Las fases del turismo: desescalada del sector extrahotelero y bonificación de tasas para atraer visitantes después del verano

Hotel cerrado en la zona turística de San Agustín, Gran Canaria.

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

0

La crisis socioeconómica que golpea más fuerte a Canarias impide a la mayor parte de la ciudadanía pensar en vacaciones. El sector considera que el remedio para atajar el hundimiento del turismo por el cierre del espacio aéreo internacional no puede ser el de apoyarse únicamente en el turismo nacional y local, ya que la mayoría de los visitantes que se alojan en los hoteles canarios son extranjeros, lo que dificulta la reapertura de estos espacios antes del invierno. “Dependemos de que la situación sanitaria esté controlada, ya que ahora mismo solo se puede viajar por razones de fuerza mayor”, explica el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FETH), José María Mañaricúa. En las primeras fases del plan de desescalada, es posible que se reactiven pequeños complejos, pero dependerá del número de vuelos y de la evolución de la crisis sanitaria. Y es que el sector extrahotelero confía en poder reabrir antes, al tener menos dificultades que los grandes complejos (por contar con menos plantilla y proveedores), pero no cree que esto se produzca antes de agosto. Más optimista es el sector del alquiler vacacional que ya trabaja en la desinfección y mejora de las viviendas. Las casas rurales, por su parte, no han dejado de gestionar cancelaciones de reservas, y ahora aprecian un movimiento lento del mercado, con algunas reservas de viviendas en lugares apartados y con piscina particular, aunque aún no es un dato significativo. 

Solo en Gran Canaria hay unas 72.000 plazas alojativas extrahoteleras, lo que incluye además de apartamentos o bungalows a viviendas de alquiler vacacional (legalizadas) y casas rurales. El presidente Asociación de Empresarios de Alojamientos Turísticos (AEAT) de Las Palmas, Tom Smulders, cree que hay que ser “cauto” para “no ilusionar demasiado” y no confía en que se puedan empezar a abrir los complejos hasta bien entrado el verano. En primer lugar, podrán hacerlo aquellos a los que les sea rentable como los que se encuentran en zonas como la playa de Las Canteras, por ejemplo, ya que dependerá del número de camas. Un factor que juega a su favor es que estos espacios disponen de cocina y otras dependencias que no se comparten. Además, la desescalada vendrá acompañada también de la reapertura de playas al baño. En las de San Bartolomé de Tirajana como San Agustín, Maspalomas o Playa del Inglés considera que habrá menores problemas que en otras más pequeñas como Puerto Rico o Anfi del Mar, en Mogán. No obstante, insiste en que lo más importante es la seguridad sanitaria y que el sector no expondrá sin garantías a sus camareras de pisos, al servicio técnico y al resto del personal como tampoco a la clientela. 

Doris Borrego, presidenta de la Asociación Canaria del Alquiler Vacacional, estima unas pérdidas del sector de 156 millones de euros solo hasta Semana Santa y asegura que la situación está siendo angustiosa porque las familias propietarias de las viviendas continúan pagando las hipotecas y los gastos de mantenimiento. Mientras tanto, los turoperadores y grandes portales están cancelando reservas no solo de junio y julio sino hasta del mes de octubre. A pesar de ello, el sector espera comenzar este verano a funcionar con turismo nacional y local y subraya que hay clientes habituales que están a la espera para poder volver a las Islas. “Somos unidades alojativas únicas y podremos abrir desde que haya un cliente, no es lo mismo que abrir un hotel”, apunta.

