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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal
Sobre este blog

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona y Master en Periodismo y Comunicación por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Fue Jefe de la Sección Política del periódico Canarias 7, Jefe y analista de la Sección de Economía del periódico La Provincia, Jefe de las secciones Nacional, Internacional, Edición y Cierre de La Opinión de Murcia,  Corresponsal y analista económico en Canarias del periódico La Gaceta de los Negocios, Director del diario La Tribuna de Marbella, Jefe del Gabinete de Comunicación del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Director del diario La Gaceta de Las Palmas, Cofundador y director del peridico digital CanariasAhora.com. Director del Canal Canarias de la productora Media Report y Director de la Televisión Canaria Internacional. Como escritor, ha publicado cinco libros.

Sospechan que Clavijo tiene las joyas de Pinito

Virgen del Pino. (Flickr CabildoGC)

Jorge Batista Prats

Hubo un tiempo septiembres atrás en que yo iba todos los años a Teror formando parte de la comitiva municipal de Las Palmas de Gran Canaria. Subía a Teror en principio a ver a la Virgen del Pino, aunque, si he de ser sincero, acudía a la Villa Mariana – antes de que Allah fuera Rajoy y Soraya y Cospedal sus mahomas, huríes o yo que sé – me acercaba al norte de la isla, sostengo, junto a la Finca de Osorio, los paisajes de Pino Santo, las acequias de Crespo y Romero y los barranquillos de El Álamo y La Culata, ensoñación orográfica hasta el Colt y el Smith & Wesson, para que los terorenses vieran a Soria de cuerpo presente y los devotos pudieran en múltiples casos estrechar la mano del alcalde capitalino, considerado por Pedro Jota como “el gran político emergente” del PP y las Españas, mientras Agatha Ruiz de la Prada obtenía el encargo de decorar con unas palmeritas muy monas palmero sube a la palma nuevas paradas de guaguas que venían a sumarse al mobiliario urbano de la ciudad del renacimiento. Que quería renacer. Íbamos vestidos de magos, unos más magos que otros, juntos pero no revueltos, y acabábamos la amplia liturgia del día ofrendas carretas y bueyes en los balcones de una bonita casa que tiene o tenía la familia Manrique de Lara Paco Pepe en primera línea de plaza, ya unos metros por encima del populus. Lo adelantó Serrat: una vez acabada la fiesta, “Y con la resaca a cuestas, vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas. Se despertó el bien y el mal, la zorra pobre vuelve al portal, la zorra rica al rosal y el avaro a las divisas”. Jamás hubiera podido imaginar que la protocolariamente más relevante de aquellas gentes con quien departía, choca ese vaso, no era de aquí ni era de allá sino de Panamá y que post longum no sería nombrado hijo predilecto o adoptivo de la villa sino villano del clima. ¡Voto al gaznápiro verde! Una vez más Kheyam tenía razón: “Como saber no puedes del mañana, la angustia que te causas está basada en una ficción”.

Colocados... en su sitio. Colocados alucinados. Descolocados múltiples

En época de crisis, aunque los grandes gurús la hayan dado por finiquitada, impulsados por la imperante necesidad de inocular a la sociedad civil un optimismo de fogalera fatua que evite, no el calentamiento global sino el recalentamiento del conveniente conformismo – yo mantengo que lo que realmente existe es un desastre estructural de tierra trágame – en época de crisis, comentaba, el colocarse es un Nirvana, un Eldorado, un Edén a buscar ansiadamente. Las acepciones de la palabra y su antónimo evidente permiten distinguir varios frentes: el colocado, bien por su trabajo y valía, bien por el enchufismo patrio a 220 voltios e incluso a 380; el colocado como aquel que, no encontrando colocación o quizá no deseándola, encuentra en el coloque una alienación que le haga soportable la existencia; y el descolocado – donde podría incluirse a los ninis – que ni sabe dónde está, ni a dónde va, ni dónde quiere ir, si es que moverse contempla, cuestión harto dudosa. Estos últimos son los asesinos del tiempo, al que matan de la forma más pacífica: dejándolo pasar sin hacer nada. Luego, ni pertenecen a Al Qaeda ni al Daesh. No obstante, continuamente reivindican que se pertenecen a sí mismos porque su cuerpo es suyo y puntos suspensivos.

