El Hierro alberga el ecosistema marino mejor conservado de toda Canarias
El futuro Parque Nacional marino Mar de las Calmas, centrado en el mar del mismo nombre, Sur de El Hierro, tiene una superficie de 21.408,53 hectáreas. Su delimitación abarca desde la Punta de La Paloma, en el oeste de la Isla, hasta la Punta de El Miradero, al noreste de La Restinga. Su máxima amplitud, cercana a los 10 kilómetros (5,4 millas), se da en el Mar de las Calmas, alcanzándose en este mismo punto una profundidad superior a los 2.300 metros.
La propuesta del Ministerio de Medio Ambiente deja claro que el valor del mar de El Hierro no reside únicamente en el número de especies o en su rareza, sino en el estado de naturalidad de sus comunidades marinas.
La isla de El Hierro alberga el ecosistema marino mejor conservado de Canarias, con aguas limpias tanto de contaminación química como acústica, lo que lo convierte en una zona de alta naturalidad donde los procesos y funciones ecológicas se mantienen prácticamente inalterados.
El ecosistema marino, por su naturalidad, la gran riqueza de especies y comunidades que alberga, y la existencia de una amplia base de datos histórica sobre la biodiversidad y extracción pesquera ofrece un enclave privilegiado para la investigación y divulgación científica.
Además, El Hierro ofrece excelentes indicadores para evaluar el calentamiento global y otros procesos de cambio global, gracias al escaso impacto antrópico sobre sus sistemas naturales marinos. De esta forma, la declaración del Parque Nacional contribuiría a que la naturaleza herreña se constituya en un importante observatorio-laboratorio para valorar los efectos de dichos procesos.
Las aguas de El Hierro son las más cálidas de Canarias y constituyen un ejemplo bien conservado de un ecosistema marino subtropical dentro del territorio europeo. Las comunidades marinas de gran parte de las costas de Europa se encuentra muy alteradas, principalmente en lo que respecta a poblaciones de peces depredadores, cuya posición en la red trófica e historia natural los hace normalmente más susceptibles a la sobreexplotación pesquera.
En El Hierro, la pesca controlada y sostenible que se realiza desde hace tiempo permite la continuidad de los procesos ecológicos naturales. La abundancia de depredadores en las costas de la isla ha permitido, por ejemplo, el control natural de las poblaciones del erizo diadema o de púas largas, cuya explosión demográfica asola al resto de Canarias.
Esta especie ha creado extensos blanquizales de biodiversidad reducida en el perímetro costero de las demás islas. Así, El Hierro no sólo constituye un reservorio de biodiversidad marina en el Archipiélago, sino que preserva la naturalidad y ejemplifica las comunidades otrora comunes en las costas de Canarias.
En el conjunto de las aguas costeras españolas existen pocos enclaves en los que los procesos ecológicos naturales se encuentren tan bien conservados como en El Hierro.
La escasa población de la Isla, el buen manejo de la actividad pesquera, así como el interés y la concienciación de la población herreña por la conservación de mar como importante atractivo para el buceo, han contribuido a esta situación.
Las aguas de El Hierro son además limpias, gracias a la escasez de industria y núcleos urbanos en la costa, así como su lejanía respecto a fuentes contaminantes de otras islas.
El escarpado relieve submarino y la calidez de las aguas de El Hierro determinan dos de las principales características de sus comunidades marinas: la presencia de especies de aguas profundas a escasa distancia del litoral, y de especies tropicales y subtropicales en mayor grado que en el resto del Archipiélago.
Medio Ambiente señala en su propuesta que el objetivo de la declaración del primer Parque Nacional marino del Estado español y su incorporación a la Red de Parques Nacionales contribuirán a la conservación de la gea, flora y fauna marina, así como de los fondos marinos, el paisaje y los valores culturales que contiene el mar territorial español.
Entre otros, los objetivos particulares que se persiguen son contribuir a la conservación y recuperación del medio marino de Canarias y el Estado; consolidar, regular y potenciar las actividades económicas compatibles con el Parque, especialmente la pesca profesional de carácter artesanal; fomentar actividades educativas para el conocimiento por la sociedad de los valores del Parque; apoyar la investigación científica en la zona; o contribuir al progreso socioeconómico de El Hierro y a la consolidación de su población tras el episodio volcánico eruptivo del año 2011.
La inclusión de este espacio marino en la Red de Parques Nacionales servirá asimismo para conservar los hábitats, la biodiversidad y los procesos ecológicos de una zona marina de alta singularidad y representatividad; para proteger los valores ecológicos adicionales de las aguas de El Hierro; y para promover la conservación de las poblaciones residentes de dos especies de cetáceos de la familia ziphiidae: el zifio de Cuvier y el zifio de Blainville.
