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Israel aprueba los cortes de carburante y luz a la ''entidad enemiga'' de Gaza

El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, aprobó este jueves un paquete de sanciones contra Gaza, considerada por Israel “entidad enemiga”, que incluye cortes en el suministro de electricidad y combustible a la franja.

La medida, de la que no se informó cuando entrará en vigor, es en represalia por el lanzamiento diario desde Gaza de cohetes artesanales Al Kasam contra el sur de Israel, que según la legislación internacional ocupa ese territorio palestino. Fuentes del Ministerio israelí de Defensa dijeron que Barak aprobó el paquete de “restricciones” que le propusieron los altos mandos, y que será de aplicación intermitente.

Desde 2001, cuando las milicias palestinas dispararon desde Gaza el primer cohete Al Kasam, han caído en territorio israelí unos siete mil proyectiles, que eventualmente provocan daños materiales pero han causado escasas víctimas mortales. Una docena personas han muerto por esos cohetes en seis años, las dos últimas el pasado mayo.

El pasado 19 de septiembre, el Gobierno que preside el primer ministro israelí, Ehud Olmert, ya declaró Gaza “entidad hostil”, en una decisión política para respaldar la imposición de las sanciones. Los asesores legales del Estado israelí explicaron entonces al Gobierno que sin esa decisión no podrían justificar medidas que afecten directamente a la población civil de un territorio.

El plan se traducirá en cortes en el fluido eléctrico y de combustible a Gaza conforme se intensifique el lanzamiento de cohetes Al Kasam. También contempla la posibilidad de restringir aún más la salida de palestinos por los pasos fronterizos con Israel, una mayor supervisión bancaria y limitaciones al acceso de la franja de todo tipo de productos.

“Castigo colectivo”

La decisión fue criticada por el Gobierno de Hamás en Gaza, encabezado por el depuesto primer ministro Ismail Haniye, que la consideró “un castigo colectivo” contra el millón y medio de habitantes de la franja, que ya sufren falta de suministros de productos de primera necesidad desde que ese grupo islamista se hizo con el control del territorio el pasado junio.

“El Gobierno considera que la aprobación del plan por Barak para incrementar las sanciones y ceñir el cerco en torno a Gaza es un castigo colectivo contra los palestinos”, dijo Taher al-Nono, portavoz del Ejecutivo de Hamás. Advirtió de las consecuencias humanitarias de la decisión, e instó a la comunidad internacional “a parar este crimen”.

La situación económica y humanitaria en Gaza es precaria desde el estallido de la Intifada de Al-Aksa en 2000, pero se ha agravado hasta alcanzar índices alarmantes desde que Hamás se rebeló contra el presidente palestino, Mahmud Abás, y expulsó de la franja a las fuerzas de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Reunión entre Abás y Olmert

Entre otras organizaciones que condenaron la decisión figura el Centro Legal israelí por la Libertad de Movimiento (GISHA), que afirmó que la medida de cortar la electricidad a Gaza “viola la prohibición de aplicar castigos colectivos”. “El derecho internacional prohíbe disparar cohetes contra blancos civiles en Sderot (ciudad Israel al sur de Gaza), y (también) prohíbe poner deliberadamente en peligro el bienestar de 1,5 millón de hombres, mujeres y niños en Gaza”, refiere una nota de prensa de la organización humanitaria.

El anuncio de la medida se produjo apenas veinticuatro horas antes de que Abás y Olmert vuelvan a entrevistarse el viernes en Jerusalén, para proseguir las negociaciones sobre un documento de principios que relance el proceso de paz en la cumbre internacional convocada para fines de año en Annapolis (EEUU). Los preparativos de esa cumbre permanecen en punto muerto por las divergencias entre las partes, y la decisión supone un obstáculo añadido a los esfuerzos de Abás por convencer a los palestinos de la necesidad de alcanzar un entendimiento con los israelíes.

“El Gobierno israelí es la potencia ocupante de los territorios palestinos, y es responsable de las consecuencias de esta decisión irresponsable”, manifestó al-Nono, quien aprovechó la ocasión para pedir a Abás que suspenda sus contactos con Olmert y ponga fin a la reanudación del proceso de paz, que permanecía bloqueado desde 2001.

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