Sobre este blog

Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.

STAR WARS: Las bases sobre las que se sustenta la creación de una mitología propia (3) INFLUENCIAS CINEMATOGRÁFICAS

El propio George Lucas ha declarado, a lo largo de los extractos recogidos anteriormente, que durante su juventud se enamoró de los seriales cinematográficos de aventuras –seriales que equivaldrían a las series de televisión de hoy en día- y, sobre todo, de las hazañas de héroes tales como Flash Gordon y Anthony “Buck” Rogers.

Flash Gordon, héroe de tira dominical gráfica de los años 30, era un afamado jugador de polo – de fútbol americano, según las nuevas versiones- que, junto con Dale Arden y el doctor Hans Zarkov termina inmerso en una guerra galáctica contra un malvado emperador llamado Ming, el Despiadado.

Anthony Rogers, por su parte, apareció primero en un relato pulp –Armageddon 2419 A.D., de Phil Nowlan, publicado en Amazing Stories, en 1928- y, luego, en tira de prensa. Veterano aviador de la primera guerra mundial e ingeniero químico una vez acabada la guerra, el personaje despierta en el año 2419, tras permanecer encerrado en una cueva en animación suspendida. Han pasado 492 años, pero él no ha envejecido. Sin embargo, la Tierra es ahora un territorio dominado por distintas facciones antagónicas. Al igual que le sucede a Gordon, Rogers también se verá inmerso en una contienda bélica, en esta ocasión, en el siglo XXV.

Otro elemento digno de destacar es que el personaje de Buck Rogers estará acompañado, casi desde el primer momento, por la teniente Wilma Deering, una soldado independiente, decidida y capaz de valerse por sí misma.

El medallista olímpico y actor Larry “Buster” Crabbe fue el encargado de dar vida a estos personajes en la pantalla. Se hicieron tres seriales de Flash Gordon y uno, de “Buck” Rogers.

Flash Gordon y “Buck” Rogers son un claro ejemplo del esquema por el que se regían dichos seriales; es decir, escenarios exóticos, mucha acción, villanos muy arquetípicos y un cliffhanger final que dejaba al espectador con el corazón en un puño. Por lo general, cada serial duraba de 12 a 15 episodios, de entre 18-20 minutos de duración cada uno, incluyendo un pequeño resumen del capítulo anterior. Éste servía para enlazar con el preciso momento en el que había terminado el capítulo anterior, Cliffhanger incluido. Ver estas primigenias aventuras galácticas supuso una suerte de guía de estilo para que, luego, George Lucas moldeara su saga cinematográfica.

La segunda gran influencia cinematográfica sobre la que se apoyó George Lucas proviene del cineasta japonés Akira Kurosawa, sobre todo de su película La Fortaleza Escondida (Kakushi toride no san-akunin). En dicha historia, rodada en 1958, se nos cuenta la historia de una princesa atrapada detrás de las líneas enemigas, acompañada de un general que le es leal y de dos ladrones de poca monta.

Tal y como se puede ver, Star Wars debe mucho a La Fortaleza Escondida, sobre todo en sus inicios. Es más, se puede decir que el guión original de Lucas era básicamente un “remake” de la película de Akira Kurosawa, incluso en los conceptos finales de edición de la película. Muchos todavía permanecen, a pesar de los cambios que sufrió la historia finalmente rodada por George Lucas.

Lo que joven director californiano encontró más interesante en la película fue que, a pesar de que el relato trata de una guerra entre clanes en el Japón feudal, éste está contado según la perspectiva de los dos personajes más comunes de la película. Tahei y Matakishi (los actores Minoru Chiaki y Kamatari Fujiwara) son dos campesinos que se unieron a la batalla en busca de aventuras y riquezas. Una vez que su clan es derrotado, los dos deciden hacer las maletas y volver a casa, pero durante el camino, se pelean y se pelean hasta que, finalmente, se separaran. Capturados por las fuerzas enemigas –y vencedoras- por separado, terminan de nuevo juntos, lo que salvará sus vidas y, tras un “descanso” en una enorme prisión, ambos tropiezan con un inmenso alijo de oro, con una princesa de incógnito llamada Yukihime (la atractiva Misa Uehara) y con su fiel guardaespaldas, el general Rokurota Makabe (el único, Toshiro Mifune), quienes han escapado del enemigo y quieren refugiarse en las montañas.