Al igual que el resto de sectores tiene la vista puesta en las conexiones, en su caso también con la Península. Defiende que estas viviendas representan el 10% de la oferta alojativa en el Archipiélago, y que su presencia es muy acusada en las islas occidentales, en las no capitalinas y también en el norte de Tenerife, como Icod de Los Vinos, que es “un feudo de la vivienda vacacional”. Así mismo, matiza que “de acuerdo a un estudio de 2015 del anterior Gobierno de Canarias, la vivienda vacacional generaba en torno a 1.500 millones de euros ya que revierte en la economía del lugar donde se encuentra, dinamizando bares, restaurantes, sector del taxi…” Explica que sí que hay personas afectadas por ERTE porque hay familias que al no tener la profesionalización o el dominio de idiomas han cedido la gestión a empresas intermediarias. “Me gustaría mandar un mensaje de ánimo e ilusión ya que las viviendas vacacionales tradicionales que llevan tiempo, estamos preparando nuestras casas, las estamos pintando y mejorando con el poco dinero que nos queda”, asegura. La presidenta de ASCAV además aboga por la legalidad y porque las viviendas vacacionales se sitúen en zonas que reúnan las condiciones para ello. 

En las islas no capitalinas occidentales también tienen un gran peso las casas rurales. El sector se mantiene también con muchas cautelas de cara a lo que sucederá en verano. El presidente de la Asociación Isla Bonita, Carlos Fernández, que lucha por el impulso del turismo rural y gestiona casas rurales de la isla, explica que mientras La Palma no cuente con un mapa claro de las conexiones aéreas ni del coste de los billetes, no se podrán hacer previsiones de cara al verano. Subraya que existe una gran incertidumbre con el turismo local y nacional, ¿vamos a estar dispuestos a viajar?, cuestiona. Su asociación, tomando como guía los protocolos que ha publicado el Ministerio de Turismo, está realizando en conjunto con otras asociaciones de turismo rural uno propio ya que una de las claves de la desescalada serán esos manuales de higiene, por lo que las personas que se dedican a ello están realizando cursos de formación y más aún teniendo en cuenta que las zonas rurales son sensibles al coronavirus. A su juicio, esta crisis sí manifestará una mayor conciencia medioambiental y el turismo rural tendrá más fuerza. 

Bonificaciones aéreas y otras reivindicaciones

Sobre el hecho de que España vaya a obligar a poner en cuarentena a los viajeros internacionales, José María Mañaricúa matiza que es una medida que afectará a las personas que viajen por motivos laborales o de fuerza mayor, ya que en estos momentos no está permitido el turismo. Por ello, cree que es un error difundir que esta medida se aplicará a los turistas extranjeros puesto que cuando el espacio aéreo se abra será porque ya se contará con las garantías sanitarias adecuadas, una cuestión en la que también se ha incidido desde la patronal de Santa Cruz de Tenerife, Ashotel. Por su parte, para Tom Smulders es fundamental que al viajar se cuente con lo que se denominan pasaportes sanitarios, es decir, que esas personas viajen libres de coronavirus aunque se tomen otras precauciones en los aeropuertos como controles de temperatura. Así mismo, destaca la unidad que existe en Canarias, con el presidente regional al frente, para apoyar al sector y salir unidos de esta crisis sanitaria. 

El sector del turismo celebra que el pacto de reconstrucción de Canarias incluya la bonificación temporal de las tasas aéreas para impedir que se encarezcan los billetes de avión y atraer turistas, aunque dependerá del número de vuelos que se oferten tras la apertura del espacio aéreo. El presidente de la FETH descarta la necesidad de un plan de rescate al sector hotelero, pero sí cree que se deberían articular medidas planteadas por la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turístico (CEHAT) como una norma para que la banca permita que los intereses que pagan los hoteleros por las hipotecas se prorroguen un año o posponer el pago del IGIC al recibo de facturas. Para una empresa como la suya asegura que tiene que abonar con respecto al mes de abril 210.000 euros de IGIC sin haber cobrado facturas. “No pedimos no pagarlo sino que se posponga”, matiza. Así mismo, los hoteleros mantienen que se deben prorrogar los ERTE en este ámbito hasta que pueda recuperarse, algo que el Ministerio de Trabajo ya ha aceptado. 

Etiquetas
stats