“Es posible desarrollar en Canarias una escritura que trascienda el Archipiélago”
Se apresura en aclarar que “se trata de una primera candidatura en la que figuran doce autores, pero aún debe haber un segundo corte del cual saldrán los tres finalistas que estarán en la gala de entrega de los premios”. El escritor palmero Antonio Tabares ha sido nominado por segunda vez a los Premios Max en la categoría de Autoría Teatral, en esta ocasión por su obra Una hora en la vida de Stefan Zweig, una pieza teatral escrita en 2008 y considerada por la crítica “una auténtica joya”. En el año 2015 Tabares estuvo entre los tres finalistas de este galardón con La punta del iceberg, que recibió el Premio Tirso de Molina 2011 y el Premio Réplica 2012 y que fue llevada al cine por el tinerfeño David Cánovas.
A pesar de su humildad y afán de pasar desapercibido, la realidad es que Antonio Tabares (Santa Cruz de La Palma, 1973) se mueve en los últimos años en la cúspide de la autoría teatral en España. Sobre la nueva nominación a los Premios Max, ha manifestado a La Palma Ahora que “no deja de ser un privilegio poder figurar en esa lista junto a autores a los que admiro y de los que aprendo. Para mí esta candidatura ha sido aún más sorprendente que la de La punta del iceberg, ya que esta es una producción más pequeña, aunque con un equipo profesional de muchísimo nivel: no en vano Roberto Quintana también es candidato como Mejor Actor por su interpretación de Stefan Zweig”. “Con independencia de lo que ocurra, me alegra muchísimo volver a constatar que es posible desarrollar en Canarias una escritura que trascienda el Archipiélago y pueda tener una recepción nacional”, ha asegurado. Además, ha subrayado, “si esta candidatura sirve para arrojar más luz al excelente momento por el que atraviesa la dramaturgia canaria, bienvenida sea”.
La pieza teatral Una hora en la vida de Stefan Zweig, que recrea en clave de ficción los últimos momentos del famoso escritor austriaco, ha sido representada bajo la dirección de Sergi Belbel.
En la tarde del 22 de febrero de 1942, en su exilio brasileño, el famoso escritor austriaco Stefan Zweig se quitó la vida en compañía de su segunda esposa y secretaria, Lotte Altmann, 25 años más joven que él. “Creo que Una hora en la vida de Stefan Zweig no es tanto una obra sobre el suicidio sino sobre cómo afrontamos nuestra propia muerte, que es quizá el gran tema al que todos tenemos que hacer frente antes o después. En la obra me interesaba explorar sobre todo la actitud con la que Zweig y su mujer, Lotte, afrontaban el suicidio. Mi intención no era tanto incidir en por qué se suicidó Stefan Zweig sino en cómo lo hizo, es decir, cuál fue su actitud ante su voluntaria desaparición y esa es quizá la gran transformación que experimentan los personajes al final de la obra”, ha explicado Tabares. “De Zweig me interesan, por supuesto, sus obras. Me parece un narrador con una especial agudeza para tocar el corazón humano, muy sensible y profundo, con una gran empatía por sus personajes. Además, es un gran humanista y un europeísta convencido, al que creo que debemos reivindicar. Y por supuesto me interesa su periplo vital, ya que pasó de ser un autor mundialmente célebre a convertirse en un hombre perseguido por su condición de judío y expulsado de esa Europa en la que tanto creyó. De su historia podemos aprender grandes lecciones para nuestro tiempo”, ha afirmado.
