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Ocurrencias sangrantes

Antonio Alarcó (PP), en un vídeo publicado en Twitter.

José A. Alemán

“El PSOE quiere quitarnos el futuro de nuestros hijos”, fue el inquietante mensaje que Fernando Clavijo, presidente de Canarias en funciones, transmitió a quienes acudieron a escucharlo en un acto de campaña de antes de la campaña que los entendidos llaman de precampaña. No me ocupé del asunto porque no aclaraban los cronicones a quienes correspondía el “nuestros” cuasi mayestático: si a los guayetes de la varia ascendencia nacionalera general o si se limitaba al ámbito de la estricta militancia ático-coalicionera o de ambos dos, discriminando a inmigrantes, canariones y demás ralea. Los cronicones no suelen entrar en matices y los referidos al acto clavijero tampoco aclaran si el futuro aludido es perfecto, imperfecto o condicional, si está en modo indicativo o subjuntivo o si excluyó el imperativo pues la cuarentena franquista ya nos dio imperio suficiente. Y no menciono para nada lo que pueda haber de pluscuamperfecto porque es todo un pretérito que no viene, creo, al caso.

La referencia andaluza y europea

El aviso de Clavijo hace juego con la línea tremendista de la derecha española que por todos lados ve a quienes quieren romper España emulando, en la denuncia de tanto destrozón, a la Brigada Político-Social franquista que, por cierto, no veía tantos aunque detuviera a más. Y dejo esta especie de circunloquio, vulgo prolegómeno, para no enrollarme e ir derecho a por Clavijo y su incorporación a la línea tremendista de la derecha española, la que nos ofreció no hace tanto el espectáculo de Andalucía. Que no lo fue, ojo, porque desalojaran al PSOE del poder, lo que tenía bien merecido, sino porque vivimos en un país de tradición caciquil reciente donde no resulta higiénico que un mismo partido, sea el que sea, permanezca durante casi cuarenta años al frente del Gobierno. Es tan notoria, a mi juicio, la incidencia de la vieja mentalidad caciquil en quienes acceden a cargos políticos que la incorporaría a la etiología de la corrupción del PP, la que, según la Justicia, no fue asunto de algunas manzanas podridas sino a una organización del propio partido extendida por todo el territorio, destinada a recaudar dinero, devenida delictiva y que acabó por hacerse con el conjunto del PP, según dejó claro la Justicia. Por mucho que lo nieguen, la Justicia señaló como delictiva a la organización del PP como tal, responsabilidades individuales aparte.

Y ya que es inevitable mencionar a Pablo Casado, admito que a la velocidad con que el hombre devora las materias, tira para atrás por encima del hombro los racimos de asignaturas aprobadas, seguidos de manojos de cursos superados, es posible que no tuviera tiempo de fijarse en si pasó de largo ante el aula en que explicaban que los ultras de derechas son tan mala compañía como los de izquierdas y ni les cuento del extremo centro aunque huelan a jaboncillo de tocador de ducha reciente. Si el hábito no hace al monje no les digo del agua tibia. Lo cierto es que juntos, Casado y Rivera, sin dejar de forcejear por el liderazgo de la derecha, urdieron y ejecutaron, de acuerdo con Vox, el plan para calzar por Susana Díaz, que ganó por cierto las elecciones. Se hicieron con el Gobierno andaluz al precio de poner en órbita institucional a Vox, la tercera pata de un triplete derechoso mal avenido en el que Vox tiene su camino propio, seguramente en la línea de esa especie de Internacional ultraderechista que está configurando Steve Bannon, que fuera consejero de Trump y ahora su enviado a reventar de una vez la UE; no por neoliberal sino porque una Europa unida no conviene a los intereses estadounidenses. Las inminentes elecciones al Parlamento europeo cobran así una formidable trascendencia al considerarse ya inevitable que los ultras eurófobos, enemigos de la democracia liberal, contrarios a la inmigración no vayan a islamizarnos, etcétera, sacarán un número importante de diputados. Las actitudes de los dirigentes húngaros y polacos, recién llegados a la UE, sintonizan con el italiano Matteo Renzi, con la francesa Marine Le Pen y por supuesto con los británicos del Brexit: procuran difundir una imagen decadente de Europa, que ofrece ahora mismo un panorama muy parecido al previo a la Primera Guerra Mundial y más parecido aún al anterior a la Segunda; mientras, crecen las tensiones entre superpotencias, en Oriente Medio y siguen acumulándose las catástrofes sociales de las que la migración son la consecuencia más perceptible y la que mejor muestra la actitud de las antiguas potencias coloniales que nada quieren saber del asunto, de unas situaciones extremas de las que son directamente responsables. Vox va por ahí y sólo queda por saber si es de aplicación a Casado y Rivera en toda su crudeza lo de “dime con quien andas y te diré quien eres” o su versión más atenuada de “dime con quien andas y te diré con quien vas”.

