inversiones en 2007 se favorece esta posibilidad.

La RIC, que es una parte de los beneficios empresariales exenta de impuestos a cambio de que se dedique a inversión, incorpora nuevas ventajas, entre ellas que ya se puede deducir no sólo los gastos de personal en I+D+i, sino también los de material, las amortizaciones y los costes financieros.

Además, anteriormente para aplicar la RIC a I+D+i, la inversión tenía que tener éxito y ser considerada como un activo de la empresa, mientras que ahora, en términos contables, constituye un gasto, independientemente del resultado de la investigación.

Además, las empresas no tienen necesariamente que crear sus propios departamentos de I+D+i, sino que pueden colaborar y financiar proyectos de su interés promovidos por las universidades y organismos de investigación.

La anterior regulación para la planificación de la RIC en I+D+i era tan restrictiva que entre 1997 y 2002 ni una sola empresa canaria se acogió a esas posibles ventajas, una situación que, según Miranda Calderín, debería cambiar con la nueva normativa.

Para incrementar la implicación de las empresas canarias en la investigación, señaló el profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, es necesario además que se cree un organismo oficial en las Islas que certifique que la actividad empresarial que se acomete es efectivamente I+D+i, agregó.

“Dedicar la RIC a I+D+i es una buena opción para las empresas que no sepan como materializarla” antes de que concluya el plazo de inversión previsto para no tener que devolver el ahorro fiscal en sus beneficios, dijo Miranda Calderín.

Animó a las empresas a informarse de las investigaciones que desarrollan las universidades canarias y otros organismos para implicarse en su financiación y posibles beneficios, y a los centros académicos los instó a que mejoren su labor divulgativa entre el empresariado.

En la jornada, organizada por la Asociación Industrial de Canarias (Asinca), cuyo presidente, Martín Tabares de Nava, afirmó que las empresas no aprovechan las ventajas de la RIC para I+D+i se debe a la falta de información.

Jesús Velayos Morales, secretario general del Instituto Tecnológico de Canarias, apostó por aunar los esfuerzos investigadores públicos y privados para conseguir la transferencia tecnológica de las universidades a las empresas, y afirmó que la I+D+i debe ser rentable por sí misma, y los beneficios fiscales ser sólo un añadido.

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