Cristina Fernández-Cuba gana el XLI Premio de la Crítica en narrativa castellana fallado en La Palma

De izquierda a derecha, Primitivo Jerónimo,  consejero de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de La Palma; Ángel Basanta; presidente de la Asociación Española de Críticos Literarios (AECL);  Anselmo Pestana, presidente del Cabildo de La Palma, y  Enrique Turpin, secretario de la AECL, durante la rueda de prensa en la que se ha dado conocer del fallo del jurado.

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

La escritora Cristina Fernández-Cuba, con la obra ‘La habitación de Nora’, ha ganado el XLI Premio de la Crítica en narrativa castellana que se ha fallado este sábado en la Casa Salazar de Santa Cruz de La Palma. En poesía, también en lengua castellana, la obra galardonada ha sido ‘Ficciones para una autobiografía’, de Ángeles Mora.

El fallo se ha dado a conocer, por el secretario de jurado, Enrique Turpin, en una rueda de prensa celebrada en el Cabildo de La Palma en la que han estado presentes el presidente de la Asociación Española de Críticos Literarios (AECL), Ángel Basanta; los veinte miembros del jurado; el titular de la Corporación insular, Anselmo Pestana, y el consejero de Cultura y Patrimonio, Primitivo Jerónimo.

El Premio de la Crítica lo concede la AECL y aunque no tiene dotación económica, está considerado como uno de los galardones más prestigiosos de las letras españolas.

En lengua gallega, en narrativa, la obra ganadora ha sido ‘O último día de Terranova’ (‘El último día de Terranova’), de Manuel Rivas, y en poesía, ‘O deserto’ (‘El desierto’).

El Premio de la Crítica en lengua catalana, en narrativa, se ha concedido a ‘La sega’ (‘La siega’), de Martí Domínguez, y en poesía, a ‘Mur’ (‘Muro’), de Gemma Gorga.

Las obras vascas premiadas en esta edición son ‘Lili eta biok’ (‘En compañía de Lili’), de Ramón Saizarbitora, y ‘Lainoa janez’ (‘Asimilando la niebla’), de Juan Kruz Igerabide.

Fernando Valls, vicepresidente de la AECL, ha calificado a Fernández-Cuba como “una escritora importante, una grande del cuento en las últimas décadas que, aunque nacida en Barcelona, escribe en castellano”. Recordó que “llevaba nueve años sin publicar cuentos”, “La habitación de Nora’, integrada por nueve relatos, es un libro importante, y los miembros del jurado nos sentimos satisfechos de concederle el premio”, aseguró.

Manuel Gahete, por su parte, hizo una valoración de ‘Ficciones para una autobiografía’, de Ángeles Mora. “Es una gran obra de una autora discreta, que no participa en los circuitos comerciales, no es un revelación”, dijo.

La novela de Manuel Rivas, ‘El último día de Terranova’, según explicó Olivia Rodríguez, está dedicada “a una librería a punto de cerrar por las especulaciones, pero representa a cualquier librería como símbolo de un espacio de refugio, de la recuperación de espacios de libertad”. En la obra de Rivas está presente “la huella periodística”.

‘O deserto’, de María do Cebreiro, es “una especie de devocionario en el que hay una reflexión sobre los afectos entre las personas” y llega a la conclusión de que “siempre estamos solos a la hora de la muerte”. La autora pertenece a un movimiento de mujeres poetas caracterizado por “un profundo intelectualismo”.

Lluïsa Julià analizó la novela ‘La sega’ y comentó que su autor, Martí Domíngez, ha abandonado sus escritos biográficos para “mirarse a sí mismo”. Es un relato de “memoria histórica, de la lucha entre los maquis y la Guardia Civil a finales de los 40”.

Gemma Gorga, en ‘Mur’, investiga sobre la mujer desde la Edad Media. “Habla de las condiciones de negatividad de muchas mujeres”.

Javier Rojo explicó que en ‘Lili eta bioke’, de Ramón Saizarbitora, se recoge “la relación entre un escritor maduro y otro adolescente” en el que está presente “un tema clásico como es la memoria de la guerra”. Su estilo es “detallista” y la obra puede leerse “como una novela de aventura”.

El vasco Juan Kruz Igerabide, en ‘Lainoa janez’ recurre a la imagen de la lluvia y también al otoño como símbolo del paso del tiempo. “Es una mirada de cierta melancolía pero serena”. “La palabra poética está desnuda, libre de retórica”.

Basanta recordó que el Premio de la Crítica se fundó en 1956 con “la misión de contrarrestar la influencia de los premios comerciales, y en 2016, hay mucha más necesidad de ello que entonces”. “Es el único galardón que se concede en España en las cuatro lenguas del Estado”, subrayó, al tiempo que destacó que este premio “genera canon y todos quieren tenerlo”. Descartó cualquier posibilidad de parcialidad. “El número de miembros del jurado (21) y su diversidad de procedencia hace imposible la manipulación”, resaltó. “Somos una asociación humilde que no tenemos dinero, ni queremos tenerlo, pero que contamos con un premio que es nuestro patrimonio.

Por lo que respeta a la obra ganadora, Ángel Basanta indicó que el cuento “desde hace mucho tiempo está a la altura de la novela; goza en España de excelente salud”. “El libro ganador es excelente y Cristina Fernández-Cuba es la mejor narradora de cuentos”.

El nivel de las obras presentas a esta edición, escritas a lo largo de 2015, “ha sido medio alto”, en su opinión.

El jurado ha estado integrado por los siguientes miembros: Ángel Basanta, como presidente, los vocales Fernando Valls, Araceli Iravedra, José Luis Martín Nogales, José Enrique Martínez, Jorge de Arco, Luis Bagué, José Belmonte, Francisco Díaz de Castro, Juan José Lanz, Nicolás Melini, Xelo Candel, José Vicente Peiró, Manuel Ángel Morales, David Becerra, Manuel Gahete, Lluïsa Julià, Olivia Rodríguez, Javier Rojo, y Enrique Turpin, que actúa como secretario.

El presidente de la AECL agradeció a las autoridades insulares su apoyo en la celebración en La Palma de esta relevante ceremonia literaria y recordó que el escritor palmero afincado en Madrid, Nicolás Melini, fue el artífice de la iniciativa.

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