Sobre este blog

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona y Master en Periodismo y Comunicación por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Fue Jefe de la Sección Política del periódico Canarias 7, Jefe y analista de la Sección de Economía del periódico La Provincia, Jefe de las secciones Nacional, Internacional, Edición y Cierre de La Opinión de Murcia,  Corresponsal y analista económico en Canarias del periódico La Gaceta de los Negocios, Director del diario La Tribuna de Marbella, Jefe del Gabinete de Comunicación del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Director del diario La Gaceta de Las Palmas, Cofundador y director del peridico digital CanariasAhora.com. Director del Canal Canarias de la productora Media Report y Director de la Televisión Canaria Internacional. Como escritor, ha publicado cinco libros.

Trump, el cowboy del cabello dorado

Donald Trump

Jorge Batista Prats

Las Palmas de Gran Canaria —
  • Bienvenido a la Casa Blanca, señor …
  • Mi nombre es Trump … Donald Trump …

De momento, hoy me toca desempeñar un papel luciferino. El de aquel leviatán que la contraria lleva. Aunque tenga dudas e incertidumbres, no aceptaré sumarme al pensamiento único en contra del nuevo presidente de los EEUU, compuesto, armonizado y orquestado desde muy diversos frentes y usando las más sofisticadas técnicas de manipulación de masas. Aún admitiendo que Donald tiene tela, aparte del pelo dorado, comienzo por la mayor: el único antisistema que yo he visto hasta ahora que haya conmocionado al mundo y aterrorizado al statu quo es precisamente el típico y tópico multimillonario norteamericano. Una peculiar hibridación de cowboy en los antípodas de lo políticamente correcto y de Tony Manero, aquel que era presa de la fiebre los sábados por la noche y se lanzaba al glamour y las pistas de baile rodeado de chicas monas. El escándalo y rasgado de vestiduras han unido – singular entente – a los también típicos y tópicos perroflautas o similares, al poder más poderoso, visceralmente en contra del que contemplan como la Bestia 666. Estamos viendo claramente – aquellos que quieran ver – vemos cual agresivo salto a las pupilas, como los denominados antisistema son una parte más del sistema y, aunque parezca locura, cumplen una función muy importante a la hora de que el statu quo se perpetúe por los siglos de los siglos amén. Para ello tengo un ejemplo que clarificará lo que digo: la Tesis política de la cafetera express, pese a que la que está en la cresta de la ola actualmente sea la de Cloony, que funciona con cápsulas, como los viajes a la Luna. La explicación es mía y, consecuentemente, queda registrado el copyright. Por si acaso.

La tesis de la cafetera express

Sería estúpido, con perdón, aquel que abordara el estudio y análisis del denominado sistema, ese inmenso planeta material y etéreo, desde una óptica maniquea o apoyada en ideologías supuestamente opuestas. La cosa es bastante más compleja. Es una cuestión de equilibrios donde cabe el todo y todo lo que pueden ser y llegar a hacer los hombres. Consecuentemente, las sociedades que construye. Los Estados.

Imagínense una cafetera express de esas de las de antes, pero que aún se usan en muchísimos hogares. ¿Cómo se consigue el café líquido? Así: se rellena la parte baja de agua, la cazoletita que la cubre, de café molido – puede ser natural, mezcla o torrefacto – y se enrosca a la parte superior. Se coloca al fuego, el agua entra en fuerte ebullición y la presión que desarrolla hace que suba por el tubo interior hasta el espacio donde quedará alojado el deseado brevaje, para que sea posible soportar el día con un chute de cafeína nada más abandonar la cama. Deténgamonos un momento y con la cafetera colocada verticalmente, la rodeamos con la vista. Apreciaremos una pequeña válvula que, pese a ser lo más diminuto del aparato, tiene una función esencial: Si algo ocurriera y la presión por la razón que fuese no pudiera encontrar su respiro natural, la válvula se abriría y dejaría expedita una salida de vapor, de cara a que no se produjera una explosión de la máquina y salieran esquirlas a velocidad de vértigo como si estuviésemos en el frente de Siria o Yemen, por ejemplo.