Vive el mundo una apocalíptica Babel – Gramsci lo explicó muy bien al considerar que los grandes dramas sociales aparecen cuando un statu quo se va y no acaba de llegar otro para sustituirlo – una apocalíptica Babel, digo, que tiene muchos argumentos de los expuestos por San Juan, quien alerta en el Libro de las Revelaciones de la aparición de gran cantidad de falsos profetas y ve fuego y desolación, también guerras y plagas, que se derraman durante el séptimo sello antes de la venida del Señor. La segunda venida. Personalmente y, con todo respeto, dudo que por aquí vaya a aparecer señor alguno. Porque no está el horno para bollos, porque hay microalgas y aguas fecales, porque la convivencia anda desquiciada y ahogándose en un océano de hipocresía y porque la política se ha convertido en un mundo ajeno a los hombres, aunque éstos sufren sus vaivenes, voy, vaya, vete, hasta luego. Para más inri, dicen las señoras que ya no quedan caballeros.

En cuanto a Clavijo, me explicó que era simplemente “un débil MK ultra illuminati parecido en el fleco a Felipe el de Mafalda, que está aquí dirigiendo desde las sombras la turismofobia”

Supongo que, al igual que Aznar en sus noches de vela y tras la extensa sesión de abdominales, leía en La Moncloa poesía catalana en catalán, Bush hijo se sentaría ante la pantalla con una buena botella de bourbon para escuchar a los tele predicadores con más audiencia. Fue quizá entonces cuando George conectó en su prodigiosa mente Poder con Religión, aportando la acentuación posmoderna devenida luego en posverdad o mentira emotiva, ya que es evidente que durante toda la historia de la humanidad ambos han ido estrechamente de la mano. Apareció así el Eje del Mal, que superaba en mucho al eje de coordenadas cartesianas ordenadas y abscisas, del que todos supimos en el colegio. La celebérrima Foto de las Azores escenificó de manera bastante grotesca lo que habría de venir y aún queda.

El inexorable camino de la paleta de colores

Escuchaba la pasada noche a Harvey Keitel, para mi uno de los mejores actores del cine actual. Hacía el papel de un escritor presa del miedo, al considerar que si se sentaba de nuevo ante la vieja máquina no lograría una obra a la altura de la gloria pasada. Mucho se ha hablado del pánico del escritor ante el folio en blanco, pero yo no puedo decir nada porque jamás lo he experimentado. Llegado un momento, Keitel señala algo así: “El lenguaje es una paleta de colores y éstos son las palabras. Es preciso elegir bien para mojar adecuadamente las martas y llevar el texto al lienzo”. No es una hazaña para vanagloriarse, dado que, si bien la voluntad es el impulso primero de la creación, ésta finalmente fructifica afectada por fuerzas que desconocemos. Simplemente están ahí.

Conclusión final: los ciudadanos se bañan en caca y Trichodesmium erythraeum que, aunque tengan ese nombre tan impronunciable, son muy sociables, y los políticos discuten si los que vienen son presas canarios o pitbull

No ha sido difícil llegar desde Teror hasta Clavijo Fernando Clavijo. No estaba ni de lejos ante una experiencia religiosa, como la partida de ajedrez bajo el manto de la Peste Negra en la Europa del Medioevo entre el caballero Antonius Block y la Muerte. Fueron mucho más llevaderos los caminos que algunos de los abruptos senderos de nuestras cumbres. Bastó con fondear el velero entre 37° y 40° latitud norte y 25° y 31° longitud oeste. Las Islas Azores, aquellas en las que José María, padre espiritual de Asier Antona, puso las patas sobre la mesa y el brazo de Bush se apoyó en su hombro, que con esta pescozada militarista yo te nombro escudero para que me acompañes en la que voy a organizar.

