Manuel Rivas: “El periodismo es un bien público que no puede desaparecer”

Anelio Rodríguez y Manuel Rivas, este viernes, en el ciclo 'La condición humana'.

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

“El periodismo es un bien público que no puede desaparecer, es una necesidad básica de la condición humana y una garantía de calidad democrática”. El escritor gallego Manuel Rivas (La Coruña, 1957) fue entrevistado este viernes por el profesor y también escritor Anelio Rodríguez Concepción dentro del ciclo 'La condición humana' que organiza la Fundación CajaCanarias en el Espacio Cultural Rafael Daranas de Santa Cruz de La Palma.

El diálogo entre ambos creadores fue sublime y divertido, con elegantes notas de humor gallego. Rivas habló de sus inicios literarios, marcados por el entorno rural en el que nació y creció, con un padre albañil y una madre vendedora de leche. Y un valle lleno de vacas que “fabricaban niebla” con el vaho que desprendían sus cuerpos. De niño, en su casa de piso de tierra y en torno a una chimenea escuchó muchas historias de boca de sus familiares que le han llevado a afirmar que “el mundo rural convoca a todos los géneros; la literatura de la aldea no es costumbrismo, es alta literatura”.

Rivas aseguró que escribir es “viajar hacia lo desconocido, igual que vivir”. Se describió como “un deforestador de muchas voces”, como un poeta, ante todo. “Frente a una visión cartesiana, la realidad es una concentración de círculos: leyendas, sueños, imaginación...; el primer círculo es la poesía, el núcleo de la literatura, la condición poética de las palabras”, sostuvo.

El escritor también repasó su intensa trayectoria periodística y su etapa universitaria en Madrid, en la que, en una ocasión, en el transcurso de una protesta estudiantil, fue arrestado por la policía y llevado a los calabozos, donde un agente “me dio un cachete porque era gallego y estaba contra Franco”.

El mar y la emigración, como en muchos gallegos, están también presentes en la vida de Rivas. “Los caminos del mar son los mejores caminos”, afirmó, y comparó la armoniosa arquitectura de los barcos con la estética de la literatura. “Me identifico como emigrante, mi padre lo fue, y el escritor también lo es”, dijo.

Emocionó al público con la lectura de varios poemas, en gallego y en castellano. Una de las composiciones la dedicó a los fusilados durante la dictadura franquista, a esos “muertos inquietos” que fueron amontonados en fosas comunes.

Ahora está embarcado en un proyecto editorial: la revista cultural 'Luzes', de periodicidad mensual, de la que ya se han salido a la calle seis números. “Se edita en papel como una apuesta de vanguardia”, señaló.

Rivas, que colaboró con el número 28 de la revista La Fábrica, dirigida por Anelio Rodríguez, se comprometió a regresar a la Isla. “Tengo hoy una sensación feliz; me han traído a un lugar al que tengo que volver; en La Palma me siento fuera del tiempo”.

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