“El proyecto ‘Ibarrola en Garafía’ recorrerá ciudades españolas y alemanas”
Una exposición itinerante dará a conocer en varias capitales españolas y ciudades de Alemania la intervención que Agustín Ibarrola está llevando a cabo en Garafía. El contenido de la muestra presenta dos aspectos: por una lado, Ibarrola en Garafía, que recoge pinturas del artista vasco, su filosofía, bocetos y maquetas; por otro, Texturas, donde se muestra la piel de La Palma, a través de una interpretación pictórica de Facundo Fierro, director del Museo Naturaleza/Arte del municipio norteño. “Busco sus huellas dactilares en los barrancos y la aportación del hombre en la conformación del paisaje, expresando mis sensaciones”, ha explicado Fierro a La Palma Ahora. La exposición se acompaña de una selección fotográfica textural en gran formato y de un audiovisual.
“La muestra recorrerá las capitales españolas en las que ha intervenido Agustín Ibarrola, comenzando por Bilbao y Madrid. Posteriormente se trasladará a Ávila, Orense, Sevilla… pasando por Alemania, en cuya cuenca del Rhur hizo una importante intervención, luego llegará Canarias, finalizando con la inauguración del Museo Naturaleza/Arte de Garafía”, detalla Fierro.
“Este proyecto no consiste solamente en unas pinturas sobre unas piedras amontonadas y un corto espacio de pared de barranco. Se trata de un Museo Naturaleza /Arte, con su espacio físico, exposiciones, información, itinerario, ediciones, etc., y de su expresión conceptual en la naturaleza, con las diversas Estaciones de paisaje, y una de las primeras acciones es dar a conocer en el exterior tan importante obra”, resalta.
La primera etapa del Museo Arte /Naturaleza se inició el pasado mes de diciembre con la propuesta Las piedras de Ibarrola en la Montaña de Los Lisianes, en la zona de La Piedra. “Es un espacio mítico en un claro del bosque para exaltar la armonía entre el hombre de esta tierra –su cultura y tradiciones- y su entorno inmediato: Garafía”, resalta Fierro. “La primera fase consistió en la preparación de los amontonamientos de piedras y es lo que se hizo entre octubre y diciembre pasados; actualmente se está en la fase de las obras complementarias de preparación de suelos, accesos y bases de color para, a partir de la primavera, comenzar con la actuación pictórica. A partir de ahí, Agustín Ibarrola y su equipo completará las pinturas mural”, indica.
La segunda intervención de Ibarrola en Garafía comenzará también en primavera en la Fuente de La Huerta, en el barranco de La Luz.
“En contra de lo que dicen algunos detractores, las actuaciones no afectan a los Espacios Naturales Protegidos de La Palma. Están ubicadas en terrenos aportados por el Ayuntamiento de Garafía y con la implicación de este y el Cabildo en la realización de las obras complementarias, protección, preparación del suelo y accesos”, aclara Fierro.
“Con respecto al paisaje -entendiendo que paisaje es todo aquello que se ve- las actuaciones no se ven hasta que no se llega al pie de ellas. Concretamente, la del Barranco de La Luz es totalmente invisible, incluso estando en el camino de acceso a unos 6 o 10 metros. Situada en un recodo, tras la Fuente La Huerta, aprovecha unas paredes que están totalmente degradadas por el hombre. Tras su regeneración, el artista Agustín Ibarrola plasmará su interpretación de los volúmenes rocosos, la piel de Garafía, en unas formas y color que servirán de claves para contemplar formas similares en las espectaculares paredes de enfrente y en diferentes Estaciones de paisaje situadas en un itinerario determinado para el Museo, donde se invita al visitante a contemplar hitos determinados”, apunta.
“De ese modo, el visitante podrá interpretar una roca como una escultura; un relieve, como un friso o un mural... sin tocarlo. Es en la actuación de Las Piedras donde el artista hace un homenaje al hombre de Garafía -porque no se puede interpretar un paisaje olvidando al hombre que durante generaciones se ha plegado a su piel, viviéndola y conformándola- y se ha elegido un claro entre el pinar de la Montaña Lisianes para crear un espacio que será mítico. Cinco grandes amontonamientos de piedra en un círculo, emulando las más primitivas tradiciones del ser humano, y en su cara interior de nuevo el artista dará rienda suelta a su paleta, de tal modo que para contemplar la obra haya que situarse en el espacio central del círculo… y para contemplar las estrellas”, concluye.
