Nos llenamos la boca hablando de Colón. Que si La Gomera fue el último puerto en el viaje del Descubrimiento, que si los primeros animales domésticos de tierras antillanas provenían de la Isla... En fin, que nos convertimos allá por 1492 en la Isla Colombina. Sin embargo, ¿qué elementos tenemos que recuerden el paso del Almirante? Un busto al que hay que ponerle imaginación –o directamente leer la cartela- para saber que es Colón y un mosaico en estado lamentable donde se recrea el primero de los cuatro viajes, aquel que tuvo a San Sebastián como puerto de partida. Cuando llega un turista, o un visitante, o simplemente un curioso y quiere tener un recuerdo, visualizar algo relacionado con Colón, ¿qué puede hacer? Como mucho sacarse una foto en la Torre del Conde, sí, o en el Pozo de la Aguada, claro. Mientras, en Gran Canaria se afanan en realizar jornadas para perpetuar su memoria colombina e, incluso, encargan informes para que el palmeral de Maspalomas se declare BIC por haber “pasado” el Almirante por allí. En cualquier lugar tendrían no solo un monumento en condiciones, sino un verdadero museo dedicado a su figura. Pero aún así, de aquí partió Colón. (971 caracteres).