Sobre este blog

HELSINKI DESDE DENTRO

Toda ciudad tiene dos vertientes; es decir, la que se ve a simple vista, y la que se conoce cuando se vive en ella. Este blog quiere contar lo que sucede en esta ciudad nórdica, tratando de no recorrer los lugares comunes tan del gusto de las guías turísticas. Y todo ello, en lengua castellana.

SERGIO STIVALETTI Y SU DESBORDANTE MUNDO DE PESADILLA

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Estas palabras, recogidas en el libro de Alan Jones Dario Argento. The Man, the myths & the magic, son la mejor tarjeta de presentación para un creador, Sergio Stivaletti que, al revés de quienes le precedieron en el arte de los efectos visuales cinematográficos, no encaminó sus pasos en dicho terreno por mero accidente del destino, por la necesidad de solucionar un problema surgido en medio de un rodaje cinematográfico o como miembro de una saga familiar, tal y como es el caso de Mario Bava, hijo del escultor Eugenio Bava, Giannetto De Rossi o los hermanos Tonino y Giovanni Corridori. Sergio Stivaletti (1957) tenía claro, desde que jugaba con la cera de impresión dental que utilizaba su padre en la consulta que éste poseía, que lo suyo era crear todo aquello que nuestra imaginación puede imaginar y luego trasladarlo hasta un escenario cinematográfico, por grotesco que esto pudiera resultar.

Sergio Stivaletti.

Su debut en la industria llegó de la mano del director Sergio Martino quien le encargó los efectos de animación, fotograma a fotograma, de la película Assassinio al cimitero etrusco (1982) No obstante fue Phenomena, la película dirigida por Dario Argento y protagonizada por Jennifer Connelly y Daria Nicolodi en 1985, la que le supondría el comienzo de una relación profesional con el realizador italiano que influiría en la carrera profesional de Segio Stivaletti más allá de su faceta como director de efectos visuales y especiales. 2

Phenomena © 2018 DACFILM Rome.

Tras Phenomena, Dario Argento, ahora en papel del productor, le encargó que se hiciera cargo de los efectos necesarios para dar vida a las espectrales criaturas que pueblan la película Demons, escrita por el mismo Dario Argento, junto a Franco Ferrini, Dardano Sacchetti y dirigida por el hijo de Mario Bava, Lamberto, quien también participó en el guión. Demons, rodada finalmente en Berlín, aunque la idea original era la de rodar en el mismo cine británico en el que John Landis rodó An American Werewolf in London, le dio a la oportunidad a Sergio Stivaletti de trabajar tal y como se hacía en el mercado anglosajón. Fue una oportunidad increíble para mí el poder hacer efectos especiales gore al estilo americano. Me encantó. Dario (Argento) me comentó que quería efectos extraños, increíbles, hecho que me facilitó mucho el trabajo. No hay nada más difícil que intentar recrear la realidad. 1

Michele Soavi en la película Demons © 2018 DACFILM Rome.

Demons le permitió a Sergio Stivaletti no sólo figurar en los títulos de crédito de la película -como responsable de “creazioni e truccature speciali”-algo que no había sucedido hasta entonces, sino contribuir al desarrollo de la narración, siempre que se hable de los efectos que apoyan el discurso visual de la película. Basándose en sus experiencias anterior y en los conocimientos académicos, adquiridos en un curso universitario sobre medicina y escultura dental, Sergio Stivaletti, sus dos ayudantes -Barbara Mososetti, Sami Habib Ahmed- y la maquilladora Rosario Prestopino, quienes también figuran en los créditos de la película, desarrollaron los más de 500 efectos necesarios para teñir de sangre y vísceras el escenario donde se desarrolla toda la acción, en tan sólo dos semanas. Y lo mejor de todo -en especial para el productor de la cinta, el propio Dario Argento- contando con presupuesto escaso, por decirlo de una forma educada. 3

Urbano Barberini y Natasha Hovey en la película Demons © 2018 DACFILM Rome.

