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Sobre este blog

Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.

EPISODIO VIII

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Faltan, exactamente, dos meses y dos días para que el Episodio VIII -por lo menos, en los países nórdicos- llegue a las pantallas y ya han aparecido, en menos de 24 horas, toda una legión de comentarios, interpretaciones, “estudios” y conclusiones más o menos afortunadas. Por lo menos, no he leído ninguna comparación utilizando un símil que recurre a quien se gana la vida usando los triles, ni nada por el estilo, para explicar las técnicas de ventas de Lucasfilms. A estas alturas de la película, cuarenta años después del estreno del Episodio IV, bastantes estupideces se han dicho ya sobre el universo creado por George Lucas como un contrapeso emocional -al no poder llevar a la gran pantalla al personaje creado por Alex Raymond- como para seguir aumentando la lista de barbaridades.

No obstante, resulta curioso que las inquisitivas miradas de quienes se consideran a sí mismos como seguidores de la saga continúen fijándose en las mismas cosas. En este caso, me refiero a un personaje que aparece tan sólo unos segundos y que, salvo por su chillona voz, se asemeja mucho a un Hoojibs… ¿No saben lo que es un Hoojibs? Pues será cuestión de que consulten la serie clásica, gráfica, publicada por Marvel Comics, a partir del número 55 (enero 1982) y entenderán la razón de mi argumento. El resto de los comentarios van por otros derroteros, pero cuando aparece una criatura, llámese Ewok o llámese como se llame, el brazo censor del imperio galáctico se deja sentir en toda la galaxia. Otra cosa son los sociópatas, esos sí que molan…

Volviendo al tema en sí, me ha sorprendido que pocos se hagan eco de la oscuridad, la desazón y el carácter crepuscular que transmite el tercer y definitivo tráiler, lanzado durante la jornada del día diez del presente mes de octubre, acompañado, éste, de la toda la pirotecnia promocional de la que se suele valer la compañía Walt Disney cuando pretende vender un producto pensado para hacer caja. Lo cierto es que el tercero de los avances no logra sembrar las dudas en la mente del espectador de la misma forma que el segundo, pero, en realidad, ni Walt Disney, ni Lucasfilms necesitan recurrir a ningún truco de prestidigitación para lograr su cometido. Al revés que con Rogue One, el Episodio VIII está pensado por y para una generación que ha crecido con el mito galáctico como condimento fundamental para su desarrollo emocional.

Cuarenta años atrás no había nada similar y, cuando se estrenó el Episodio IV, en aquel momento, Star Wars -o La guerra de las galaxias, en nuestro país- todos los que la vimos absorbimos aquella mitología como las esponjas que éramos, ávidos de unas emociones que, hasta entonces, no se habían visto colmadas. Podríamos ser más inocentes y menos exigentes, pero, por lo menos, no malgastábamos el tiempo haciendo cávalas absurdas que han terminado por desvirtuar el mensaje que los guiones originales de la trilogía estrenada entre 1977 y 1983 pudieran contener.

Puede que crecer signifique muchas cosas, pero la pérdida de la memoria no está entre las cosas que se dejan por el camino o, por lo menos, yo no creo que deba estar. Como tampoco se debe perder el tiempo queriendo desvirtuar algo que ni tan siquiera se ha visto… Dicho esto, en la sociedad de la inmediatez, todo vale con tal de ganar no los quince minutos de fama que citara Andy Warhol, sino los quince segundos, tiempo en que el un mensaje permanece en una red social antes de ser desbancado por el siguiente.

© Eduardo Serradilla Sanchis, 2017

Star Wars © Lucasfilm Ltd. & TM. All rights reserved. Text, any related names, characters and illustrations for Star Wars universe are © 2017 Lucasfilm Ltd.

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Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.

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