“El padre del senderismo canario” recibe la primera Medalla al Mérito Ciudadano de la Isla
El insigne caminante Agustín Rodríguez Fariña, toda una institución en la Isla, ha recibido este martes la primera Medalla al Mérito Ciudadano que concede el Cabildo de La Palma en el transcurso de una sesión plenaria extraordinaria y solemne en la que el homenajeado ha estado acompañado de numerosos amigos y autoridades.
El presidente en funciones y electo del Cabildo, Anselmo Pestana, inició su intervención con un poema de Pedro García Cabrera que “habla de caminos y senderos”, y resaltó que es la primera vez que se concede esta distinción, a propuesta de la consejera de Medio Ambiente, Nieves Rosa Arroyo. “La conservación de la naturaleza y de la Isla en general ha sido su prioridad”, aseguró Pestana, quien resaltó que Rodríguez Fariña “ha recorrido a pie todos los senderos y ha hecho un inventario de los caminos, que se han podido recuperar gracias a su impulso”. “Todos los senderos han venido hoy a dar aquí y este es el homenaje de todos los palmeros en deuda de gratitud contigo”, dijo el presidente insular a Fariña.
La consejera Nieves Rosa Arroyo, por su parte, también recurrió a un poeta para iniciar su discurso, en este caso a Antonio Machado y su “caminante no hay camino”. “Es para mí un honor inmenso entregar esta medalla, porque Agustín patea desde los años 70 todos los caminos de la Isla con el único afán de conservarlos y mejorarlos”. Arroyo se refirió a Fariña como “el padre del senderismo canario” que, subrayó, ha impulsado “la participación ciudadana” y “ha impedido que se pierdan nuestros caminos históricos”. “Agustín es una tremenda figura y la Isla necesita de muchos Fariñas”, afirmó. “Es un ilustres personaje que nos ha enseñado que hay que conocer La Palma caminando, nos hace mirar nuestro medioambiente”, dijo.
El homenajeado se mostró “sorprendido” por la distinción y se preguntó “por qué”. “Es una inesperada deferencia que creo que no merezco, porque lo que he hecho por La Palma es lo que me gustaba, aunque si se han beneficiado terceros, mejor”, ha manifestado. “Siempre me ha llamado la atención un paisaje, una sencilla flor, el barro púrpura… He observado la naturaleza desde un sendero”, detalló. “El caminante, con el senderismo, aprende a enfrentarse con uno mismo ante una dificultad inesperada, en el camino, o en la vida”, destacó.
Fariña aseguró que “la gente tiene que conocer La Palma, su identidad, no sabemos valorar lo que tenemos aquí, que nada tiene que enviar a tierra alguna”. Tuvo un recuerdo para los cabreros, a los que ha encontrado en muchas ocasiones transitando por la abrupta orografía insular y quienes le han ofrecido “leche o un trago de ron”.
El insigne caminante apostó por “hablar más de medioambiente” y recordó “la ineludible obligación” que tiene “cada palmero” de cuidar de la Isla. Fariña calificó su discurso de “minihistoria de 60 años condensada”.