En el imaginario de todo buen seguidor del cine de género aún permanecen las secuencias finales de la película, momentos en los que el protagonista principal, y superviviente de la pesadilla demoniaca que se desata dentro del cine Metropol, George (Urbano Barberini), primero, imparte justicia cual caballero andante del medievo, a lomos de una motocicleta y empuñando una justiciera katana y, luego, utiliza las aspas de un helicóptero para segar la maldita existencia de los demonios que han sobrevivido al azote de su mortal cabalgada anterior.

Tras la experiencia y su posterior secuela, Demons 2…L´incubo ritorna (1986) rodada con menos presupuesto que la anterior -con mucho oficio, pero sin la misma genialidad, todo sea dicho- Sergio Stivaletti se embarcó el rodaje de Ópera (1987), una película mucho más ambiciosa, dirigida, esta vez sí, por su “padrino profesional”, Dario Argento y con un presupuesto real y que le permitió crear los inquietantes y realistas cuervos animados y las marionetas que acosarán y mutilarán al inspector Alan Santini (Urbano Barberini) entre otras muchas cosas.

Urbano Barberini con uno de los cuervos creados por Sergio Stivaletti para la película Ópera © 2018 ADC Films & Cecchi Gori Group Tiger Cinematografica.

Lo cierto es que la génesis de Ópera empezó dos años antes cuando Dario Argento fue requerido para dirigir una versión de la ópera de Verdi, Rigoletto, para el festival que se celebra en el Sferisterio Theatre de la ciudad italiana de Mascerata, situada en la región de Marche. Esta versión iba a contar con los diseños de Sergio Stivaletti para el maquillaje de los actores, dado que Dario Argento quería transformar al personaje del Duque de Mantua en perverso vampiro. Mientras el trabajo se encontraba en la pre-producción, este nuevo enfoque se filtró y tras las malas experiencias y el escándalo desatado sólo un año antes -y en el mismo escenario- cuando el director británico Ken Rusell decidió incluir en su versión de la ópera La Boheme elementos de la iconografía nacionalsocialista, los responsables del festival decidieron prescindir del tándem Argento-Stivaletti y evitarse males mayores. 4

Ópera © 2018 ADC Films & Cecchi Gori Group Tiger Cinematografica.

No obstante, parte de las experiencias adquiridas durante el tiempo en el que ambos trabajaron en el proyecto se vieron luego reflejadas en una película que contó, además de con el ya mencionado Urbano Barberini en su papel del desafortunado policía que se ve envuelto en la trama, con la impronta del actor británico Ian Charleson, con la presencia de la musa por excelencia del director, Daria Nicolodi, y con el debut en el cine transalpino de la actriz española Cristina Marsillach. Ésta última dará la réplica al personaje de Betty, la joven cantante, debutante en la arena operística gracias a la desgracia de la diva de turno y que luego se verá inmersa en una nueva y extrema pesadilla cinematográfica escrita para la ocasión por Dario Argento y Franco Verrini, otro de los “sospechosos habituales” cuando se habla del cine del director originario de la ciudad eterna (Roma).

Los diferentes modelos de cuervos, diseñados y desarrollados por Sergio Stivaletti y Barbara Morosetti para la película, tan inquietantes y perturbadores como los que aparecían en la inimitable The Birds (Alfred Hitchcock, 1963), aunque los de la segunda sí que eran reales, demostraron que aquel niño que jugaba con las herramientas dentales de su progenitor se había convertido en un referente de los efectos visuales y de maquillaje, en un país, el suyo, donde este tipo de disciplina se cultivaba bien poco, tal y como ya se ha dicho anteriormente.

El caso es que, tras Ópera, la relación profesional entre Dario Argento y Sergio Stivaletti se vio interrumpida, dado que, en las siguientes dos películas del director romano, Due occhi diabolici (1990) y Trauma (1993) el responsable de los efectos visuales y de maquillaje fue el gran Tom Savini, conocido por su larga y fructífera colaboración con el patriarca zombi, George A. Romero. Los siguientes trabajos en los que se vería involucrado Sergio Stivaletti fueron La Chiesa (1989) otra historia escrita por Dario Argento, pero dirigida por Michele Soavi en 1989; La maschera del demonio, otro nuevo largometraje, escrito y dirigido por Lamberto Bava (1990); y, de nuevo, bajo la dirección de Michele Soavi, Dellamorte Dellamore (1994), una de esas películas que, merced a la buena interpretación de Rupert Everett (en el papel de Francesco Dellamorte), el buen hacer del director y de todos los que trabajaron en ella, incluyendo Sergio Stivaletti, ha ido ganando enteros y adeptos desde que se estrenó hace ya más de dos décadas.

