Más tomates con menos agua: la agricultura sostenible rinde más

Más tomates con menos agua.

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

Los agricultores de Holanda han desarrollado técnicas de invernadero que permiten producir hasta 800 toneladas de tomate por hectárea, el cuádruple de lo que logran sus colegas en Canarias, toda una potencia europea en la exportación de esa hortaliza. ¿Cómo lo consiguen?: ahorrando agua y energía.

La Mancomunidad del Sureste de Gran Canaria ha dedicado en 2014 a la agricultura el seminario que organiza cada año para debatir sobre energías renovables y agua, las dos políticas que han tomado como bandera los ayuntamientos de Ingenio, Agüimes y Santa Lucía.

El profesor investigador de la Universidad de Wageningen (Holanda), Feije Zwart, especialista en alta tecnología en invernaderos, ha explicado en este foro cómo en su país aplican técnicas de ahorro de agua y energía en este tipo cultivos, que serían fácilmente trasladables a este sector agrícola en Canarias.

Veinticinco años de experiencia en este tipo horticultura avalan los avances de los País Bajos en este campo y casi 2.000 personas al año visitan sus invernaderos sostenibles para saber cómo funcionan.

El profesor Zwart ha llevado a cabo en los últimos años numerosas investigaciones científicas relacionadas con el balance de agua, la reducción de la demanda energética y el aprovechamiento de la energía en invernaderos semicerrados.

En uno de esos estudios, explica que para lograr una horticultura más sostenible en los invernaderos se requiere reducir de forma considerable el consumo de energía, pero el problema reside en cómo mantener, a pesar de ello, la producción y la calidad.

El equipo de Feije Zwart ha desarrollado un sistema de cultivo para el tomate que reduce el consumo de energía en un 40% y consigue mantener un nivel de producción de 60 kilogramos.

Este investigador holandés piensa que, en Canarias, las condiciones del clima del archipiélago, más benévolas que las de su país, pueden aprovecharse para aplicar estas técnicas en invernaderos abiertos, que si bien pierden mucha agua, utilizan menos electricidad.

Para compensar la pérdida de agua característica de los invernaderos abiertos, Zwart propone mejorar el sistema de riego por medio de los sustratos de cultivo, lo que permite que las plantas no absorban el agua exclusivamente desde el suelo.

Según este experto, con un metro cúbico de agua, se consiguen producir nueve kilos de tomates en campo abierto, 13 kilos en un invernadero convencional y hasta 80 kilos en un invernadero cerrado.

“Si en Canarias logran controlar el clima que hay en el interior del invernadero, pueden llegar a duplicar esa cantidad (los 13 kilos de rendimiento habitual por metros cúbicos de agua) y llegar a los 26 kilos”, ha explicado Zwart, que considera que el compromiso de sostenibilidad en las islas consistiría en producir más, con menos consumo de agua.

También ha hablado en este seminario el Coordinador de los Servicios Técnicos de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Alberto Ceña, para destacar que en Canarias es más barato producir electricidad con parques eólicos que con combustibles fósiles.

Según sus cifras, producir un megavatio/hora eólico cuesta en Canarias 82 euros, mientras que el coste de generar electricidad con centrales térmicas convencionales en las islas se eleva a 186 euros/Mwh.

El Coordinador de la AEE, que representa el 85% del total de la potencia eólica instalada en España, ha explicado que el ahorro que produce la generación eólica frente a la convencional está en Canarias en torno a los 100 euros/MWh.

AEE sostiene que, si esos 100 euros de ahorro por megavatio/hora se trasladan a toda la potencia eólica instalada en la actualidad en Canarias (160 Mw), se obtiene que este tipo de energía propicia cada año en las islas un ahorro de unos 60 millones de euros.

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