Y resultó que, después de trabarse una vez más entre microalgas, cianobacterias y hediondas aguas fecales, el presidente por accidente se nos fugó a las islas portuguesas “para impulsar la conectividad”. Macaronesio tú, macaronesio yo, macaronesio hey, hey, hey … Obviamente, la conectividad nada tiene que ver con la acción pendiente de conectar los excrementos humanos con la mar y los acuíferos. Hoy, canarios y turistas, aparte de no poder bañarse en tierra de sol y playa a menos que encuentren un hueco, podrían absorber – no como Cela sino por la boca – media botella de agua grifienta vía del Calatraveño a Santa María, tifus o Peste Negra de la que ya se habló.

Hace tiempo que al presente presidente se le vio el rejo del revisionismo insularista derivado de sus colegas e impulsores, entre ellos, Elfidio Alonso quien, no obstante, cantó sin acritud Sombra del Nublo y Maspalomas y tú. Que lo cortés, dicen, no quita lo valiente ni lo atrevido ni lo heroico, aunque es conveniente tener bien vigilada la cartera ante algunos elementos llamados de guante blanco o mano ligera, sin llegar nunca a las digitaciones de Paganini. El caso es que andan no de muy buen verbo el nacionalismo del 175 y el nacionalismo del 176. Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria, pide al Gobierno autónomo explicaciones acerca de esos botellones con cianobacterias y emisarios guarrindongos y Clavijo Fernando Clavijo, convenientemente espoleado por las huestes áticas, desecha su obligada condición – la que debiera tener y no tiene – de presidente de todos los canarios de todas las islas para adoptar el espíritu belicista retrógrado insularista.

Es triste, muy triste, pero toda esa política de declaraciones podría sintetizarse en dos frases. La primera parte contratante diría: “Tú tiras mierda a la mar”. Y la segunda parte contratante contestaría: “Y tú tiras más”. ¡Vale!, ¡Pues vale! Conclusión final: los ciudadanos se bañan en caca y Trichodesmium erythraeum que, aunque tengan ese nombre tan impronunciable, son muy sociables, y los políticos discuten si los que vienen son presas canarios o pitbull. Por cierto, qué curioso lo de la Playa de Las Alcaravaneras. La cierran al baño, la abren en ná de ná porque todo va de cojones … y tienen que cerrarla de nuevo al instante. Estamos en buenas manos. Es evidente e innegable. Para colmo de desgracias, como si el polvo sahariano, elegido como enemigo exterior, fuera polvazo u orgía en vez de suave cópula, en el gran año del turismo – dicen algunos expertos en estos palos de la realidad – es más que posible que, tras las microalgas, llegue una marea roja que liquide peces como hiciera Stalin con humanos.

