Todos los trabajadores de Endesa en El Hierro denuncian “acoso insoportable” ante un juicio laboral inminente

Instalaciones de Gorona del Viento

Alexis González

Gorona del Viento está considerado uno de los proyectos de innovación tecnológica industrial más destacados a escala mundial. La central hidroeléctrica es hasta un reclamo turístico de El Hierro, por su conocida capacidad para abastecerla con energías limpias. Ha sido noticia en toda España cuando ha logrado surtir solo con energías renovables la isla durante 18 días y 9 horas. Y hasta ha anunciado reparto de beneficios entre sus socios públicos y privados, la propia Endesa, el Gobierno de Canarias y el Cabildo de El Hierro, debido al éxito que ha tenido.

Sin embargo, la totalidad de la plantilla de Operación Endesa en El Hierro, 18 trabajadores que se encargan de gestionar tanto esa central innovadora y puntera como la antigua de diésel de Llanos Blancos, lo viven de una manera distinta: llevan años en conflicto laboral con la multinacional italiana, y ahora denuncian “un acoso insoportable”, ante la inminente celebración de un juicio en el que reclaman compensaciones por la carga de trabajo y las categorías no reconocidas desde la puesta en marcha de esta segunda central limpia.

La compañía –la antigua Unelco canaria, después integrada en Endesa y ahora en manos de la italiana Enel- ha declinado a este periódico hacer comentarios, siguiendo “la política de no valorar asuntos que se encuentran en el ámbito jurídico”, pero desde Comisiones Obreras Canarias explican que el conflicto laboral interno se ha recrudecido en las últimas semanas, a medida que se acerca la fecha del juicio, el próximo lunes 22 de octubre.

A principios de septiembre, responsables sindicales de Comisiones Obreras realizaron una asamblea con los 18 trabajadores de Operación de Endesa en Gorona del Viento, al objeto de informar de primera mano de las novedades sobre el juicio del día 22 en Tenerife. Pero según aclaran desde el sindicato, este encuentro sirvió a los trabajadores para poner de manifiesto el mal clima laboral existente por la actitud que está mostrando la dirección de la central y que los propios trabajadores han calificado de “insostenible”. Una ofensiva desde la compañía para parar la demanda laboral que debe sustanciarse en sede judicial en menos de una semana.

Estos hechos fueron trasladados por CCOO a la dirección de Relaciones Laborales de Endesa en Madrid, solicitando el cese inmediato de las presiones a los trabajadores. La dirección de Endesa rechazó que lo que denunciaban los trabajadores herreños estuviera ocurriendo. Pero desde el sindicato, según pulsaron sus representantes en esa asamblea, la realidad es bien diferente: “Está acosándonos”, coincidió uno de los trabajadores, que prefirió, como los demás, mantener sus testimonios en el anonimato. “Y el acoso va a más, el látigo tiene ahora cuatro puntas”, dijo otro. Otro trabajador lo sigue explicando gráficamente: “Aquí no puedes reclamar nada, porque si reclamas una cosa, te dan un palo, y si reclamas otra, otro palo. Nos denigra a diario, lo que genera empeoramiento de salud, y estrés”. “Está acabando con nosotros. Un día va a pasar una desgracia y nos echarán la culpa a nosotros”, concluyó otro.

Dos centrales cuando antes solo había una

El conflicto en la isla se origina desde el comienzo de la gestión ordinaria durante las 24 horas del día de la central hidroeólica de Gorona del Viento, el 25 de junio de 2015. La instalación industrial tiene capacidad para abastecer con energías renovables a la totalidad de la isla gracias a un sistema que combina energía hidráulica y eólica. Está considerada como ejemplo de buen hacer empresarial desde las empresas e instituciones que participan en él. La central hidroeléctrica está gestionada por Gorona del Viento, participada en un 66 % por el Cabildo de El Hierro, un 23 % por Endesa y un 11 % por el Gobierno de Canarias. Pero según el contrato suscrito entre Endesa y la sociedad homónima que lo gestiona, Gorona del Viento es operada por esos 18 trabajadores de Endesa, los mismos que trabajaban en la vieja central diésel.

Los 18 trabajadores, es decir, la totalidad de la plantilla de Operación, han demandado a Endesa porque, tras la puesta en marcha de la central, se han visto obligados a realizar unos trabajos que no se corresponden con la categoría que ocupan en la empresa, el nivel competencia 4, el más bajo de la eléctrica. Las fuentes sindicales explican que la dirección de Endesa “no previó, o no tuvo en cuenta”, que estos nuevos trabajos comportarían funciones y responsabilidades que no se corresponden con las de estos trabajadores. Además, ha precisado adaptarse a tres tecnologías de generación diferentes (diésel, eólica e hidráulica).

