“La Palma tiene el mayor porcentaje en donación de órganos de Canarias”

El doctor Ramos en su despacho del Servicio de Medicina Intensiva. Foto: LUZ RODRÍGUEZ

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

El doctor Luis Ramos, coordinador de Trasplantes del Hospital General de La Palma y jefe del Servicio de Medicina Intensiva, tiene una tarea muy complicada. Casi al mismo tiempo que comunica a una persona que un familiar acaba de fallecer, le pide que sea generosa y done sus órganos “para que otros puedan seguir viviendo”. “Es un deber moral que tengo cuando se produce una muerte, que esa muerte sirva para dar vida”.

En una entrevista con La Palma Ahora, este médico, dotado de una gran sensibilidad, ha resaltado la “solidaridad” de los palmeros a la hora de donar órganos. “En proporción a su población, la Isla registra más donantes que Tenerife o Gran Canaria”. “En La Palma, la gente es muy solidaria”, insiste. 

El Hospital General de La Palma, dependiente del Servicio Canario de Salud (SCS), fue acreditado en 2002 para la extracción de órganos y tejidos en donantes de muerte encefálica y en 2013 inició el protocolo para la donación en asistolia (muerte por parada cardíaca). 

El doctor Ramos recuerda que “hay un porcentaje de negativas en todo el país porque el fallecido dijo en vida que no quería donar o porque las familias se oponen”. “Los coordinadores de trasplantes solemos tener una formación inicial y periódica para saber reconducir las entrevistas familiares, dejar claro que no se trata de una autopsia, que no se va a maltratar al cadáver”, explica. “Hay que mostrarle a la familia la cara buena, a las personas que van a beneficiarse del trasplante de esos órganos”, añade, y asegura que “en ocasiones a algún familiar que ha tenido dudas le he llevado a diálisis para que viera la situación en la que se encuentran los pobres enfermos que día sí y día no tienen que estar conectados a una máquina”. 

Carácter solidario y elevado nivel cultural 

El porcentaje de negativas, recalca, “afortunadamente está decreciendo en todo el país, pero en La Palma puedo decir que es bastante bajo, lo que significa que la gente está concienciada de que cuando un ser querido ha fallecido debe donar sus órganos para que otras personas vivan”. En su opinión, esta actitud se debe “al carácter solidario del palmero y a su nivel cultural, que es más alto que la media de Canarias”. 

En su trayectoria profesional, el doctor Ramos ha realizado más de 500 entrevistas con personas que han perdido a un ser querido, y a las que ha pedido que donen sus órganos. “Es un encuentro muy emotivo, pero todos son diferentes, por más que tengas entrenamiento en la forma de comunicar malas noticias, porque aquí, desgraciadamente, por las características del servicio (UVI), estamos acostumbrados a comunicar el fallecimiento o el empeoramiento de un paciente”, detalla. “Contamos con una formación específica, pero no hay ninguna entrevista igual, son muy emotivas todas; hay que comunicar la muerte de una persona a un ser querido y acto seguido, con muy poquito intervalo de tiempo, tenemos que , digamos, abusar de su generosidad para solicitar los órganos, es algo que no se puede hacer dentro de tres o cuatro horas, porque desde que se produce la muerte cerebral los órganos se empiezan a deteriorar, todo tiene que ser muy rápido y por eso es doblemente duro”, admite. 

“Hoy por ti y mañana por mí” 

Para el doctor Ramos conseguir la donación de órganos “es una satisfacción enorme” pero, subraya, “puedo asegurarle que los familiares también se sienten muy satisfechos”. “Hemos tenido casos de algunos que se han negado a donar y días después han venido a verme para decirme que creían que no habían hecho bien; al revés, nunca ha ocurrido, jamás nadie se ha arrepentido de donar los órganos de un ser querido”. 

La muerte de un familiar, reconoce el coordinador de Trasplantes del Hospital General de La Palma,  “a todo el mundo nos provoca una situación de shock tremenda, pero el hecho de que partes de ese ser querido sigan vivas en otras personas reconforta, aunque quizás no inmediatamente; siempre les digo que cuando pasen unos días el dolor lo tendrán y no olvidarán, pero se sentirán bien”. 

A todo el equipo de profesionales del Hospital General de La Palma que participa en el proceso de donación y extracción de órganos “nos satisface no tanto el número de donantes, sino que cada vez tengamos menos negativas, y que esos órganos se trasplanten con éxito”, apunta. 

Para las personas que aún no aceptan la donación, el doctor Ramos lanza un mensaje:  “Que piensen en los demás, siempre se les dice: ‘hoy por ti y mañana por mí’; hay que ser más solidario, los familiares se van a sentir reconfortados, lo puedo asegurar; jamás he tenido un solo caso de arrepentimiento”, concluye.

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