Anna Falchi, protagonista de la película Dellamorte Dellamore © 1994 Audifilm & Urania Film.

En 1996, una década después de su última colaboración juntos, Sergio Stivaletti aceptó el reto que suponía llevar a buen puerto La sindrome di Stendhal, la primera película italiana en utilizar los efectos visuales generados por ordenador. Me he interesado por el uso de imágenes generadas por ordenador en la industria del cine desde hace muchos años, desde que Tom Savini me llamó un buen día y muy excitado me dijo “¿Has visto Terminator 2: Judgement Day? Nuestra industria está cambiando.” He viajado por todo el mundo para aprender a usar esta tecnología y, de nuevo, soy un pionero en este campo en Italia, porque a nadie más parece importarle. 1

Visto lo visto, y a tenor de lo todo lo ya contado, no es de extrañar el reto y el proceso de reinvención al que se sometió Sergio Stivaletti para llevar a buen puerto una de las más oníricas, extremas y desasosegantes historias rodadas por Dario Argento y en donde más que los asesinatos y la forma en la que éstos se llevan a cabo, importa la débil y fina línea que separa la cordura de la locura más extrema. Una cordura que se termina por perder cuando un ser humano se ve sometido a las vejaciones y a los abusos que sufre Anna Manni (Asia Argento), la joven oficial de policía que protagoniza la película.

En la película hay cinco secuencias que fueron responsabilidad del responsable de los efectos generados por ordenador, tres de las cuales, debían transformar tres pinturas originales en la puerta de entrada para las ensoñaciones de la protagonista de la película. Paisaje con la caída de Ícaro (1554-1555) atribuida al pintor holandés Pieter Brueghel -aunque se alberguen dudas sobre su autoría-; La ronda nocturna (1642), obra del también holandés Rembrandt Harmenszoon van Rijn; y, por último, una obra pictórica basada en un lugar real, Villa Doria Pamphilli, un parque situado en la ciudad de Roma, el cual poseía una cascada por la que Anna atravesará, una vez que se introduzca dentro del cuadro fueron las pinturas escogidas. Con el primer cuadro teníamos que mostrar a Asia cayendo dentro del cuadro en dos dimensiones que, de repente, se convierte en tridimensional y ella aparece en lugar de Ícaro, se cae al agua y aparece un extraño pez. Para el segundo, Asia se transforma en parte de la calle sombría mientras se disuelve de una Holanda pasada a una Florencia actual. El último cuadro, que le causa alucinaciones a la protagonista mientras observa un tablero de noticias en la comisaría, fue un original que me trajo el diseñador de producción Antonello Geleng. Hicimos que el agua se moviera primero y luego animamos los demás elementos. Mantuve muchas peleas con Dario (Argento) acerca de lo que nos estábamos gastando, pero hasta él se dio cuenta de que era dinero bien empleado. 1

Thomas Kretschmann y Asia Argento dentro de la “sala de los graffiti” de la película La sindrome di Stendhal © 2018 Medusa Film & Cine 2000.

Las otras dos secuencias son aquéllas en la que el sociópata de Alfredo Grossi (interpretado por Thomas Kretschmann) dispara en la cara a una de sus desafortunadas víctimas y la secuencia en la que los graffitis que rodean a la protagonista cobran vida, mientras ésta permanece atrapada por el demente asesino. Considerada por Sergio Stivaletti como una “pesadilla” tanto por la complejidad como por los deseos del director, el trabajo terminó en el suelo de la sala de montaje y, al final, sólo se salvaron algunos retazos de la idea original, tan largamente elaborada.

