Zapatero trabajará para lograr una moratoria universal de la pena de muerte

MADRID, 7 (EUROPA PRESS)

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha comprometido a “trabajar duro”, con el apoyo de una comisión internacional de expertos, para conseguir una moratoria universal de la pena de muerte en 2015, como paso previo para abolir este castigo “en el mayor número de países posible”, una idea que lanzó en Naciones Unidas en 2008.

Zapatero ha recibido en el Palacio de la Moncloa a algunos de los miembros de esta comisión internacional, que se ha constituido este jueves en Madrid, y que contará con la participación del demócrata Bill Richardson, gobernador de Nuevo México (EEUU) y firmante de la ley que derogó la pena capital en este estado en 2009, aunque no ha estado presente en el acto, hecho en el marco del Día Mundial contra la Pena de Muerte.

En un discurso ante los miembros de la Comisión, a los que ha definido como “auténticos maestros en la defensa de los Derechos Humanos”, el presidente ha subrayado que la pena de muerte “no es un castigo, es un espanto” porque “el derecho a la vida, el valor de la vida es el principio fundamental de la concepción y del despliegue de los Derechos Humanos”.

Zapatero ha garantizado el “pleno respaldo” del Gobierno español a esta Comisión, aunque el Ejecutivo aún no ha decidido que aportación económica hará para apoyar su trabajo, han precisado a Europa Press fuentes diplomáticas.

La Comisión, que integrarán un total de 15 expertos, actuará “de forma independiente” en tres ámbitos y de forma complementaria con la labor que otros actores, como Naciones Unidas, ONG o algunos Gobiernos desarrollan con el mismo fin, ha detallado su presidente el ex director de la UNESCO Federico Mayor Zaragoza.

En primer lugar, ha añadido Mayor Zaragoza, promoverá una moratoria del uso de la pena de muerte en todas las regiones del mundo con el objetivo de convertirla en universal para el año 2015; trabajará por la abolición de este castigo en las legislaciones de aquellos países que aún la contemplan, aunque ya apliquen una moratoria de facto y por último, hará “gestiones para evitar ejecuciones en los casos que afectan a los grupos más vulnerables de la sociedad”, como los discapacitados mentales o los menores de edad.

Para lograr estos objetivos, la Comisión colaborará e intervendrá ante altos mandatarios y personalidades de determinados países, así como ante representantes de organizaciones internacionales y ONG; hará llamamientos y declaraciones relacionadas con la abolición de este castigo; participará en conferencias, seminarios y campañas de movilización de la opinión pública, presentará documentos en foros internacionales y promoverá obras intelectuales o artísticas en favor de la abolición de la pena capital.

La Comisión cuenta con el respaldo y asesoramiento de 14 países (Argelia, Argentina, España, Filipinas, Francia, Italia, Kazajistán, México, Mongolia, Portugal, República Dominicana, Sudáfrica, Suiza y Turquía). Su presupuesto saldrá de contribuciones voluntarias de estas naciones, aunque podría contar también con el apoyo financiero de organizaciones como la UE o fundaciones privadas, señalan las fuentes diplomáticas.

Los miembros de la Comisión que han estado hoy en Madrid han sido la ex Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos Louise Arbour, que en la actualidad preside el International Crisis Group de Canadá, una organización independiente que trabaja en favor de la resolución de conflictos en el mundo.

La primera presidenta de Suiza, Ruth Dreifuss; el ex ministro de Justicia francés Robert Badinter, artífice de la ley que abolió la pena de muerte en su país y el ex jefe de la diplomacia argelina y ex magistrado de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) Mohamed Bedjaoui.

También han estado presentes el abogado argentino Rodolfo Mattarollo y la directora del Centro de Investigación y Aplicación de los Derechos Humanos en la Universidad de Maltepe de Turquía, Ioanna Kuçuradi. Aunque la comisión no cuenta entre sus miembros con ninguna personalidad relevante de las artes, el espectáculo o el deporte, fuentes diplomáticas han precisado a Europa Press que no se descarta contar con algún personaje famoso procedente de estos ámbitos para alguna campaña concreta, siguiendo el modelo de los embajadores de buena voluntad de la ONU.

Según datos de Amnistía Internacional, la pena de muerte se mantenía vigente en 2009 en 58 países, aunque la mayoría no la utilizaron. Ese año fueron ejecutadas 714 personas en 18 países, sin incluir las ejecuciones que probablemente tuvieron lugar en China, país que se negó a ofrecer cifras sobre su uso de la pena capital.

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