Candidatos de coña

Mientras se acercan las fechas de acudir a las urnas, andamos entretenidos con las ocurrencias de algunos candidatos canarios para ganar notoriedad. Sería el caso de Nardy Barrios, que se atrevió a parapentear aunque esté por ver, qué quieren, desde donde se lanzó con el artefacto pues igual lo hizo desde lo alto de una casa terrera que con eso de que ahora somos un plató cinematográfico algún truco habremos aprendido. No creo, la verdad, que se montara en uno de esos artilugios que veo con frecuencia colgados de los cielos sobre la autovía del Norte. De hacerlo y confiar en la destreza del parapentista acompañante no se hubiera privado Barrios de tomar tierra en la azotea del Ayuntamiento o en su defecto en la Plaza de Santa Ana. Pero, en fin, todo pudiera ser. Incluso que se le ocurra a cualquier munícipe o aspirante a serlo organizar una caravana de bicicletas que deje en evidencia al isleño socarrón que anda diciendo por las esquinas que ya tiene Augusto Hidalgo los carriles y que ahora tendrá que buscar las bicis que los usen. Ya se acabó el alboroto y ahora empieza el tiroteo. Por cierto: me parece espantoso el carril de la calle Reyes Católicos, por no citar otros. Creo que Vegueta merece mayor respeto.

Otrosí, Julio Reboso, aspirante a la alcaldía de Valverde, capital de El Hierro. Se lanzó al mar sin remos ni desvestirse, con un estilo impecable, eso es verdad, para demostrar su proclamada disposición a mojarse “por un sueño”, su eslogan de campaña.

Y sigo con los otrosíes a cuenta ahora del senador tinerfeño Antonio Alarcó, que se montó en un caballito de madera para mostrar y demostrar su preocupación por la infancia que no tiene con que jinetear. Confieso que sentía algo de envidia porque no una ni dos veces me he sentido tentado de montarme en un caballito de esos pero sin atreverme a hacerlo que uno ha de imponer respeto en la abuelitud. Y tampoco, comprenderán, es cosa de presentarme a unas elecciones para realizar ese sueño. El caso es que no he podido liberarme de mi trauma infantil pues los tales caballitos eran de cartón de posguerra y la misma noche de Reyes ya estaban despanzurrados en una esquina.

La palma de las ocurrencias corresponde por su sinceridad a Luisi Castro, que quiere ser alcaldesa de Güimar. Fue lo suyo un video con música de Abba y animado bailoteo en la que incluyó la pregunta cantada, sin dejar de bailar, de ¿A quien le importa lo que yo haga? dirigida, seguramente, en plan crítico, al Juzgado lagunero al que sí le importa, por lo visto, lo que haga Fernando Clavijo, al que tiene “investigado”, palabro que sustituyó el anterior de “imputado” desde que la Justicia, un sector de ella, comenzó a fijarse en los trapicheos de los poderosos.

Imagino que el resultado de tanta originalidad, de la que se han hecho eco por esas Españas, lo veremos el próximo domingo 26 de mayo; o el lunes 27 los más dormilones y menos impacientes. Como saben, no está mal recordarlo, los canarios tendremos que manejar cinco papeletas, es decir una urna menos en la España propiamente dicha. Llevamos ya tanto tiempo con la hora menos que ni viene mal un pequeño desahogo. Lo que me recuerda uno anterior cuando el inolvidable Cho Juáa publicó una viñeta con el mapa del archipiélago en grande y debajo, en un recuadro a la izquierda, enjauló a la Península en un recuadro.