La sindrome di Stendhal fue para Sergio Stivaletti una suerte de graduación, una vez asimilados los principales apartados del credo profesional del director italiano. Dario (Argento) me dijo que las dos reglas más importantes que todo director debe seguir son terminar según el calendario de rodaje previsto y ajustarse al presupuesto. Debido a esto resulta duro seguir su ritmo, pero trabajaría con él antes que con ningún otro, porque me ha permitido crecer como artista. 1

Un año después y merced a la fortuita y desafortunada desaparición del director y guionista Lucio Fulci, Sergio Stivaletti asumió la responsabilidad de ser el director de la película M.D.C.

M.D.C. - Maschera di cera (1997) debió ser la primera colaboración entre Dario Argento y Lucio Fulci, tras unas trayectorias profesionales que los habían separado más que reunido. El segundo, responsable de títulos tan emblemáticos en el imaginario del cine de género como los son Zombi 2 (Nueva York bajo el terror de los zombis, 1979); Paura nella città dei morti viventi (1980) ...E tu vivrai nel terrore! L'aldilà (1981) y Quella villa accanto al cimitero (1981) había rodado antes varias películas que no había gustado nada al director Dario Argento. Siempre tuve la sensación de que copiaba mi estilo en sus giallo. 1

Títulos tales como Una lucertola con la pelle di donna (1971); Non si sevizia un paperino (1972) y Sette note in nero (1977) beben, directamente y sin necesidad de mayores requiebros, de la senda abierta por Dario Argento, en 1970, con su película L´uccello dalle puime di cristallo y Il Gatto a nove code (1971), títulos fundacionales del giallo italiano. Luego, los caminos de Lucio Fulci lo llevaron hasta los terrenos del cine zombi y de la pesadilla y el delirio más absoluto, tal y como quedó plasmado en su obra maestra cinematográfica, y por la que siempre se le recordará; es decir, la película ...E tu vivrai nel terrore! L'aldilà (1981).

Sea como fuere, todos los resentimientos quedaron aparcados cuando Dario Argento coincidió con Lucio Fulci en el Festival de cine fantástico de Roma “Roma Fanta” en 1994. Fue muy duro ver a Lucio (Fulci) aparecer en una silla de ruedas, con aspecto enfermizo y cansado. Voy a ser honesto, hasta ese momento no nos llevábamos bien, pero, desde que lo vi en tan mal estado, algo cambió en mí. Decidí ayudarle, allí mismo, y sugerí trabajar juntos, hacer un remake de una película clásica que a ambos nos gustara y tuviéramos buen recuerdo de ella. Estuvimos buscando desesperadamente hasta que Lucio (Fulci) sugirió “¿Y por qué no House of Wax?” 1

House of Wax © 1953 Bryan Foy Productions & Warner Bros.

Tras aquella epifanía, el tándem Argento-Fulci vieron todas las películas relacionadas con museos de cera, artistas obsesionados y demás fuentes literarias que tuvieran alguna relación con el tema; es decir, desde el inolvidable clásico en 3D, House of Wax, interpretado por Vicent Price, en 1953, hasta el relato corto escrito por Gaston Leroux “The Waxwork Museum”. Tras este periodo inicial llegó el momento de escribir el guión, proceso al que se sumó el escritor Daniele Stroppa, quien ya había trabajado con Lucio Fulci anteriormente. Comenzaron las fricciones entre los dos directores implicados en el proyecto. Lucio Fulci quería dotar a la película de un aura muchas más romántica y Dario Argento pensaba que la temática daba, por sí sola, para teñir la pantalla de color carmesí. Tras un tira y afloja, ganado, finalmente por el segundo, la pre-producción comenzó y el plan de rodaje preveía que la película se terminaría rodando en la ciudad italiana de Turín, dada la querencia de Lucio Fulci para con las localizaciones que aquella ciudad ofrecía para el proyecto.

El 13 de marzo del año 1996, Lucio Fulci fallecía, repentinamente, en su casa, a causa de las complicaciones derivadas de la diabetes que siempre había padecido. Con el entramado preparado, pero sin un realizador con el que afrontar el proyecto, Dario Argento tuvo otra epifanía que terminó por salvar el proyecto. De repente tuve una epifanía. Sergio Stivaletti había estado trabajando en los efectos especiales y se sabía el guión de memoria, por no decir que le encantaba la idea de la película. Pensé que sería la persona perfecta para hacerse cargo de dirigir el proyecto. Durante cinco años había estado oyendo cómo Sergio (Stivaletti) me decía que solamente si encontraba algo de calidad se decidiría a dar el salto a dirección. 1

Romina Mondello, protagonista de la película M.D.C. - Maschera di cera © 1997 Mediaset, France Film International & Cine 2000.

