A mí la enésima retirada de Néstor López me recuerda a aquel cuento infantil que me contaban de pequeño: la fábula del lobo y el pastorcillo. No sé si lo recordaréis. El joven pastor, como se aburría con su rebaño, gritaba aquello de “¡Que viene el lobo y nos come las ovejas!”, mientras sus vecinos subían al prado y éste se reía a modo de broma hasta que, una tarde de invierno, fue verdad y sus vecinos le dijeron: “Nos ha gastado la misma broma demasiadas veces. Si hay un lobo esta vez, tendrá que comerse al muchacho”. Pues a mí me pasa lo mismo con las retiradas del exalcalde de Agulo. Creo que es como la cuarta vez que dice que se va pero no termina de irse. Ahora dice en un medio que esperará a que llegue el secretario que está de baja. Agulo tiene secretario a día de hoy como todo Consistorio. Puede usted ir este mismo lunes y presentar su escrito de renuncia como concejal. Y si no quiere ir, pues tiene varios registros en la capital para hacerlo. Pero no deshoje más la margarita, a menos de que todo sea una maniobra de presión para optar a otro puesto. Yo en estos lares me espero de todo y de todos.