Lo que importa

Circula por Tenerife y ha llegado a Gran Canaria “Manifiesto a la opinión pública de Canarias”, uno de esos textos que no necesitan comentario porque cuenta lo que hay sin tapujos. Arranca de 1993, de la moción de censura “perpetrada” por Manuel Hermoso y José Carlos Mauricio para desalojar a Jerónimo Saavedra de la presidencia de Canarias. Desde entonces la “mayoría de las canarias y los canarios hemos sufrido el paulatino deterioro de nuestras condiciones de vida. Las políticas de los distintos gobiernos de CC han profundizado el foso de desigualdad social heredado de la dictadura franquista. Estos 26 años de dominio oligárquico han dado lugar a una comunidad con mayorías sociales cada vez más empobrecidas, junto al consiguiente empobrecimiento de los componentes de la elite económica y política”.

El “Manifiesto” entra a continuación al recordatorio de los casos de corrupción político empresarial, tantos que se algunos no me acordaba y de otros no tenía noticia. Dice el texto:“La corrupción político empresarial ha sido la tónica estos años: el pelotazo de Las Teresitas, los fraudes en los planes de ordenación urbana –frenado algunos gracias a la oposición de plataformas vecinales- los casos Arona, Atlante, Eólico, el Trompo, Faycán, Carreteras, Mamotreto, Unión Foro Filatélico, García Cabrea, Siliuto, Areneras de Güimar, Grúas, por el que está imputado el actual presidente de Canarias y candidato al cargo Fernando Clavijo...” Tras calificar estos feos asunto como muestra del “infame maridaje entre la casta política gobernante y los detentadores del poder económicos, empresarios que han acumulado ingentes beneficios bajo del paraguas de unas corporaciones institucionales dependientes de los intereses de los políticos que las gobiernan y de sus patronos económicos que las utilizan en su provecho”.

Tras retratar de la “sociedad en ruinas” que es hoy Canarias para el grueso de su población, como se advierte en los índices de paro, de pobreza, la mala atención sanitaria, y en cómo “en los 26 años que CC lleva gobernando en el archipiélago no ha querido o no ha sabido sacar de la pobreza a más del 40% de los alrededor de 300.000 pensionistas de Canarias que hoy mismo, incluso con las mínimas mejoras han logrado conquistar con las luchas de estos últimos años, están recibiendo menos de 8.200 euros anuales, cifra que delimita el umbral de la pobreza en España”. Y como ejemplo del desinterés del Gobierno en remediar situaciones extremas, la pérdida por el Gobierno “de las ayudas a las organizaciones que atienden a mujeres en riesgo” que ni siquiera fueron tramitadas, por lo que indigna ver a la diputada Ana Oramas haciendo demagogia populista con las “abuelas canarias que pasan hambre para dar de comer a sus nietos”. La indignación lleva al redactor del Manifiesto a explicar que “las abuelas empobrecidas y sus nietos y nietas pasan necesidades por las políticas y la ineficacia de estos inmorales que sólo se acuerdan de las personas pobres para acarrearlas como ganado a sus mitines a cambio de un bocadillo de mortadela”.

El documento no tiene desperdicio e invita a romper la inercia electoral. Considera bochornoso que Clavijo, al que califica de “émulo de Zerolo” y “presunto delincuente”, pueda ser de nuevo presidente y recuerda al PSOE las dos veces en que fue traicionado por CC. La primera por la maniobra de Mauricio y Hermoso ya mencionada y la segunda no hace tanto, cuando el mismo Clavijo echó a los socialistas “por pretender acabar con las prácticas corruptas en los conciertos sanitarios con las clínicas privadas”.

Comprenderán que con esta panorama las “gracias” de los candidatos en busca de notoriedad revelan su desconocimiento de la grave situación de abandono político e institucional del grueso de la población; lo que convierte sus ocurrencias en burlas sangrantes.

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