Drag Chuchi: “Yo en las venas no llevo sangre, llevo purpurina”

Pedro Bethencourt Guerra 'Drag Chuchi', el nuevo Drag Queen del carnaval de Las Palmas de Gran Canaria.EFE/Elvira Urquijo A.

EFE

Las Palmas de Gran Canaria —

El nuevo Drag Queen de Las Palmas de Gran Canaria, Drag Chuchi, ha confesado que “desde pequeño he vivido la Gala Drag y el Carnaval” y ha señalado orgulloso:“Yo en las venas no llevo sangre, llevo purpurina”.

Drag Chuchi se ha bajado de las plataformas para contar todos los detalles de su alter ego, Pedro Bethencourt Guerra, un carnavalero de sangre y corazón vecino del barrio de Arenales.

“Me hace muchísima ilusión el título, la Gran Cabalgata y la agenda que me viene por delante”, donde portará su banda y cetro como reinona de Una Noche en Río, ha indicado.

Patrocinado por la Universidad Fernando Pessoa Canarias y con un diseño de Kilian Betancor, la fantasía Repite mi nombre ha sido la favorita del jurado, con un espectáculo “donde arriesgábamos con las piruetas, y con un show con mensaje, nudo y desenlace”, que le ha hecho merecedor del primer cetro Drag del Carnaval grancanario.

Con miles de euros en materiales, meses de ensayo y de creación de la fantasía, Drag Chuchi ha recordado que la idea de su espectáculo, en el que se convirtió durante tres minutos en un dios hindú sobre más de 20 centímetros de plataformas fue algo que tanto su diseñador como él “tuvimos claro desde el principio”, porque “cuando vimos las telas y los materiales de Estambul, teníamos que crear algo así”.

Para él, el secreto de su número y lo que hace que un Drag destaque entre los demás “es mostrar personalidad y diferenciarse” con una propuesta “con actitud y con ganas de disfrutar”, porque, “si disfrutas del espectáculo, eso se transmite al público, en una energía que es recíproca”.

Sin embargo, como ha recalcado “soy yo el que me puse las plataformas y me lancé al vacío”, en referencia a su espectáculo, en el que se dejó caer de espaldas al escenario, “pero hay una coreografía delante y detrás del escenario”, ya que la fantasía “Repite mi nombre?” ha contado con 6 personas sobre las tablas de Santa Catalina y una decena más moviendo el atrezzo.

Este momento clave en su espectáculo es “una señal de confianza”, al precipitarse al vacío desde una plataforma de gran altura “confiando en todo el equipo que hay detrás”.

El elenco con el que ha contado el artista ha logrado transformar el céntrico parque en un templo hindú, e incluso en una fiesta con una coreografía digna de Bollywood.

Drag Chuchi ha logrado el cetro del Carnaval en su tercera puesta en escena en Las Palmas de Gran Canaria, aunque ya ha logrado la banda de reinona en varios de los municipios de la isla.

“Participé en el escenario hace años y fue impresionante”, ha recordado, “esa energía en la que realmente el escenario vibra” es algo que “no pude sacarme de dentro y se quedó como un gusanillo ” hasta que “en 2017 me lancé” a presentarse a la Gala Drag por primera vez.

Considera que “ser Drag Queen es el mayor reconocimiento”, por lo que no está seguro de si volverá a presentarse en el futuro, aunque tiene “una idea de su espectáculo como Drag saliente” del que ha adelantado que “será un viaje de una cultura a otra”.

Según ha relatado, el viaje a Drag Queen de “Una Noche en Río” ha sido largo y ha estado “lleno de grandes momentos”.

Al decidir inspirar su número en la cultura hindú, “contactamos con la comunidad indostánica de Las Palmas, que nos invitó a una de sus ceremonias” y allí “hablamos con ellos y les comentamos el número, desde el más absoluto respeto”, y como ha agradecido “nos arroparon con mucho cariño”.

Solo pidieron que “en el caso de representar a algún dios no dejásemos caer las máscaras al suelo” y “así lo hicimos”, ha declarado agradecido.

Dentro de su número “hay muchos detalles que hablan de un trabajo de muchos meses” que “ha tenido una gran recompensa a tanto esfuerzo, confección, ensayos y entrenamiento físico”.

Drag Chuchi, el formato sobre plataformas de Pedro Bethencourt, nace de una broma entre amigos y compañeros desde la universidad “donde nos llamábamos chuchi como apodo cariñoso, y bueno después de tanto chuchi, cuando me tocó elegir nombre Drag lo tuve claro”.

Pedro Bethencourt se encuentra en un momento dulce de su vida, ya que tras años dedicados al marketing ha decidido “dar un giro a la vida” y orientarla profesionalmente a “algo más artístico, porque es lo que me hace feliz”, porque “es el momento de hacerlo”, ha asegurado.

Doce horas después de alzar el cetro en el parque Santa Catalina, Pedro Bethencourt y Drag Chuchi se han confesado “muy agradecidos” y con un “cúmulo de emociones y sentimientos aún” porque “aún estoy que no me lo creo”, ha explicado emocionado.

Como ha asegurado, “es todo un orgullo representar al Carnaval de mi ciudad en el mundo” como en la Gay Pride de Madrid o en Fitur, donde espera poder volver a vestirse de Drag Chuchi para lucir banda y cetro en nombre de la fiesta capitalina que como ha asegurado “lleva dentro de las venas”.

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