¿Defensor del Pueblo? o ¿Defensor de los Políticos?
Los afectados por la erupción del volcán de La Palma, asisten atónitos a los últimos acontecimientos que rodean al postureo institucional, entre el supuesto Defensor del Pueblo y los responsables máximos de las administraciones locales e insulares.
Lo primero que llama la atención a los afectados, es cómo han sido recibidos los políticos en la sede de este organismo, personalmente por D. Ángel Gabilondo, con distintas intervenciones institucionales, declaraciones de prensa, comida, bombo, platillo y botafumeiro, cuando al representante del pueblo, D. Óscar Martín Portal, D. Ángel no tuvo ni la poca empatía con el problema, para salir, ni siquiera, a saludarle, enviándole a una empleada de su gabinete de prensa, más para espiar lo que declaraba en los medios, que para tomar en cuenta las 14 demandas que planteaban a las administraciones, refrendadas por todas las asociaciones, colectivos y plataformas que se crearon tras la erupción, como respuesta a la dejación que los afectados sufrían, y que había generado una emergencia social, propia de un país subdesarrollado, que a día de hoy aún perdura para la mayoría de los afectados. En ese frío día del mes de enero, en la sede del Defensor del Pueblo, D. Óscar actuaba en nombre y representación de más de 7.000 damnificados del pueblo palmero, pero a él solo se le concedió la oportunidad de registrar ese manifiesto en un pasillo, con una mesa que habían puesto allí para la ocasión, en donde ni siquiera había una silla para sentarse.
Por lo que vimos este martes, actuaron exactamente igual que con la visita de estos políticos que dicen representarnos, permítannos la ironía, y por eso a la mayoría de los afectados se les presenta esta duda: “¿Realmente esta institución y su máximo representante, son el Defensor del Pueblo o son el Defensor del Político?”, porque, lo de menos, es la diferencia de trato entre los representantes políticos y el representante del pueblo, como hemos podido comprobar, lo verdaderamente importante es que 6 meses después no se ha hecho nada al respecto por parte de esta institución o por lo menos no hemos sido informados, más allá de solicitar un informe que los políticos ya se habrán encargado de maquillar, para demostrar lo bien que están haciendo todo, y que no refleja en absoluto la emergencia social por la que están atravesando los habitantes de la isla de La Palma.
Postureo institucional a gran escala, es la única definición que se nos ocurre a los que hemos perdido todo, cuando D. Ángel Gabilondo se reúne con los demandados e ignora a los demandantes. Esperemos que el otro poder del Estado, el judicial, repare el daño que se les ha causado a los damnificados desde el ejecutivo y el legislativo, y siente en el banquillo a estos señores que dicen representarnos, por la probada responsabilidad patrimonial que adquirieron al no informar a la población en tiempo y forma, de un hecho que conocían desde cuatro años antes a la erupción, negando incluso la evidencia, cuando la población empezaba a sentir los temblores, mientras informaban a su familia y amigos de la inminencia de la catástrofe. De no ser así, tendremos que trasladar esas demandas a las instituciones y tribunales europeos, pero los palmeros y las palmeras vamos a luchar hasta el final, por recuperar lo que nunca debíamos haber perdido, a causa de la negligencia de los que dicen representarnos.
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