Para el futuro director, la llamada de su mentor no pudo ser más impactante. Me quedé de piedra cuando Dario (Argento) me llamó y me dijo “Tengo esta loca idea, quiero que tú seas el director de Wax Mask”. Había estado buscando la oportunidad de dirigir y pensé que sería con mi propia película, con mi propio guión, pero sabía que si Dario (Argento) era el productor tendría la oportunidad de dirigir algo mucho más grande y espectacular que lo que podría hacer nunca en solitario. 1

Sin tiempo para poder asimilar todos los cambios que se le venían encima, además de continuar con los efectos especiales necesarios para la producción de la película, Sergio Stivaletti se puso a revisar el guión original, firmado por Lucio Fulci y Daniele Stroppa, y quiso adaptarlo a los nuevos tiempos, buscando nexos de unión con películas y temáticas más contemporáneas. En el pasado, en las películas, los muertos aparecían cubiertos de cera. ¡Muy de los años cincuenta! Quería tener algún tipo de idea que explicara cómo se podía posar a las víctimas, primero, y luego esculpirlas. 1

Dicho planteamiento llevó a Sergio Stivaletti a fijarse en la figura de Raimondo di Sangro, príncipe de San Severo, un alquimista que vivió en la ciudad de Nápoles en el siglo XVII. Se creía que Raimondo usaba una sustancia secreta, mágica, para investigar la circulación en el cuerpo humano. Según cuenta la leyenda, usaba cadáveres humanos en sus experimentos y estaba convencido de que llegaría a reanimarlos. Convertí al personaje principal de la película en un científico loco, no en el artista que nadie entendía de antaño. 1

M.D.C. - Maschera di cera © 1997 Mediaset, France Film International & Cine 2000.

El resultado de todo es una película donde la tradición y la modernidad se dan la mano y en donde los ecos de la película clásica de Vincent Price aparecen en las figuras de cera ideadas por Sergio Stivaletti, las cuales guardan una nada disimulada semblanza con los esqueletos mecánicos de las unidades Cyberdyne Systems Model 101 Series 800 Terminator. Sergio Stivaletti, ayudado por la fotografía de Sergio Salvati y los conocimientos y la ayuda dada de Dario Argento, rueda una película donde el espectador no pierde de vista la acción, aun cuando se recurra a los artificios propios del cine de género. Su sentido de la narración está basado en el lenguaje de Dario Argento y de otros realizadores surgidos y/o apadrinados por el director romano, tal y como es el caso de Lamberto Bava o Michele Soavi, aunque Sergio Stivaletti prefiero un ritmo de narración y de puntuación mucho más sereno y comedido que los anteriormente citados.

Su objetivo gusta de los primeros planos, tan del gusto de Dario Argento cuando se trata de plasmar el dolor, la desesperación y la angustia de los personajes, atrapados, éstos, en la demencial telaraña tejida por el siniestro Boris Volkoff (interpretado por Robert Hossein) y su no menos desasosegante museo de cera. 5

Alrededor de él giran los personajes de Sonia Lafont (Romina Mondello), la traumatiza niña que regresará hasta sus más profundas pesadillas cuando cruce su camino con Volkoff y su ayudante Alex, (Umberto Balli) una vez que la joven entre a trabajar en el museo regentado por el primero. Por último, el fotógrafo y reportero Andrea Conversi (interpretado por Riccardo Serventi Longhi) y el comisario Lanvin (el actor Aldo Massasso) tratarán de ayudar a la desafortunada joven con desiguales resultados, sean sea su papel en la trama.

