El centro de Bangkok podría librarse de las inundaciones

BANGKOK, (Reuters/EP)

Parece que el centro de la capital de Tailandia, Bangkok, se va a librar de las inundaciones que han afectado a algunos barrios periféricos y provincias situadas al norte de la ciudad, pero a las afueras se siguen dando órdenes de evacuación cada día y gran parte de la población local pasará apuros durante varias semanas.

El Departamento de Prevención y Mitigación de Desastres ha dicho este lunes que 562 personas han muerto a causa de las inundaciones desde finales del pasado julio y que 22 de las 77 provincias de Tailandia continúan afectadas.

La situación está mejorando en algunas zonas de la capital, pero en la ribera occidental del río Chao Phraya, que ha crecido por la subida de la marea en el golfo de Tailandia, el nivel del agua sigue siendo alto, al igual que al este de Bangkok, donde las autoridades han desviado el agua procedente del norte para intentar proteger el centro de la ciudad.

En la zona de Thonburi, muchas calles principales permanecen cortadas. Aunque hay un servicio de autobuses limitado, la mayoría de la gente tiene que desplazarse en camiones del Ejército y pequeñas embarcaciones, que siempre van llenos.

En las partes de la capital que no se han inundado, se vuelve a vender agua potable en los supermercados, aunque en algunos lugares se sigue racionando. El tren elevado y el subterráneo han estado funcionando incluso en las áreas inundadas.

En una de esas áreas, Chatuchak, en el norte de la ciudad, el agua ha empezado a retirarse en algunas calles después de casi dos semanas, según un reportero de la agencia Reuters. Los dueños de los comercios han empezado a limpiarlos, sacando el agua y recogiendo la basura.

16.000 PERSONAS EN REFUGIOS

Las autoridades calculan que unos 16.000 residentes se han refugiado en 163 centros de evacuación de Bangkok. Otras personas han tenido que pagar por el alojamiento o trasladarse a casa de familiares o amigos en el norte, donde el agua ha ido desapareciendo, o en el sur y el sureste, donde no ha habido inundaciones.

Kawin Prachanukul, estudiante universitario de 21 años, ha decidido quedarse en su casa, en el distrito de Nong Jam, en el oeste de la capital. “Se me está empezando a acabar la comida. (...) Pero al menos puedo andar por mi calle, con el agua a la altura de la rodilla, para llegar a la calle principal, donde al menos hay vendedores callejeros de comida”, ha declarado.

En peor situación está Krissana Laongkaew, una mujer de 54 años que tuvo que irse de su casa, situada en el oeste de Bangkok, el pasado 2 de noviembre junto con su marido y sus dos hijos porque el agua ya les llegaba a la cintura.

Además, ha perdido el negocio de masajes tradicionales tailandeses que consiguió montar con los ahorros de toda una vida. “Solo estuvo abierto durante tres meses. Habíamos terminado de decorarlo a finales de octubre. Ya no queda nada”, ha relatado.

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