La pintora que busca la luz de la razón a la sombra de los pinos de la Isla

Esther R. Medina / Esther R. Medina

Los cuadros de Ana Brígida (Los Llanos de Aridane, 1959) no pasan desapercibidos. Encierran una fuerza mágica que atrapa y retiene al espectador. La pintora impresionista, un referente en el mundo artístico de la Isla, con más de 30 años de trayectoria creativa, expone hasta mediados de octubre en la sala 'Hay un mundo por conocer?La Palma' de La Molina Artesanía, en la calle Real de Santa Cruz de La Palma, una serie de 14 obras en las que “la naturaleza viva”, como es habitual en ella, es la gran protagonista. “Creo atmósferas con mucha luz y color, espacios profundos, libres, en calma; esta es mi seña de identidad”, ha asegurado a LA PALMA AHORA.

En la vida de Ana Brígida, que estudió Bellas Artes, Magisterio y Delineación Industrial, la pintura es “casi todo: belleza, armonía, deleite, trabajo?”. Pinta desde muy pequeña y con tan solo 14 años realizó su primera exposición en la Casa de la Cultura de Los Llanos de Aridane.

(La muestra de Ana Brígida despertó interés en el acto de inauguración)

Esta pintora, extremadamente rigurosa y exigente en su trabajo, ha sentido desde siempre una particular atracción por la naturaleza. “Me interesa su belleza (suave, amable, poderosa, temible?), su fragancia, su espiritualidad?”, dice. El paisaje palmero, bajo su mirada artística, es “grande, bellísimo y majestuoso”. Considera que la perfección está “más en la naturaleza que en el arte” y reconoce que busca “la luz de las razones a la sombra de los pinos”. La estética, para ella, es “importantísima, la calidad de la obra”, afirma.

La larga y fructífera trayectoria de Ana Brígida prácticamente se mantiene intacta. “Sigo el mismo camino, el universal, el del color, el de la intensa fragancia natural, pero con algo más de intensidad y localidad”, afirma.

El proceso creativo de Ana Brígida es laborioso, como lo es su impresionante obra. “Camino buscando el paisaje más virgen, más natural, lo comparto en silencio y lo transporto al lienzo con pinceladas inquietas, llenas de color tratado de manera particular, poniendo de relieve los matices más ocultos”, detalla. “Concibo un universo de color muy ligado a la pintura local”, añade.

En cuanto al compromiso social que deben asumir los artistas, Ana Brígida apunta que “yo soy de este lugar y tengo mis raíces aquí; por tanto, mi papel social como artista y persona es igual a la de todos aquellos que se interesan por cuidar nuestra naturaleza, tal vez soy algo más crítica por concebir de una forma apasionada mi trabajo”, señala.

El próximo mes de diciembre, Ana Brígida participará en una colectiva en la Casa Massieu de Tazacorte con Pedro Fausto y Alexej Dvorak.

David Hernández, propietario de la sala de exposiciones 'Hay un mundo por conocer?La Palma', ha manifestado sobre la muestra de Ana Brígida: “Cuando contemplas su obra te das cuenta de que su pintura esconde algo más que la simple reproducción de un paisaje, transmite una sensación de libertad, de espiritualidad, expresada en cada pino, en cada almendro, en cada manzana? Los visitantes, tanto locales como extranjeros, expresan su asombro ante la grandeza de unas obras de arte creadas desde un profundo amor a la naturaleza”.

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