De Baja California a La Palma a comprar semillas de tagasaste

Luis Martín y David han viajado a la Isla para comprar semilla de tagasaste. Foto: LUZ RODRÍGUEZ.

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

La oferta la lanzó en el muro de facebook de LA PALMA AHORA en agosto de 2014, y un año después ha viajado a La Palma para hacer efectiva la compra. El emigrante palmero Luis Martín, que reside desde hace 22 años en Baja California Sur (México), se encuentra estos días en la Isla para adquirir los tres kilos de semillas de tagasastes que había solicitado, y por los que ha pagado más de 3.000 euros. Quiere construir “un rancho como una minúscula isla de La Palma en el centro de Baja California Sur y comer queso palmero con las cabritas alimentadas con tagasaste como en la infancia”, ha explicado a este digital.

Luis, cuya familia procede de Mazo y Breña Alta, ha venido acompañado de uno de sus cuatro hijos, David Martín Rubalcava, de 26 años, licenciando en Ciencias Políticas en París y en la actualidad asesor del senador más joven de México, Ricardo Barroso. David asegura que “estoy aprendiendo todo lo que puedo sobre el tagasaste, una planta que me ha descubierto mi padre y que tiene unas propiedades increíbles”. Le gustaría ponerse al frente de la explotación familiar que, de momento, es “un capricho” de Luis, según él mismo reconoce.

Recibió “decenas y decenas de propuestas”

Pocas horas después de que hiciera pública su oferta de compra de semillas de tagasaste, a 1.000 euros el kilo, comenzó a recibir “decenas y decenas de propuestas, pero muchas no me merecían confianza”, dice. Al final logró tres vendedores fiables que le recolectaron la simiente en Breña Alta, Tijarafe y Garafía. “Las próximas que compre las pagaré más baratas, pero estas eran las primeras y no me importaba dar 1.000 euros por kilo”, ha señalado.

La siembra de tagasaste en el rancho de Luis Martín, situado a 100 kilómetros de Los Cabos, uno de los destinos turísticos más importantes de México, se ha retrasado por cuestiones burocráticas derivadas del proceso de importación de la semilla. “Tuve que presentar un estudio de impacto ambiental porque vivo en una zona de flora autóctona protegida, donde nunca ha entrado legalmente semilla de tagasaste”, subraya. Solo podrá importar un máximo de tres kilos. Cada mil gramos contienen, aproximadamente, unas 45.000 simientes.

Pero Luis no podrá tener en su finca, que lleva el nombre de Los Dragos, en recuerdo a los Dragos Gemelos de Breña Alta, cabras de raza palmera, dado que en Baja California Sur las temperaturas en verano rondan los 38 grados, un calor que no soportarían estos animales. La solución ha sido fácil: cabras majoreras, acostumbradas a los hábitats de zonas áridas. “Ya tengo los vientres para inseminar”, ha afirmado. Este proyecto cuenta con el asesoramiento de técnicos del Gobierno de Canarias, entre los que se encuentran el palmero Juan Capote, investigador del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) y una autoridad mundial en ganado caprino.

Luis comenta en tono de humor, y sin ánimo de ofender, que “ahora necesito exportar un ‘mago’ de La Palma que entienda de tagasastes para poner en producción la finca”.

El tagasaste, en su opinión, “es una aportación de La Palma al mundo”. “En los próximos meses haremos un viaje a Australia para evaluar” lo que han hecho en este país con esta planta forrajera, con la que “también fabrican pienso y hay un mayor alcance en su uso”, apunta.

Luis y David han visitado el municipio de Garafía este miércoles y “sorprendentemente, observamos que una parte de la dieta de nuestras cabras viene importada de la Península; si mi abuelo se enterara de esto estaría dando saltos en la tumba”, afirma

La finca Los Dragos nació como un capricho de Luis, pero ahora ya se plantea que su hijo David se ponga al frente y la convierta en una explotación rentable. “Él tiene la ventaja de que cuenta con la propiedad y con posibilidades de promocionar la producción agrícola al más alto nivel”, destaca.

“Quiero despertar en México el interés por la cultura canaria”

Y a David no le desagrada la idea, al contrario. Este joven de 26 años formado en París, asesor en el Senado de México, se encuentra realizando un viaje por el mundo y se citó con su padre en Canarias para interesarse por el tagasaste. “He visitado ya ocho países de Asia y ahora viajo a Marruecos, pero quiero aprender todo lo que pueda sobre esta planta increíble, que me la ha descubierto mi padre y que tiene grandes beneficios”. “A mí me atrae la cultura del Archipiélago en general y la palmera en particular, que es muy rica y muy poco conocida en el mundo; en México no hay ni un restaurante de comida típica canaria; quiero empezar a producir allí y despertar el interés por productos como el queso palmero”, avanza.

Y David se ha enamorado en La Palma del perro pastor garafiano, y se ha propuesto llevarse al país azteca una pareja. “Los quiero para pastorear los rebaños de cabras; cuando vuelva de Marruecos los recogeré y allí tendrán crías, así que espero que un día haya más perros pastor garafiano en México que en La Palma”, comenta en tono de humor.

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