Vamos con la extrapolación: el agua que introducimos es el sistema, el stablishment, el statu quo (Economía, política, hambre, guerras, geopolítica, geoestrategia, servicios de inteligencia, riqueza, paro, sanidad, medicamentos, industria de armamento, hambre, miseria, Banca, formas de Estado, partidos políticos … todo). Estamos ante un ecosistema – no entro ahora si inmoral o moral, si ético o deshonesto, si criminal si justo – que se mantiene en constante ebullición y, desde la II Guerra Mundial y la guerra fría, no sólo lo digo yo, conserva un equilibrio inestable, tan delicado que, si se rompiera y desatara una tercera gran conflagración mundial con cabezas nucleares y armas biológicas, podría hacer de la tierra un planeta inhabitable e, incluso, hacer desaparecer nuestra especie.

La válvula. Ese es, a mi juicio, el quid de la cuestión. Cuando acontece una fuerte crisis económica – en España, desastre estructural basado en gran parte en la corrupción, – las masas se sienten pisoteadas, la sociedad civil entra en depresión y se calientan los ánimos debido a las injusticias, a las decisiones políticas que pretenden que las turbulencias no afecten al gran capital y al brutal aumento de la distancia entre ricos y pobres. Es entonces cuando surgen movimientos revolucionarios, que corrientemente son agrupados como antisistema. La válvula es la que admite que esos movimientos tengan un cierta presencia controlada, de tal modo que no reviente todo. En España tuvimos el 15-M y fuera, la conocida como Primavera Árabe. Ambos movimientos fallidos. La cafetera expulsó la presión que ponía en peligro el mapa político y, en el caso de España, el 15-M desembocó de alguna manera en Podemos, que optó por el celebérrimo cambio desde dentro y ahora tiene graves problemas de liderazgo que han generado una atmósfera de conspiración que ya veremos en qué termina. El PSOE no está mucho mejor y en el PP, con gravísimos casos de corrupción, las baronías tratan de no perder lo conseguido, con la ventaja respecto a los demás grupos de ser líderes en intención de voto. En definitiva, lo que quiero señalar es que la disidencia y los antisistema son asimilados y fagocitados por la gran ameba, de tal modo que prácticamente nada se modifica y la paradoja se hace evidente: los antisistema son parte del sistema. Porque jamás se podrá cambiar el sistema desde su interior por métodos políticos. Eso es imposible.

El 'terremoto 10'

Desde el momento en que Donald Trump gana las elecciones en EEUU y coloca a la gran mayoría de los medios de comunicación, los analistas y las consultoras en una situación de innegable ridículo, se disparan todas las sirenas en el stablishment norteamericano y, consecuentemente, en el resto del planeta. Es evidente que las promesas electorales del nuevo presidente habían sido ridiculizadas continuamente y su manera de expresarse y la utilización de tuits, también. Todos contaban con que Hillary se sentaría en el mismo despacho donde su esposo disfrutó con una becaria de trato fácil, que posteriormente se la jugó al estilo de la peor gentuza. No ocurrió así. En el sillón se sienta Trump, después de que Obama guiara a la nación más poderosa del planeta siguiendo una línea política totalmente opuesta a la que ha anunciado el nuevo presidente. Es más, ya ha dado vía libre a múltiples asuntos que han hecho subir el mercurio como la espuma y que, además, ha llevado a la calle a miles de personas – de momento, fundamentalmente mujeres – que están en contra de lo que pretende hacer el señor Donald. Detrás de ese movimiento está claramente la mano de Hillary y sus excelentes relaciones con el feminismo más radical y las grandes familias de la política USA, que siempre han considerado a Trump un destripaterrones. Terremoto 10 en la escala de Richter. Epicentro: mi nombre es Trump … Donal Trump. Por ello, me reafirmo en lo antes manifestado: el único antisistema que he visto con narices para enfrentarse a lo que hay sobre la mesa es, de momento, el señor Donald. Nadie puede negar que se la está jugando y, lo mismo que ocurrió con Lincoln, JFK, Martin Luther King y Robert Kennedy, puede sucederle cualquier día si traspasa una línea roja que pocos saben donde está. Porque cambia continuamente de localización.

Another brick in the Wall

No necesitamos ninguna educación

No necesitamos que controlen nuestros pensamientos

Ni sarcasmo oscuro en el salón de clases

Profesores dejen a los niños en paz

¡Hey! ¡Profesores! ¡Dejen a los niños en paz!

En conjunto es solo, otro ladrillo en la pared

En conjunto solo eres, otro ladrillo en la pared.

No necesito brazos alrededor de mí

Y no necesito drogas para calmarme

Yo he visto los escritos en la pared

No creas que necesito algo

¡No! no pienses que necesitaré algo

En conjunto sólo era, otro ladrillo en la pared

En conjunto tú eras sólo ladrillos en la pared.