El arranque de Gorona del Viento no solo ha proporcionado mayores responsabilidades a los trabajadores de la central. También ha incrementado de forma sustancial su carga de trabajo. CCOO Canarias lo cuantifica de esta manera: “si en 2014, cuando aún no funcionaba la central hidroeólica, el número de operaciones en Llanos Blancos ascendió a 2.144, la operación conjunta de las centrales de Llanos Blancos y Gorona del Viento sumó un total de 9.066 operaciones en 2016. De estas, el 87 % del total corresponden a Gorona del Viento, un total de 7.917”.

En este contexto de elevada carga de trabajo y debido a los constantes cambios en la organización del trabajo que establece la dirección de Endesa, Comisiones Obreras solicitó a Endesa el cumplimiento de la obligación legal de realizar una reevaluación de riesgos psicosociales específico del personal en El Hierro. Endesa rechazó su realización, por lo que CCOO instó a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Santa Cruz de Tenerife para que se cumpla tal precepto.

“Las nuevas funciones y responsabilidades han sido el motivo para que los trabajadores reclamen que se les abone la diferencia salarial entre la categoría que ostentan actualmente y la superior desde el momento en que se puso en marcha Gorona del Viento”, aclaran los portavoces del sindicato. La demanda, presentada el 14 de diciembre de 2016, fue decidida por la totalidad de los trabajadores [de Operación, en la isla hay otros seis empleados: el jefe de central, una administrativa y cuatro operarios de mantenimiento] ante el silencio de la dirección a las reclamaciones de la plantilla, que venía insistiéndole desde hacía un año. La reclamación se fundamenta en lo pactado en el vigente IV Convenio Colectivo de Endesa.

Represalias: a limpiar con cubo y fregona

Solo 15 días más tarde de haberse presentado la demanda, “esta trajo consigo represalias por parte del responsable de la central, Juan Luis Padrón Morales”, denuncian desde CCOO Canarias. A principios de enero de 2017 se comunica a los trabajadores que debían limpiar los pisos del recinto “con cubo y fregona” y justificar “de forma individual, obligatoria e inexcusable” el trabajo realizado para “cada hora de trabajo en cada uno de los modos de funcionamiento de las centrales”. Se trata de una exigencia inédita en cualquier central eléctrica, según relatan los sindicalistas que promueven esta demanda laboral.

Sin haber sido resuelta la demanda original, estas represalias tuvieron como consecuencia una nueva demanda, esta vez un Conflicto Colectivo por Modificación Sustancial de Condiciones de Trabajo. Esta segunda demanda, interpuesta por la Federación de Comisiones Obreras de Industria de Canarias, se resolvió en el Juzgado de lo Social número 2 de Santa Cruz de Tenerife el 20 de septiembre de 2017, con un acuerdo con Endesa por la cual la dirección aceptaba retirarles la orden de limpiar. También, la dirección de la empresa se comprometió de forma verbal a llegar a un acuerdo por la primera demanda, ese mismo al que no se ha llegado y que debe resolverse en el juicio del día 22.

CCOO Canarias denuncia que “la dirección no cumplió su promesa, y en el juicio que iba a celebrarse el pasado 12 de abril en el Juzgado de lo Social número 3 de Santa Cruz de Tenerife, no quiso conciliar. Todo lo contrario, mantuvo una actitud de rechazo frontal al acuerdo. El hecho de que la actualización de las cantidades reclamadas por los trabajadores, presentadas en tiempo y forma por CCOO, no hubiera llegado al abogado de la dirección de Endesa, de la firma Sagardoy Abogados, al no personarse este en la causa hasta el mismo día del juicio, fue el motivo que alegó Endesa para pedir la suspensión del juicio”. La jueza lo aceptó y fijó la nueva vista para el próximo 22 de octubre.

El sindicato entiende que no hay “circunstancia de defecto operativo en la central” que justifique “esta intolerable actitud de la dirección de Endesa”. La central Gorona del Viento no solo registra esos rendimientos tan óptimos, sino que en el reparto de beneficios anunciado por la presidenta del Cabildo de El Hierro, la nacionalista Belén Allende (AHI-CC) dijo: “Es un hecho extraordinario estar en 2018 hablando de reparto de beneficios en Gorona, ya que supone un adelanto considerable sobre las fechas previstas”.

El conflicto laboral de los 18 trabajadores de Operación de la central de Gorona del Viento es el peor de la historia reciente de El Hierro. Comisiones Obreras sigue insistiendo en las posibilidades que tiene Endesa de llegar a un acuerdo con sus trabajadores que evite el juicio previsto, aunque sea a costa de menos beneficios inesperados. Si no hay reacción de Endesa, el próximo capítulo del conflicto lo decidirá un juez el 22 de octubre.

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