La Centinela y el cambio climático

Que el clima está revirado

salta a todos a la vista,

salvo algún negacionista

que se opone, empecinado.

Nos parece equivocado

negar lo que es evidente

y resulta impertinente

seguir con la cantinela,

cuando ves la Centinela

en el estío vigente. 

Jócamo, 10.VII.2023

NOTA: Hablar del cambio climático y de sus graves consecuencias para la biosfera en general y para la Humanidad en particular, es un hecho que no ofrece discusión. Otra cosa es cuantificar qué proporción de ese cambio global está motivado por las actividades antrópicas y cuánto se debe a fenómenos planetarios o solares, relacionados con la historia del Universo.

El análisis de un fenómeno global demanda datos globales, para alejarnos de la tentación de sacar conclusiones más o menos globales basadas en observaciones locales, que desenfocan cuando no tergiversan el problema.

Un ejemplo de lo que hablamos, llevado al extremo de lo local, son los datos relacionados con la pluviometría este año en la localidad costera de Abades (Arico-Tenerife).

Es innegable que a escala insular y general canaria se atraviesa un periodo de sequía, que sin embargo no confirma la pluviometría local de este último año en Abades, que roza los 340 mm, cuando la isoyeta media para la localidad está en torno a los 125 mm. No sólo ha llovido el triple de lo habitual, sino que se registraron 32 mm para un episodio atípico ocurrido el pasado mes de junio, lo que produjo un nuevo rebrote foliar de las ya agostadas tabaibas (Euphorbia balsamifera) que pueblan el cono de la Mtña. de la Centinela (Monumento Natural Protegido), devolviendo al paisaje el tono verdoso propio de la época invernal tras el efecto benefactor de las lluvias otoñales.

Basado en ello, podría concluirse que la alarma por escasez de lluvias en Canarias no está justificada. Algo parecido ocurre, cuando de la escala local pasamos a la escala global o planetaria y sacamos conclusiones generales en base a datos locales.