Detenido el 'cerebro' de los enfrentamientos religiosos en Egipto

MADRID, 9 (EUROPA PRESS)

Las autoridades egipcias han detenido al 'cerebro' de los enfrentamientos callejeros entre cristianos y musulmanes que se produjeron el sábado pasado en un distrito periférico de El Cairo y a otros catorce sospechosos, según ha informado este lunes el diario egipcio 'Al Ahram'.

Una manifestación de un grupo de musulmanes --muchos de ellos islamistas salafistas, al parecer-- llevada a cabo junto a la iglesia copta de Santa Mina derivó en enfrentamientos allí y cerca de otra iglesia, la de Santa María, que se saldaron con un balance de doce muertos y casi 240 heridos.

La Coalición Juvenil de la Revolución del 25 de Enero, formada a raíz de la revuelta popular que derrocó al presidente Hosni Mubarak el pasado febrero, ha expresado este lunes su insatisfacción por la incapacidad de las fuerzas de seguridad para impedir esos incidentes violentos, en los que se realizaron disparos y se lanzaron cócteles molotov y piedras.

“La actitud ante los problemas de seguridad sigue siendo caótica y pasiva. Los culpables de este incidente deben someterse a un juicio civil”, ha afirmado en un comunicado. Algunas personas han acusado a la Policía y el Ejército de haber aparecido demasiado tarde en el lugar de los enfrentamientos.

El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, el órgano que gobierna el país desde la caída de Mubarak, anunció el domingo que 190 personas serán juzgadas por un tribunal militar en relación con las reyertas del sábado.

ELBARADEI PIDE “MEDIDAS URGENTES”

Pero el candidato a la Presidencia del país Mohamed ElBaradei señaló el domingo en su cuenta de la red social Twitter que lo que deben hacer las autoridades es aplicar “medidas urgentes” para “combatir el extremismo religioso y la intolerancia antes de que Egipto entre en una época oscura”.

Por su parte, Nasser Abdel Hamid, miembro de la Coalición Juvenil de la Revolución del 25 de Enero, ha indicado que los hechos del sábado ocurrieron porque la seguridad falló. “El ciudadano egipcio no puede vivir con miedo, es inaceptable que los egipcios sean intimidados hasta ese punto. Se deben tomar medidas estrictas contra cualquiera que cometa actos de violencia como esos”, declaró al periódico 'Al Masry al Youm'.

En su opinión, “los salafistas están cometiendo actos inaceptables que la sociedad rechaza porque constituyen una amenaza para la seguridad y la estabilidad”. La coalición ha pedido al primer ministro, Essam Sharaf, que forme un comité popular para resolver los conflictos entre comunidades religiosas y ha insistido en la importancia de que los egipcios estén unidos para hacer frente a quienes quieren manchar la imagen del país.

El ministro del Interior, Mansour al Essawy, visitó las iglesias de Santa Mina y Santa María el domingo y habló con los vecinos de Imbaba, que le solicitaron una mayor seguridad, a lo que él respondió que el Gobierno cumplirá con su responsabilidad.

GRUPOS DE AUTODEFENSA

Aun así, la comunidad copta de Imbaba ha empezado a formar pequeños grupos de autodefensa para proteger sus iglesias, sus casas y sus comercios, ya que creen que en los próximos meses habrá más enfrentamientos, según ha informado 'Al Masry al Youm'.

Miles de personas participaron en una sentada el domingo por la noche frente al edificio de la televisión pública egipcia para exigir que se investiguen los hechos. Todo comenzó cuando varios musulmanes intentaron irrumpir en una iglesia con el pretexto de rescatar a una mujer cristiana que, según decía, se había convertido al Islam y estaba retenida en Santa Mina. Allí se produjeron los enfrentamientos, y la iglesia de Santa María fue incendiada.

“Estamos sin dormir desde ayer”, ha asegurado Raouf Naguib, un joven cristiano, en la iglesia de Santa Mina. “Nos hemos congregado aquí para proteger nuestra iglesia”, ha añadido. Ésta es la segunda vez en los últimos años que los egipcios coptos toman las armas para proteger lugares de culto, ya que en 2008 lo hicieron para defender el monasterio de Abu Fana, en el Desierto Líbico, después de que fuera atacado.

Imbaba es un bastión de los cristianos: en un área de tres manzanas hay cinco iglesias coptas y cuatro anglicanas. Los coptos representan un 10 por ciento de la población egipcia, formada por 85 millones de personas, y a menudo se quejan de que son discriminados.

Los actos de violencia por motivos religiosos han aumentado desde el derrocamiento de Mubarak. En marzo, un grupo de musulmanes quemó una iglesia en la ciudad de Helwan y decenas de coptos murieron al recibir disparos en contiendas callejeras en Moqattam, en El Cairo.

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