Robots eléctricos que recogen basura en playas o viviendas inteligentes: ideas para hacer más sostenible a Gran Canaria

Varios equipos poniendo a punto sus prototipos durante el Smart Green Island celebrado en Infecar desde el 23 al 26 de febrero.

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

Pequeños robots eléctricos que recogen la basura de las playas, o habitaciones inteligentes en hoteles en los que el usuario puede regular la luz. Son algunos de los proyectos en los que más de 200 jóvenes y profesionales de 39 universidades de siete países europeos han trabajado desde el pasado viernes a este lunes en Las Palmas de Gran Canaria con el objetivo de fomentar el uso de las energías renovables en la Isla y en el mundo.

Con el objetivo de combinar la tecnología y la sostenibilidad, la ciudad capitalina ha acogido por tercera vez Smart Green Island, un evento organizado por la empresa alemana ITQ para desarrollar prototipos con tecnología puntera, y en el que los jóvenes talentos conviven con profesionales en innovación. A través de las propuestas, el evento trata de demostrar que las tecnologías inteligentes pueden ayudar a conectar a las personas y resolver los problemas derivados del cambio climático.

Rainer Stetter es el director de esta iniciativa: “Partimos de la idea de que muchas empresas que se dedican a las energías renovables no tienen muchos jóvenes en sus plantillas. Normalmente hay muy poca gente que se dedique a las cosas técnicas, como la mecánica o la informática; ese es el principal problema en toda Europa”, explica.

Y Gran Canaria es el lugar escogido por “el sol”, dice Stteter entre risas: “En Alemania ahora está nevando, aquí el clima es muy bueno, un atractivo para los jóvenes. Además, hay sol, viento y movimiento del mar todo el año; con este medio ambiente se puede hacer de todo”.

En jornadas maratonianas, durante cuatro días (aunque la prevención por el temporal suspendió el evento el domingo), los participantes han trabajado en grupos interdisciplinares en una idea que materializaron este lunes en una puesta común. “El objetivo es desarrollar ideas, y quizá después alguna se pueda vender. Si no se consigue, pues los jóvenes han aprendido mucho a desenvolverse en equipo en un proyecto sobre energía verde y conocen a profesionales de la industria”, afirma Stteter.

María Luisa Ripoll es madrileña, pero estudia en Munich una carrera “parecida a Industriales” en España, que conjuga “eléctrica, electrónica y automática”. Es su tercer año, el último. Supo de la existencia del evento por una profesor de su universidad “amigo del organizador del evento” y decidió viajar a Gran Canaria por primera vez.

Junto a otras personas con “mucha experiencia a distintos niveles, desde grados a doctorados” y de “diferentes sitios” desarrollaron un robot que puede recoger basura en las playas: “Tiene un tenedor con el que recoge la basura y la pone en su caja. Tratamos de que fuera autónomo y anfibio, aunque por falta de tiempo no conseguimos que pudiera internarse dentro del agua. El objetivo es que fuese completamente renovable, que no solamente limpie, sino que también obtenga su movimiento de la energía solar”.

Ripoll recuerda que la idea venía de atrás, cuando viajó a una Isla al norte de Alemania en la que vieron bastantes esqueletos de polluelos. “Los pájaros recogen una especie de red que confunden con algas. Entonces utilizan estas redes, que son basura, que se encuentran en el mar y en las costas, para hacer nidos. Al ser plástico, cuando los huevos que están dentro de los nidos eclosionan, los polluelos se quedan atascados dentro de las redes, no pueden moverse y se mueren”.

Por su parte, el grancanario Robin Feliciano decidió que esta vez no se le iba a escapar la oportunidad, ya que en la anterior edición no pudo participar. Está en segundo año de la carrera de Ingeniería en Diseño Industrial, en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, donde se promociona el evento. Se unió a un equipo de alemanes y españoles mayoritariamente y eligieron una de las propuestas de las empresas: ofertar un plus en las habitaciones de los hoteles.

En base a esa idea, cada uno con sus aptitudes, desarrollaron una aplicación para móviles para que el usuario pueda “poner las luces a su gusto, regular el aire acondicionado o simplemente mejorar su experiencia”, explica Feliciano.

“Yo no había trabajado nunca en un grupo interdisciplinar ni había hecho un proyecto que pudiese tocar. En la carrera aún nos basamos en la teoría, pero con esto llegamos a la práctica y la experiencia ha sido genial, es como una primera toma de contacto con el mundo laboral” resume Feliciano.

En su tercera edición, los participantes provienen en su mayoría de Alemania (62%) y de España (25%), pero también de Italia, Austria, Suiza, Eslovaquia y República Checa.

“Gran Canaria podría ser un ejemplo de las energías renovables”

Stetter, sobre la polémica generada entre el Cabildo de Gran Canaria y el Gobierno regional por la implantación del gas en las Islas, lo tiene claro: “Yo no entiendo por qué aquí tienen que utilizar el gas si tienen sol, viento y movimiento del mar casi todo el año. Para un alemán esto no se entiende. Gran Canaria podría ser un ejemplo de las renovables y sin embargo solo el 8% de la energía que se produce es verde. En Alemania es del 20% y somos 80 millones de habitantes; incluso tenemos más paneles solares. Es una locura. Con Smart Green Island queremos demostrar que se puede hacer de todo con energía 100% renovable”.

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