Detienen a un sobrino de Bakiyev sospechoso de organizar enfrentamientos

MADRID, 25 (EUROPA PRESS)

Sanjar Bakiyev, sobrino de Kurmanbek Bakiyev, ex presidente de Kirguistán derrocado durante las revueltas del pasado abril, ha sido detenido por las autoridades interinas de este país, que lo consideran sospechoso de haber organizado los enfrentamientos entre la comunidad kirguís y la uzbeka que se produjeron a principios de este mes de junio, según ha informado este viernes, el ministro del Interior, Bolot Sher.

“Durante una operación especial que se ha llevado a cabo hoy, ha sido detenido Sanjar Bakiyev, uno de los principales organizadores de los disturbios en el sur del país”, declaró Sher, citado por la agencia de noticias kirguís '24.kg'. Aseguró que la operación fue “exitosa” y que “no hubo pérdida de vidas pese a que Sanjar Bakiyev opuso una gran resistencia”.

El ministro afirmó que los investigadores tienen pruebas convincentes e innegables del papel clave que ha desempeñado este sobrino del presidente depuesto en la organización de los enfrentamientos interétnicos, que comenzaron el pasado 10 de junio y se prolongaron durante varios días y han causado 264 muertos y 2.232 heridos, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad.

Mientras, hoy llegó a la capital de Kirguistán, Bishkek, una misión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) con el fin de ayudar a estabilizar la situación, según anunció una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores kirguís en declaraciones recogidas por la agencia de noticias rusa RIA Novosti.

“El grupo policial de la OSCE llevará a cabo tres tareas principales: observar, realizar un control de supervisión y mantener consultas en el marco de un paquete de medidas aprobado por la Secretaría de la OSCE”, explicó, y agregó que esta fuerza policial forma parte de los esfuerzos internacionales para “rehabilitar la región meridional del país”.

El representante especial de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE para Asia Central, Kimmo Kiljunen, dijo ayer que las operaciones policiales internacionales pueden ser útiles en Kirguistán al hacer recomendaciones sobre cómo tratar de crear un “ambiente de confianza”.

Kiljunen precisó que bastarán entre 50 y 100 agentes para mantener la seguridad y ayudar a escoltar a los refugiados que quieran volver a sus casas. Según la ONU, hasta 400.000 personas han tenido que abandonar sus hogares a causa de la violencia.

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