The Wax Mask es una película de terror clásica en sus maneras, pero con los avances y las influencias del cine de terror contemporáneo y hecha con mucho oficio y sin querer disimular las querencias y los modos adquiridos por su director hasta ese momento. Puede que el resultado final no se parezca demasiado a la idea original escrita por Lucio Fulci, Daniele Stroppa y el mismo Dario Argento, pero el resultado final no desmerece el trabajo del director y supone todo un homenaje a quien debió hacerse cargo del proyecto en un primer momento.

El mismo año del debut detrás de la cámara de Sergio Stivaletti, éste tuvo tiempo para trabajar en Nirvana, dirigida por Gabriele Salvatore e interpretada por Christopher Lambert, para, a reglón seguido, volver a ponerse a las órdenes de Dario Argento en su nueva realización, Il fantasma dell'opera (1998), una nueva reinterpretación del clásico de Gaston Leroux, interpretada por Julian Sands y Asia Argento. Para Sergio Stivaletti, este nuevo trabajo junto a Dario Argento le supuso tener que hacer frente a las exigencias de un guión más exigente, si cabe, que el de su primera película como director, The Wax Mask, relato que también bebía de las fuentes literarias de Gaston Leroux. Lo más difícil, en palabras del responsable de los efectos especial y visuales de la película, la creación de las “ratas mecánicas” que aparecen en las distintas secuencias del relato, de distintos tamaños y diversa complejidad en sus movimientos. Otro reto fue la creación de las cabezas que luego serán aplastadas por la enorme lámpara que cae sobre el patio de butacas del teatro. Además de todo esto, Sergio Stivaletti también se hizo cargo de los efectos visuales, digitalizando el perfil más reconocible de la ciudad de París -incluyendo la imagen de la icónica torre Eiffel- para colocarla detrás de escenario donde se desarrolla la acción.

Il fantasma dell'opera volvió a demostrar la buena sintonía entre Dario Argento y Sergio Stivaletti, sintonía que ha continuado a lo largo de los años y en las siguientes películas del director romano: Non ho sonno (2001); Il cartaio (2004); La terza madre (2007); Giallo (2009); Dracula 3D (2010), además de trabajar a las órdenes de Asia Argento en Scarlet Diva (2000)

Sergio Stivaletti también ha sido un nombre recurrente en las películas dirigidas por Lamberto Bava (Fantaghirò 1-4 y Ghost Son (2007) y Michele Soavi (La seta y Arrivederci amore, ciao) además de trabajar con otros directores transalpinos tales como Matteo Garrone (L'imbalsamatore, 2002); Luigi Pastore, (Come una crisalide, 2010) y Sergio Castellitto (Venuto al mondo, 2012) película protagonizada, ésta última, por Penélope Cruz.

En el año 2004, Sergio Stivaletti se puso detrás la cámara, por segunda vez para dirigir I tre volti del terrore, un homenaje al cine de género clásico de la década de los años cincuenta y sesenta del pasado siglo XX, película para la que también escribió el guión y se hizo cargo de los efectos especiales. La película se articula en torno a tres pasajeros de tren a los que se les otorga una experiencia terrorífica a cada uno, tres clásicos del cine de serie B; es decir el horripilante monstruo del lago, un científico loco y un hombre lobo. Un hipnotizador, interpretado por John Phillip Law, se encuentra con dos hombres y una mujer y éstos tienen visiones al mirar en el cristal que porta el primero.

Il velo di Waltz © 2009 Apocalypsis & Azteca Produzioni.

Cinco años después, Sergio Stivaletti escribió y luego rodó un corto de 15 minutos titulado Il velo di Waltz, el cual debía ser el capítulo piloto para una serie de televisión que nunca se llegó a rodar. La historia que sí se llegó a estrenar fue Tophet Quorom, segmento incluido en la cinta The Profane Exhibit, un relato coral compuesto por el trabajo de doce realizadores entre los que se encontraban Ruggero Deodato y el español Nacho Vigalondo.

Rabbia furiosa: Er Canaro © 2018 Apocalypsis.

