“Los garafianos tenemos que volver a creer en el municipio y escarbar en su historia”

Mauro Castro está centrado en la historia del barrio de Franceses. Foto: LUZ RODRÍGUEZ

Esther R. Medina

Villa de Garafía —

Sigue buscando las raíces de su barrio en cajas de zapatos repletas de fotografías. Decidió iniciar una investigación histórica, mirar sin miedo al pasado, para superar un linfoma que le habían diagnosticado, y ha logrado darle vida a un enclave que, como muchos otros de zonas rurales, agoniza por la despoblación y el envejecimiento. Mauro Castro se muestra ilusionado con el II Encuentro de Franceseros y Descendientes que se celebrará del 28 al 31 de octubre en su barrio natal, en Franceses, en el municipio norteño de Garafía, un evento que en su primera edición reunió a 342 personas. “Este año recordaremos a Aldo Basilio, un francesero amante de la música y la fotografía que falleció a consecuencia de un cáncer, y contaremos con 15 invitados que de alguna manera están relacionados con estas disciplinas artísticas y también con la lucha contra el cáncer”, ha explicado a La Palma Ahora

El Encuentro de Franceseros y Descendientes es una iniciativa de Mauro Castro que surgió a raíz de la creación de la página de Facebook Historia de Franceses, que tiene más de 3.000 usuarios, y de su propia enfermedad. “Pensé que había que ponerle cara a toda esa gente que me hacía preguntas en la red, sentarla junta para que respondiera a todas esas cuestiones que me planteaban en Facebook”, relata. “El primer encuentro le dio al pueblo un poco de vida y hemos decidido organizarlo anualmente”. 

El programa de actos del encuentro contempla una comida de hermandad en el CEIP San Vicente Ferrer, una misa, una exposición en el antiguo colegio de La Verada y una caminata por la zona de El Tablado. 

Mauro se siente satisfecho con la dinamización que ha logrado en Franceses pero “no al cien por cien, porque deberíamos de involucrarnos todos más, y no solo la clase política y las instituciones, sino también los vecinos”. “Hay mucha historia secuestrada en esos cajones de zapatos donde están las fotografías o en nuestra memoria, en la tenemos muchos paisajes de nuestra historia que deberíamos de divulgar”, señala. “Estoy recuperando la historia, corriendo el velo que estaba sobre ella”. 

“Tenemos que escarbar en la historia, en los sentimientos y en nosotros, volver a creer en Garafía, porque nadie vendrá a sacarnos de donde estamos, tendremos que ser nosotros mismos”, subraya. “Lo que más me satisface de estos encuentros es la vida que vuelve a tomar el barrio, ver las caras de la gente que vuelve otra vez a sentir y a vivir como realmente era Garafía”. “Necesitamos convivir, volver a hablar, volver a las tradiciones, como cuando íbamos a San Antonio del Monte y nos sentábamos debajo de un brezo a comer y a compartir con personas que no conocíamos de nada”. 

Garafía, asegura Mauro, “lo que necesita es cariño, eso es lo que demandan sus habitantes, más que una carretera con cuatro carriles; Garafía está envejecida, con una población mayor que se nos va, se nos va día a día, se no van solos, porque están en sus casas solos y no tenemos infraestructuras para ayudarles en sus últimos días como merecen”, se lamenta. “Actos como el encuentro son los que dan cariño a nuestros mayores, porque se sienten queridos, tienen quien les mire y quien les hable”. 

La página de Facebook Historia de Franceses “me ha dado una visión más íntima de Garafía”, admite Mauro, quien sigue profundizando a diario, en la hemeroteca de la Sociedad Cosmológica de Santa Cruz de La Palma, en la historia de Franceses. “Quiero que haya vida en el barrio”, insiste.

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