La Laguna de Barlovento, al 5% de su capacidad, tiene agua para 20 o 30 días
El consejero de Aguas del Cabildo de La Palma, Juan Ramón Felipe, ha expresado su preocupación por la ausencia de lluvias durante el inicio del otoño, lo que ha dejado al embalse principal de la isla, La Laguna de Barlovento, “alrededor del 5% de su capacidad y con agua para 20 o 30 días más”.
“Los embalses están mal, especialmente comparándolos con el año hidrológico anterior”, afirmó Felipe, haciendo hincapié en la prolongación del veranillo de San Miguel, que este año se ha extendido más allá del Día del Pilar y ha afectado aún más la disponibilidad de agua.
A pesar de esta situación crítica, Felipe ha aclarado que no se están planteando activar restricciones desde el Consejo Insular de Aguas, ya que son las propias comunidades de regantes las que pueden decidir tomar medidas al respecto.
“No hay fórmula mágica si no llueve pronto y no hay soluciones inmediatas; todo es a medio y largo plazo”, ha enfatizado el consejero, recordando que el Cabildo de La Palma ha tomado medidas de emergencia como la búsqueda de suministros de agua de riego para el sur de las coladas del volcán y reparaciones en infraestructuras con pérdidas.
El responsable insular de Aguas ha señalado que el 1 de octubre de 2023 La Laguna de Barlovento estaba al 12% de su capacidad, unos 209.000 metros cúbicos, por lo que calcula que ahora debe estar “en torno al 5%”.
“Dará para 20 o 30 días, para más no hay, las cosas sinceras, no estamos bien”, ha reiterado.
Pese al estado de la principal balsa reguladora de agua de riego de La Palma, Felipe ha afirmado que en total la isla cuenta con “casi un millón de metros cúbicos de agua almacenada en distintos embalses”, aunque ha recordado que es “unos 500.000 metros cúbicos menos que hace un año”.
La Balsa de Vicario, ubicada en el municipio de Tijarafe y se espera sea entregada por el Gobierno de Canarias antes de final de año, “representa una esperanza para mejorar el almacenamiento de agua de riego en la isla”, recuerda el consejero.
Sin embargo, su llenado dependerá en gran medida del agua disponible en la zona norte, en particular de la Laguna de Barlovento, por lo que desde el Cabildo se están buscando soluciones alternativas, como la elevación de agua desde el Barranco de Las Angustias y la utilización de galerías con sobrantes en invierno.
“Será difícil ver la Balsa de Vicario llena pronto”, reconoce Juan Ramón Felipe, aunque confía en que esta nueva infraestructura sirva como reguladora alternativa de agua de riego para la comarca noroeste de la isla y el Valle de Aridane.
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