Costas Caramanlis afronta una oposición más fuerte y radicalizada

El gobernante partido conservador ND logró salvar la mayoría absoluta de los escaños parlamentarios con el 41,8% de los votos gracias a la ley vigente desde 2004 que premia al partido victorioso, aunque el número de sus diputados descendió a 152 de los 165 que tenía en la Cámara (con 300 escaños). El desgaste de la primera legislatura de los conservadores, salpicada de escándalos económicos y reivindicaciones de una política más social, fue rematado por los desastrosos incendios desatados en agosto, que dejaron 67 muertos y casi le costaron el poder el ejecutivo de Caramanlis.

Pese a las impresionantes mejoras de las cifras macroeconómicas de los últimos años, el apoyo popular a Nueva Democracia bajó en 3,5 puntos porcentuales desde las últimas elecciones en 2004.

“Compromiso” con los afectados por los incendios

En la madrugada de este lunes, Caramanlis se mostró satisfecho en su primera aparición en público tras la votación del domingo y anunció que acelerará su programa de reformas, la razón por la cual adelantó en medio año los comicios legislativos.

Basado en el amplio apoyo que le pronosticaban los sondeos hace un mes, el líder conservador propuso las elecciones anticipadas con la esperanza de fortalecer la representación parlamentaria de ND, pero los incendios desatados dos semanas después mermaron su popularidad debido a la ineficacia de las autoridades, que no reaccionaron en tiempo y forma para combatir el siniestro, que duró diez días. “Hay un gobierno estable que se apoya en la mayoría social... con un mandato claro ”, dijo Caramanlis en un discurso tras declararse ganador y prometer a los miles de damnificados de las llamas que cumplirá con su “compromiso” hacia ellos.

El ejecutivo del político conservador deberá afrontar ahora no sólo una menor representación parlamentaria, sino también un oposición más radicalizada, pues el voto de protesta fue a parar mayoritariamente a los pequeños partidos de izquierda, al tiempo que la extrema derecha entró por primera vez en la Cámara. Esas tres formaciones, así como el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) de Giorgos Papandreu, advirtieron de que seguirán una política muy crítica del gobierno conservador.

El gran perdedor de la jornada electoral fue Papandreu, quien reconoció la “demoledora derrota” tras obtener su PASOK el 38,1% de los votos -un 2,4% menos que en 2004- y 102 escaños, quince menos de los que tenía. “Los esfuerzos para que la derecha se vaya no pueden detenerse”, dijo el líder opositor y, tras anunciar que pedirá al PASOK una ratificación de su liderazgo, abogó por renovar el partido para ponerse claramente en la orilla opuesta a Nueva Democracia.

“Nos alzaremos contra las acciones antisociales del gobierno de minoría popular”, anunció Alekos Alavanos, presidente de la Coalición de Izquierda Radical, que con un 5% de los votos y 14 escaños obtuvo el domingo su mayor representación parlamentaria desde 1974. “Desde el primer día pondremos obstáculos a las medidas anti populares del gobierno”, advirtió Aleka Papariga, secretaria general del Partido Comunista de Grecia (KKE), que en estos comicios casi duplicó sus escaños, de 10 a 22, con un 8% de votos.

El líder de la extrema derecha Giorgos Karachaferis, europarlamentario desde 2004, prometió trabajar para que “Grecia se mantenga en manos de los griegos”, después de que su partido, la Alerta Ortodoxa Popular (LAOS), lograse por primera vez entrar en el Parlamento con 10 escaños (3,26% de votos).

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