Un ultra cristiano, autor de la masacre en Noruega

La Policía noruega ha confirmado que el número de fallecidos en el tiroteo perpetrado el viernes por un hombre disfrazado de Policía en la isla de Utoya, a unos 40 kilómetros al noroeste de Oslo, se ha elevado a 85 personas.

Las fuerzas de seguridad, además, han declinado corroborar la presunta existencia de un segundo tirador en la isla, como apuntaban algunas informaciones, ya que carecen de “informes concretos” al respecto.

El subdirector de la Policía ha afirmado que los agentes todavía están buscando en el agua a más víctimas del tiroteo de Utoya. Además, se ha negado a pronunciarse sobre el posible motivo del atentado y el tiroteo presuntamente perpetrados por Anders Behring Breivik, detenido el viernes.

El presunto responsable de la matanza, Anders Behring, se identificó en varias ocasiones como policía ante jóvenes desconcertados por los primeros disparos para agruparles y abrir fuego contra ellos con más facilidad.

“Tranquilos, ya podéis salir, estáis salvados, soy policía”, declaró Brevik a uno de los presentes, Thorbjorn Vereide, quien describe la cadena de acontecimientos al diario VG. “Estábamos 30 ó 40 personas reunidas cuando comenzó a disparar. Cuando terminó con nosotros, solo quedábamos cinco o seis”.

Vereide, de 22 años, declaró al diario que Brevik que llegó al lugar disfrazado de agente, actuó con frialdad en todo momento, rematando metódicamente a sus víctimas en el suelo con un disparo de gracia. “Parecía que no le importaba lo más mínimo”, indicó.

El joven logró escapar del tiroteo y se refugió con algunos amigos suyos en una cueva cercana. A su alrededor “había heridos por todas partes”. “No nos atrevíamos a salir por miedo a que nos descubriera”, declaró Vereide.

“Nunca había perdido a nadie en mi vida”, lamentó Vereide. “Teniendo eso en cuenta, perder a 85 grandes amigos de una sentada es una forma dramática de empezar”, dijo entre lágrimas.

Anders Behring Breivik escribió el pasado domingo en su cuenta de la red social Twitter que “una persona con una creencia equivale a 100.000 personas que sólo tienen intereses”.

Este es el último mensaje que difundió el detenido en su cuenta de Twitter el pasado 17 de julio. La Policía noruega le ha definido como un fundamentalista cristiano de extrema derecha. De 32 años y de nacionalidad noruega, fue arrestado ayer por su supuesta implicación en el atentado terrorista de Oslo, que ha provocado siete muertos, y en el tiroteo de la isla de Utoya, que ha dejado 85 fallecidos.

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