Putin se rodea en el Kremlin de fieles y exmiembros de su anterior gobierno

MOSCÚ, 22 (Reuters/EP)

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha nombrado a varios de sus ministros de confianza para que ocupen altos cargos en el Kremlin un día después de que se anunciase la nueva composición del Gobierno, en el que permanecen varios miembros del núcleo duro de Putin, lo que podría limitar las intenciones del primer ministro, Dimitri Medvedev, de iniciar una serie de reformas.

Hace solo 24 horas, Medvedev anunció la composición del nuevo Ejecutivo que en palabras del jefe de Gobierno, a pesar de mantener en el cargo a varios ministros del mandato de Putin como jefe del Gobierno --entre 2008 y 2012--, tenía una vocación reformista.

Putin, presidente entre 2000 y 2008, ha recuperado la jefatura del Estado para un período de seis años tras su amplia --y contestada-- victoria electoral del pasado 7 de mayo.

El presidente ha nombrado mediante decreto en diferentes puestos en el Kremlin a varios exministros, como la extitular de Economía Elvira Nabiullina, la exministra de Sanidad Tatiana Golikova, el exministro de Recursos Naturales Yuri Trutnev y el extitular de Transporte Igor Levitin.

El presidente ha confirmado como jefe de gabinete a Sergei Ivanov, uno de sus principales aliados, y mantiene a Nikolai Patrushev, otro de sus asesores más cercanos, en el Consejo de Seguridad de la Presidencia.

Tras la publicación del decreto de Putin, Medvedev ha nombrado a Igor Sechin, responsable de las cuestiones energéticas en el Gobierno de Putin, como nuevo director de la empresa estatal petrolera Rosneft. Sechin formó parte del Servicio de Seguridad Federal (FSB), la Inteligencia rusa, y estuvo con Putin en el KGB.

El ministro del Interior de Putin, Rashid Nurgaliyev, cuyo mandato ha estado plagado de acusaciones de abusos, corrupción y por la violencia policial contra los manifestantes, ha sido nombrado como 'número dos' del influyente Consejo de Seguridad.

LOS 'SILOVIKI'

Putin se ha rodeado de los conocidos como 'siloviki', un grupo de personas que ya ocuparon altos cargos durante la Unión Soviética en el aparato de seguridad y que defienden un amplio control estatal de la política y la economía.

El mantenimiento en el poder del 'ala dura' podría indicar que el presidente no tiene intención de mantener conversaciones con los movimientos opositores que convocaron manifestaciones en diciembre, tras el triunfo del gobernante partido Rusia Unida en las elecciones legislativas, y en marzo, tras la victoria de Putin.

Este martes, la Cámara Baja ha aprobado inicialmente una ley que eleva las multas hasta 1,5 millones de rublos (37.000 euros) para los organizadores de manifestaciones que incumplan las normas sobre las concentraciones públicas. Los que acudan a estas protestas podrán ser multados con hasta un millón de rublos (25.000 euros).

El primer viceprimer ministro, Igor Shuvalov, ha señalado que las autoridades no deben escatimar en gastos cuando se trata de aprobar nuevos proyectos para el desarrollo del país, ante las posibles fricciones que surjan entre el Gobierno y Putin.

Shuvalov ha defendido una menor injerencia del Estado en el mercado en la presentación del nuevo ministro de Finanzas, Anton Siluanov --un veterano burócrata y aliado de Putin que defiende un control exhaustivo por parte de Moscú de la economía-- aunque ha afirmado que “deben financiarse los proyectos prioritarios para el crecimiento”.

Varios analistas han señalado que el verdadero gobierno del país se encuentra en el Kremlin, pero que Putin podría utilizar al Ejecutivo recién nombrado como chivo expiatorio si la economía no crece a un ritmo que mejore la situación de los rusos.

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