Con el paso del tiempo, George Lucas se fue apartando de la trama original de la película de Akira Korosawa, pero queda claro que los personajes de Tahei y Matakishi se acabaron transmutando en R2-D2 y C-3PO. Al igual que los dos ladrones, muchas cosas que suceden en Star Wars tienen a los dos androides como centro de unión –y atención -de la historia. Este recurso permitió a Lucas captar la atención de la audiencia sobre las características del nuevo mundo, sin recurrir a grandes parlamentos y de manera clara y directa. Y, al igual que los ladrones, los androides se separan y son capturados, y luego se encontrarán de nuevo para continuar su increíble aventura.

Si nos ceñimos a la personalidad de Obi-Wan Kenobi, su carácter proviene tanto del general Rokurota Makabe como de otro personaje también interpretado por el actor Toshiro Mifune, Sanjuro, de Yojimbo, que también dirigió Akira Kurosawa. En una escena conmovedora, el General Makabe persigue a los enemigos a caballo, pero su impulso lo lleva directamente a un campamento enemigo. La escena se repite en la obra de Lucas con el Halcón Milenario al entrar en la Estrella de la Muerte.

El duelo que el general mantendrá con su archienemigo es muy similar a la del combate de sables de luz que tiene lugar en la Estrella de la Muerte entre Obi-Wan y Darth Vader en Star Wars. Por su parte, una escena de Yojimbo cuenta con varios mercenarios fanfarroneando sobre sus crímenes, amenazando a Sanjuro. Éste termina el proceso dejando a uno de sus atacantes con un brazo cortado en el suelo. A esta secuencia se le rindió homenaje en Star Wars la cantina de Mos Isley, donde Obi-Wan muestra sus habilidades con el sable de luz por vez primera. Nota 1:

Las tierras estériles de la película La Fortaleza Escondida son otra clara inspiración para Star Wars, tal y como se ve en los planos rodados en el desierto de Tatooine al igual que en el montaje utilizado, sobre todo cuando la película nos muestra uno u otro personaje.

Pinceladas de muchas otras películas de la historia de la cinematografía mundial y detalles de series de televisión míticas también inspiraron a Lucas en su “cóctel galáctico”. Star Wars tiene retales de Alexander Nevsky (Sergei Einsestein, 1938) en lo tocante al aspecto que debía tener el Emperador, los soldados del imperio y los ropajes de Tatooine.

De la controvertida cinta El triunfo de la Voluntad (Leni Riefenstahl, 1935) Lucas se apropió de una secuencia para luego recrear el momento de la condecoración de Luke Skywalker y Han Solo en Yavin 4. El aspecto físico y, sobre todo, la forma de ser de Jabba el Hutt salieron del personaje que el actor Sidney Greenstreet interpretó en Casablanca.Casablanca Y así pincelada tras pincelada se fue construyendo Star Wars.

© Jose Gracia Pont, 2016

© Eduardo Serradilla Sanchis, 2016

Jackie Moran, Buster Crabbe y Constance Moore © 1939-2016 Universal Pictures

Nota 1: George Lucas hubiera deseado que Toshiro Mifune, uno de los mejores y más reputados actores de todos los tiempos, hubiese sido quien diera la réplica al personaje de Obi-Wan pero, en aquellos momentos, los deseos del director no se vieron cumplidos. No obstante, sir Alec Guinness se antoja como una “segunda opción” más que digna, sobre todo, a tenor de los resultados finales.

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Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.

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