Ocho años después de aquella última experiencia y tras haber llenado de sangre, vísceras y desazón las pantallas de cine del viejo continente, sobre todo cuando se junta con Dario Argento, Sergio Stivaletti regresa a la dirección con una historia muy alejada de las temáticas que ha ido desarrollando a lo largo de su ya dilatada carrera profesional. Rabbia furiosa: Er Canaro, relato basado en el guión del director, junto a Antonio Lusci y Antonio Tentori, nos lleva hasta la pegajosa, desasosegante y malsana escala de grises en la que viven, o más bien malviven, los seres humanos, en un mundo, el nuestro, cada vez más desequilibrado y violento. Estrenada el pasado mes de junio en Italia, el director desembarca en el festival Night Visions Maximum Halloween con ésta, su última propuesta, y con la película que le supuso su debut como realizador, The Wax Mask.

Como complemento añadido, el festival proyectará Ópera, uno de los mejores ejemplos del buen hacer de la pareja artística por excelencia del cine italiano de género; es decir Dario Argento y Sergio Stivaletti. La cita será a partir del día 21 y a lo largo de toda la semana. Recomendamos, eso sí, que cada cual se lleve su propia toalla para luego poder limpiarse la sangre y las vísceras derramadas durante las proyecciones.

Para más información: www.nightvisions.info

Texto

© Eduardo Serradilla Sanchis, Helsinki, 2018.

Copyright imágenes.

Phenomena © 2018 DACFILM Rome

Demons © 2018 DACFILM Rome

Ópera © 2018 ADC Films & Cecchi Gori Group Tiger Cinematografica

La sindrome di Stendhal © 2018 Medusa Film & Cine 2000

Dellamorte Dellamore © 1994 Audifilm & Urania Film

M.D.C. - Maschera di cera © 1997 Mediaset, France Film International & Cine 2000

House of Wax © 1953 Bryan Foy Productions & Warner Bros.

Il velo di Waltz © 2009 Apocalypsis & Azteca Produzioni

Rabbia furiosa: Er Canaro © 2018 Apocalypsis

Notas.

1- Jones, A. (2016). Dario Argento. The man, the myths & the magic (3rd ed.). Godalming, Surrey: FAB Press. Revised and updated third edition.

2- Los efectos especiales, también llamados efectos prácticos o físicos, son todos esos efectos mecánicos que se preparan y realizan antes y durante el rodaje de una película.

Estos efectos incluyen las siguientes variantes: el maquillaje tradicional y/o la caracterización mediante materiales como el látex, la silicona u otros materiales para representar a monstruos o personajes con rasgos especiales y fuera de lo común; las marionetas animatrónicas “animatronic” que se emplean para representar personajes y, sobre todo, criaturas que no existen en el mundo real; los efectos de pirotecnia, destrucción, lluvia artificial que se incluyen en una película y la escenografía -la construcción de escenarios o elementos diversos tales como naves, trenes, edificios, puentes, etc.

Los efectos visuales son los que se realizan después de haber rodado la película, en la fase de posproducción, y que se articulan en el uso de los ordenadores y el sin fin de programas informáticos que se han ido desarrollando en las últimas décadas.

3- No obstante, la reputada publicación especializada en cine de género Fangoria llegó a decir que Demons y, por añadidura, el trabajo de Sergio Stivaletti, había dado como resultado una de las mejores películas de género de toda aquella década.

4- Entre los muchos atrevimientos del desmedido realizador británico no solamente estaba cambiar el escenario espacio temporal que aparece en el libreto de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa -desarrollado, éste, en la primera mitad del siglo XIX- trasladándolo un siglo después y en pleno auge del régimen nacionalsocialista, sino que el personaje de Mimi muere a causa de una sobredosis de heroína y no a causa de la tuberculosis, enfermedad muy común en la época en la que sitúa la narración original.

5- La idea original de Sergio Stivaletti era la de contar con el actor Robert Englund, el cinematográfico Freddy Krueger, con quien el director había coincidido en el cuarto Dylan Dog Festival, celebrado en Milan en el año 1993. Por aquel entonces, el actor norteamericano estaba promocionando la versión de las depravadas peripecias del Marqués de Sade, Night Terrors, película dirigida por Tobe Hooper ese mismo año. Al final y, a pesar de las buenas relaciones entre el director y el actor, Sergio Stivaletti entendió que, para poder dar cabida al carismático actor, debería cambiar demasiado el guión. Al final, el papel protagonista recayó en Robert Hossein.

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