Biden quiere que el Gobierno redoble la lucha contra los milicianos

ISLAMABAD, 12 (Reuters/EP)

El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha iniciado una visita a Pakistán, después de estar dos días en Afganistán, con el propósito de convencer al Gobierno de que intensifique la lucha contra los milicianos.

Biden dijo este martes en Kabul que Pakistán tiene que esforzarse más para ayudar a Estados Unidos en su lucha contra los talibán y otros milicianos en Afganistán mientras se prepara para retirar las tropas que tiene allí desplegadas.

“Va a hacer falta más presión, más presión sobre los talibán, desde el lado paquistaní de la frontera, de la que hemos sido capaces de ejercer hasta ahora. Y tenemos por delante muchos días duros”, declaró el vicepresidente en una rueda de prensa conjunta con el presidente afgano, Hamid Karzai.

Se cree que en las zonas tribales de Pakistán que comparten frontera con Afganistán se esconden líderes de los talibán y de la red terrorista Al Qaeda y que allí se entrenan insurgentes que luego cruzan la frontera. El Ejército paquistaní ha llevado a cabo varias ofensivas en la zona pero ha dicho que no tiene capacidad para hacer más.

Las relaciones bilaterales se han deteriorado recientemente porque Islamabad ha dicho que Washington no le ofrece el apoyo necesario y no entiende sus necesidades en el ámbito de la seguridad. Estados Unidos le proporcionará este año unos 3.000 millones de dólares, pero Pakistán se ha quejado anteriormente de que el dinero ha ido llegando demasiado lentamente y de que no ha recibido el equipo militar que ha solicitado.

Biden se va a reunir con el presidente, Asif Ali Zardari; el primer ministro, Yusuf Raza Gilani; y el jefe del Estado Mayor, el general Ashfaq Kayani, según ha detallado un asesor que viaja con él, que ha indicado que el vicepresidente pretende obtener más información sobre la estrategia a largo plazo de Pakistán para la región y sobre las necesidades que tiene el Gobierno.

En estos encuentros, reiterará el apoyo de Estados Unidos al Ejecutivo paquistaní ahora que Zardari se enfrenta a un momento de inestabilidad política y a amenazas internas.

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