No hay cosa que me repugne más que leer análisis sesgados y tendenciosos. Eso, exactamente. No hay nada que me produzca tantas arcadas como el periodista con el sobre en la mariconera. La libertad de expresión y las líneas editoriales diferentes e incluso enfrentadas son una cosa. La venta criminal de la conciencia para manipular a la sociedad civil, otra muy distinta. Por ello, es obligado dar un gran paseo sobre la gran muralla de la hipocresía y el discurso tendencioso, para advertir que el planeta ha quedado plagado de mentiras y medias verdades en torno al presidente Donald Trump. En el eje del asunto está una reveladora disonancia: el mantenimiento de una política a la americana con el objetivo de dominar militarmente la tierra y construir una segunda guerra fría, buscando siempre el enemigo exterior y la construcción de armas cada vez más destructivas y sofisticadas, o apostar preferentemente, sin descuidar la política exterior, por la reconstrucción de un sistema interno que ya estaba dando muestras de agotamiento. Más, cuando a las dos potencias clásicas se ha incorporado China, un país desparramado de chinos por los bordes, con un régimen político comunista y represor y una economía capitalista. Los chinos no han hecho caso a Eugenio D’Ors y han ido mucho más allá de la gaseosa para hacer los experimentos que, en breve, arrojarán sorprendentes resultados. De momento, la actitud de los EEUU frente a las islas artificiales oblicuas, ya han propiciado amenazas de respuesta bélica. En cuanto a Rusia, sabida es la postura que mantiene Trump al respecto – no odia a Putin por decreto – y, por lo tanto, también el sistema se ha encargado de intoxicar todo lo posible, como si hubiéramos vuelto a la era McCarthy.

He visto prácticamente todos los titulares de la prensa española y mundial desde que Donald Trump ganó las elecciones. El que más me sorprendió fue uno español – no recuerdo si de El País o El Mundo – que señalaba que se iniciaba “la era del egoismo norteamericano”. Todo porque el nuevo presidente había comentado que lo principal para él era su nación y sus ciudadanos. Enseguida, las mentes más calenturientas comenzaron a tergiversarlo todo. Están acostumbradas a los cobardes y pusilánimes. La confusión es evidentemente un arma muy efectiva de manipulación.

Y vamos con algunos puntos significativos porque estas pocas frases ni son ni pueden ser un ensayo:

  • El Muro.– Tras la caída del Muro de Berlín, en el mundo hay 11 en la actualidad: Estados Unidos-México, Ceuta y Melilla, Cisjordania, Irlanda del Norte, Las dos Coreas, Arabia Saudita-Irak, Sahara Occidental, Chipre, India-Pakistán, Kuwait-Irak, Uzbekistán. Es innegable que esos muros no representan la belleza y la capacidad de entenderse de nuestras sociedades. No obstante, existen unas fronteras que los estados deben controlar. Un país, cualquiera, no puede ser un coladero. Existen unas leyes y deben cumplirse. En el mundo en el que estamos una política irresponsable, buenista y desquiciada que acabara con las fronteras sería un grandísimo disparate. No habría muros, pero sí toneladas de sangre corriendo por todo el globo. Las fronteras deben cruzarse por los puestos fronterizos para que las autoridades del país que reciben sepan perfectamente quién está entrando, cómo y de qué va a vivir, dónde residirá … Está en juego la seguridad de la sociedad civil. Además, el famoso Muro de Trump lo comenzó a construir Bill Clinton y continuó Obama. Es esperpéntico ver a la prensa española criticando la decisión de Trump cuando tenemos un Muro en Ceuta y Melilla con altísimos niveles de conflictividad.
  • Inmigración.– Acción humanitaria y ayuda a los débiles allá donde estén, sin discusión. Ahora bien, suicidio colectivo, anulación de la propia cultura y riesgo de atentados terroristas, no. Es de perogrullo. Trump ha ordenado cortar, de momento durante tres meses (hay medios que hablan de 4), la entrada a EEUU de ciudadanos de Irán, Siria, Irak, Somalia, Sudán, Yemen y Libia. Es más que obvio que esos países están ligados de una u otra manera bien a Al Qaeda, bien al Daesh, y representan una amenaza potencial para Norteamérica. Cada país toma las medidas preventivas que considere necesarias para su seguridad. El presidente ha señalado que quiere “mantener a los terroristas islámicos radicales fuera del país” para garantizar que “no se admite en EEUU la misma amenaza contra la que nuestros soldados luchan en el extranjero”.
  • 11 marzo 2004.– Diez explosiones en cadena en cuatro trenes de cercanías causaron 191 muertos y más de 1.600 heridos en Madrid (España), acción reivindicada por las Brigadas Abu Hafs al Masri, vinculadas a Al Qaeda.
  • 7 julio 2005.– Cuatro explosiones, tres en el metro y una en un autobús urbano, causan 56 muertos (incluidos cuatro terroristas) y 700 heridos en Londres (Reino Unido), ataques reivindicados por Al Qaeda.
  • 18 julio 2012.– 9 muertos, 7 de ellos turistas israelíes, fue el resultado de un atentado en el aeropuerto de Burgas, en el este de Bulgaria.
  • 7 enero 2015.– Fallecen 12 personas en el asalto a la redacción del semanario Charlie Hebdo, en París.
  • 8 enero 2015.– Muere una policía municipal, de 35 años, en un tiroteo que se produjo cerca de la Puerta de Châtillon, en París.
  • 9 enero 2015.– Otras 7 personas mueren en Francia, 4 de ellas rehenes que permanecían en el supermercado Hyper Cacher de París y las otras 3 son los hermanos Kouachi, autores del tiroteo en la revista Charlie Hebdo y el asaltante del establecimiento comercial.
  • 14 febrero 2015.– Mueren 2 personas y 5 resultan heridas en dos ataques cometidos por un presunto yihadista en un centro cultural de Copenhague donde se debatía sobre blasfemia e Islam. Al día siguiente, el presunto terrorista es abatido por la policía danesa.
  • 13 noviembre 2015.– Varios atentados casi simultáneos en París dejan 130 muertos (89 en la sala de fiestas Bataclán) y más de 300 heridos.
  • 22 marzo 2016.– 32 personas mueren (sin contar los 3 terroristas suicidas) y 300 resultan heridas en dos atentados yihadistas contra el aeropuerto y la línea de metro de Bruselas (Bélgica).
  • 13 de junio de 2016.– Una pareja de policías son asesinados en su domicilio de Magnanville, a unos 50 kilómetros al noroeste de París, a manos de un yihadista francés que perpetró el crimen en nombre del Estado Islámico.
  • 14 de julio de 2016.– El tunecino Mohamed Lahouaiej Bouhlel arrolla con un camión a ciudadanos que festejan la Fiesta Nacional de Francia en el principal paseo de Niza y deja un balance 84 muertos y más de un centenar de heridos.

Hay quien habla repetidamente de “atentados de falsa bandera”, pero, de momento, lo que es claro e indiscutible es que el terrorismo y los muertos están ahí. Las teorías conspiranoicas quedan por demostrar. Representan una importante parcela de estudio y análisis, pero es necesario ofrecer datos. Estaríamos ante otro tema de muy díficil debate.

Epílogo

Existen muchísimos aspectos para contemplar y analizar, tras la llegada del presidente Donald Trump a la Casa Blanca. Previsiblemente, el año 2017 no va a ser un sendero pastoril para dar gráciles pasos y escuchar los cantos de los pájaros, las flautas y las liras. Creo que fue Gramsci el que dijo que cuando un viejo mundo se muere y el nuevo tarda en aparecer, justo en ese claroscuro es donde surgen los monstruos. Algo está cambiando, algo tiene que cambiar y muchas cosas van a cambiar. A pesar de lo que implica, siempre he pensado que sólo tras un big bang puede haber creación. Así, en cierta manera, coincido con Jefferson: “El árbol de la libertad debe ser vigorizado de vez en cuando con la sangre de patriotas y tiranos. Es su fertilizante natural”. Eso sí, como no soy vidente ni profeta, nada puedo asegurar. Me queda, sólo, el pensamiento y, quizá, volver la vista atrás. A la Historia. O a El reloj del Fin del Mundo.

Sobre este blog

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona y Master en Periodismo y Comunicación por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Fue Jefe de la Sección Política del periódico Canarias 7, Jefe y analista de la Sección de Economía del periódico La Provincia, Jefe de las secciones Nacional, Internacional, Edición y Cierre de La Opinión de Murcia,  Corresponsal y analista económico en Canarias del periódico La Gaceta de los Negocios, Director del diario La Tribuna de Marbella, Jefe del Gabinete de Comunicación del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Director del diario La Gaceta de Las Palmas, Cofundador y director del peridico digital CanariasAhora.com. Director del Canal Canarias de la productora Media Report y Director de la Televisión Canaria Internacional. Como escritor, ha publicado cinco libros.

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