Espacio de opinión de La Gomera Ahora
De la hoguera de San Juan a la del Santo Oficio
Si bien he escuchado en casa un sinfín de “cuentos” sobre la noche de San Juan, el que más me ha impresionado es el de “mirarte en una talla a oscuras y si te reflejas en el agua vivirás un año más, si no malo, malo”; pero por suerte en casa hace años que tenemos agua “del grifo” y aunque tuviéramos el recipiente de barro, no me creo con valor para asomarme
Pero la mayor cantidad de “historias” hacen referencia a asuntos del amor. Recuerdo la de meter las tres papas bajo la cama: una pelada, otra pelada hasta la mitad y otra sin pelar. A la mañana siguiente, meter al azar la mano y, sin mirar, elegir un tubérculo: si es la pelada, te casarías con un pobre; “media” algo tendrá y qué suerte si eliges la que falta... O la de escribir en trozos de papel los nombres de los mozos casaderos del lugar o los que te gustan, hacer “bolas” y depositarlas en una palangana con agua y depositarla bajo la cama, a la mañana mirar y aquellas bolas de papel que se hayan abierto, mostrando los afortunados.
También lavarse la cara y el pelo con agua del barranco o la de rocío de la noche de San Juan, que asegura salud y belleza para el resto del año
Existe la creencia de que si un árbol no da frutos, bastará con darle una tunda palos en el tronco, después de las 12, para que al año siguiente dé una cosecha abundante.
Darse un baño en el mar durante la noche de San Juan asegura salud para todo el año. Si se saltan nueve olas dando la espalda al mar, se consigue también la eliminación de energías negativas.
Pero la más importante de nuestras tradiciones es recoger todos los trastos viejos, apilarlos y darles fuego al anochecer (existe la costumbre de ir a prender las hogueras de otros antes de tiempo, no sé si por ritual o por fastidiar).
Así celebran el solsticio que da comienzo al verano (el día más largo del año es el 21) desde tiempos remotos y viene a representar un efecto “purificador” quemando lo que no sirve, o lo que represente algo negativo (quemar un papel donde se haya escrito aquello que se quiera olvidar, se puede lograr bienestar por todo el año)
Pero la que ahora nos interesa es la siguiente. Lectura del futuro: se debe de echar un huevo en un vaso de agua el 23 de Junio a las 12 de la noche. Al día siguiente, día de San Juan, se habrán formado figuras con las que los videntes podrán adivinar el futuro de quien lo requiera. Y es así porque la práctica de esta arte adivinatoria le costó en 1783 (aunque la práctica adivinatoria se realizó en 1775) un “disgusto” a una vecina de Hermigua con la Inquisición
El texto que sirve de complemento a esta nota hace referencia a una criada natural de Hermigua conocida como María Candila, que trabajaba en la casa del capitán don Miguel de Echevarría y quien en la noche de la víspera de San Juan depositó en un vaso de agua un huevo y a la mañana siguiente la criada interpretó que lo que se veía era un barco, por lo que el futuro de la joven pasaba por estar encaminado a casar con un “marino”. Ocho años después, otra vecina de Hermigua las denunció diciendo que no tiene nada contra ellas, que era por ser “buena cristiana”; por suerte el Santo Oficio archivó el caso por no haber pruebas de que hubieran repetido las prácticas contra naturaleza cristiana.
0