AM-CC exige a la Consejería de Sanidad que empiece a hacer test PCR en Fuerteventura

Asamblea Majorera – Coalición Canaria (AM-CC) ha exigido al Gobierno de Canarias que asuma “de una vez” sus competencias en sanidad y comience a hacer test PCR de la COVID-19 en Fuerteventura, lo que evitaría el envío de pruebas a Tenerife y Gran Canaria.

En un comunicado, los nacionalistas han recordado que el Hospital de Fuerteventura cuenta desde 1995 con el equipamiento técnico en laboratorios necesario para hacer estas analíticas por lo que solo sería necesario incorporarle los reactivos específicos de la COVID-19.

Sin embargo, “Sanidad ha optado por enviar las pruebas fuera, en vez de traer los reactivos necesarios para hacer los análisis en la isla y acortar los tiempos de respuesta que con de 48 horas”, han criticado desde AM-CC, que ha puesto como ejemplo que en Lanzarote se dispone de reactivos y las analíticas se realizan en su hospital.

Para los nacionalistas, esta “dejadez” de los responsables de la Consejería de Sanidad del Gobierno viene de la mano de la campaña publicitaria del presidente del Cabildo, Blas Acosta, que “en su disertación diaria del pasado 13 de abril anunció que había comprado maquinaria de la marca Bosch para hacer análisis en el Hospital de Fuerteventura”. “Todo ello, con el silencio cómplice de Sanidad, que sabiendo que esa maquinaria existía ya en el Hospital de Fuerteventura, ni si quiera se dignó corregirlo”, han criticado.

Desde las filas nacionalistas han denunciado que ni los aparatos Bosch prometidos por el Cabildo han llegado, ni Sanidad ha traído reactivos para activar los equipos que desde hace años ya estaban instalados en el hospital.

La renuncia de la Consejería de Sanidad en Fuerteventura en materia de la COVID-19 ha dado pie, según AM-CC, a descalificaciones realizadas sobre distintos colectivos sociales, e incluso hasta la portavocía en materia sanitaria asumida desde el Cabildo, generando una confusión constante de datos. 

A ello se suma que la maquinaria de laboratorio anunciada como de adquisición inmediata “no solo no ha llegado a Fuerteventura, sino que tampoco se tiene constancia de que esté en ninguna otra isla no capitalina”.

El pasado 23 de marzo desde el Cabildo también se adelantaba la próxima adquisición de diez respiradores, que a los pocos días se quedaron en siete con el añadido de tres de estos en realidad eran maquinaria de la marca Drager Oxylog que había sido retirada de ambulancias en desuso desde hace años en el municipio de Pájara con “un alto grado de obsolescencia y no son aptos para su uso con pacientes de COVID-19”.

Según AM-CC, la propia empresa fabricante había advertido pocos días antes a la sanidad española, y por escrito, que ese modelo de respiradores son sólo para uso temporal en ambulancias e intervenciones de emergencias y accidente pero no para empleo prolongado y en planta hospitalaria.

Los otros cuatro equipos adquiridos eran en realidad monitores/respiradores destinados a los residentes del centro de mayores de Casillas del Ángel que se desviaron al hospital, y que tampoco son aptos para la ventilación en planta a pacientes de COVID-19, pues “son monitores/respiradores para otro perfil de pacientes”.

Según los nacionalistas, la población de Fuerteventura también tiene presente el anuncio del Cabildo del 30 de marzo, con avioneta incluida, de la llegada de 50.000 test a la isla, que en cuestión de días permitirían detectar el estado de la epidemia.

Pero, “25 días más tarde lo único que sabemos de los 50.000 test anunciados desde el Cabildo es que según llegaron se fueron, pues hoy siguen faltando test en Fuerteventura para muchos colectivos sociales y profesionales sensibles”, concluye la nota .