El relato surrealista como escapatoria existencial

Allá abajo en el sur de Gran Canaria, quiero decir, en la esquina de abajo de mi casa, hay un bar donde suele estar degustando malta y lúpulo un amigo motorista o motero muy amante de enredarse conmigo, aparte de en torno a una 1906 – año en que en Madrid, el día 31 de Mayo, en la Basílica de San Jerónimo el Real se celebró la boda entre el rey Alfonso XIII y la princesa británica Victoria Eugenia de Battenberg, sobrina del rey Eduardo VII de Inglaterra. A la salida de la ceremonia, en la calle Mayor, a la altura del número 88, mientras se dirigen al Palacio Real para el banquete, sufren un atentado cuando el anarquista Mateo Morral arroja, desde el balcón de una pensión situada en el cuarto piso, una bomba camuflada en un ramo de flores contra la comitiva, que no alcanza a los reyes pero que mata a veinticuatro personas además de herir a ciento siete más que contemplan el paso del cortejo. El 2 de junio, Mateo Morral será detenido en Torrejón de Ardoz, pueblo cercano a Madrid, por un guardia jurado al que matará de un tiro para suicidarse a continuación – decía, superado el apunte histórico, que a este amigo le gusta enfrascarse en disquisiciones múltiples, con sus silencios de redonda y negra, utilizando lo que a mi me parecen interesantes visiones de una realidad aparte, como señalaba el antropólogo Carlos Castaneda. Dice él, mientras se fija en como ascienden las burbujas en el vaso que es cárcel de cerveza, que está convencido de que Fernando Clavijo es quien tiene las joyas de la Virgen del Pino, que desaparecieron el 16 de enero de 1975, quedando el caso sin solución, como ocurriera posteriormente con el robo en el chalé de Soria, que dio origen a la saga de los escoltas estáticos y dinámicos del ex ministro villano del clima y a los dimes, diretes y cuéntamelo acerca de las dificultades de los policías para aliviar sus urgencias fisiológicas sin afectar al armamento. Ya saben que pólvora mojada no mueve molino.

Jamás hubiera podido imaginar allí en Teror que la ‘personalidad’ más relevante de aquellas gentes con quien departía, choca ese vaso, no era de aquí ni era de allá sino de Panamá y que post longum no sería nombrado hijo predilecto o adoptivo de la villa sino ‘villano del clima

Pero aún va más allá este amigo, ante mi estupor y asombro. Sostienen él y Pereira que Clavijo y Kim Jong-un son seres reptilianos que están aquí para llevarnos literalmente a la ruina, cada uno en su nivel. Al advertirle que eso era un disparate, se molestó bastante e insistió en que algunos peinados, y no ningún meñique torcido, delataban a seres venidos de otros planetas para formar el Eje del Mal. Insistió en que el corte de pelo del presidente norcoreano era exactamente igual al de “un laja” que tiene un BMW tuneado y pasa por delante del bar casi todos los días con raegetton a todo trapo. “Te aseguro que si no es Kim Jong-un es un clonado que han mandado para acá”. En cuanto a Clavijo, también villano del clima, me explicó que era simplemente “un débil MK ultra illuminati parecido en el fleco a Felipe el de Mafalda, que está aquí dirigiendo desde las sombras la turismofobia”. ¡Estás como una cabra! ¡Sí, tú tómatelo a coña y ya verás!

Íbamos a tratar del tema catalán y del me las piro por el morro el 1 de octubre, pero se había hecho muy tarde … ¡Tómate otra! … No, gracias, me voy a dormir. De modo que subí a casa y me puse para conciliar el sueño ese tema del cantautor Salvador Alba que dice: “Piensas que todo acabará mal. Piensas que esto es una maldición. Qué torcido está este país. Qué decepcionante decepción” ¡Coño! ¡Y tiene razón el tío!

Epílogo

En el barrio la Cachimba se ha formado la corredera. En el barrio la Cachimba se ha formado la corredera ¡Ay mamá! ¿Qué pasó? El cuarto de Tula, le cogió candela. Se quedó dormida y no apagó la vela.

Sobre este blog

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona y Master en Periodismo y Comunicación por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Fue Jefe de la Sección Política del periódico Canarias 7, Jefe y analista de la Sección de Economía del periódico La Provincia, Jefe de las secciones Nacional, Internacional, Edición y Cierre de La Opinión de Murcia,  Corresponsal y analista económico en Canarias del periódico La Gaceta de los Negocios, Director del diario La Tribuna de Marbella, Jefe del Gabinete de Comunicación del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Director del diario La Gaceta de Las Palmas, Cofundador y director del peridico digital CanariasAhora.com. Director del Canal Canarias de la productora Media Report y Director de la Televisión Canaria Internacional. Como escritor, ha publicado cinco libros.

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