Un proyecto pone en valor y uso el Castillo de Santa Catalina

Esther R. Medina / Esther R. Medina

(Recreación de la planta excavada bajo la terraza del castillo)

El proyecto 'Puesta en valor y uso del patrimonio defensivo. Castillo de Santa Catalina. La Palma', presentado el pasado 12 de julio en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona por Gara Lorenzo Díaz (Santa Cruz de La Palma, 1987), ha sido calificado por el tribunal con matrícula de honor por su sensibilidad con la obra patrimonial. La joven palmera, que reside actualmente en Berlín, acaba de finalizar sus estudios de Arquitectura y continúa la carrera de Historia del Arte.

El proyecto “no pretende ser una actuación aislada sino integrarse dentro del conjunto de mejora del frente marítimo de Santa Cruz de La Palma, y a la vez, quiere ser parte protagonista de una ruta de las fortificaciones donde se trataría de recuperar los elementos desaparecidos -mediante el redibujado de su ubicación en el pavimento o, si hubiera restos, su introducción en el paisaje urbano- y poner en valor los elementos existentes de la arquitectura defensiva de la ciudad”, según ha explicado Gara Lorenzo a LA PALMA AHORA. “Ésta sería una interesante manera de poner a la población en contacto con su memoria histórica”, ha añadido. Otro punto importante del trabajo es “la idea de descentralizar la actividad de la ciudad e implantar en la zona norte de la misma un nuevo foco de atracción”, detalla.

Gara Lorenzo ha puesto especial empeño en “causar el menor impacto visual posible, en construir con materiales diferentes para no mimetizarse con lo existente y en realizar una mínima intervención”. Por tanto, el proyecto “se implanta excavando una planta por debajo del nivel actual de la terraza y así al entrar en la fortificación no se pierde la forma original”, comenta. En la planta inferior se ubicaría el museo de las fortificaciones, una sala temporal de exposición y un pequeño auditorio. “La obra pretende ser lo más respetuosa posible con los muros de la fortificación, por lo que ni la estructura del proyecto ni ningún tabique interior se apoyan en éstos”, afirma.

(Gara Lorenzo Díaz)

La arquitecta palmera recuerda que “hoy en día la arquitectura defensiva no desempeña su función original, por lo que debemos transformar y repensar sus usos, compaginando su conservación con la posibilidad de vivir estas construcciones; de esta manera, conociendo el patrimonio, las personas empezarán a sentirlo como propio, valorándolo y respetándolo”.

A la hora de realizar el proyecto, Gara ha trabajado a dos escalas: una, pensando en la actuación en la totalidad de la manzana y otra, centrándose en el castillo. “La actuación en la manzana parte de la consulta del plano actual de ordenación de la ciudad, en el cual se indica que todas las edificaciones de la manzana -a excepción del castillo- están fuera de ordenación, lo que significa que en un futuro esas viviendas se derrumbarán; ante esta situación, valoré que es una aberración eliminar las casas en planta baja de arquitectura canaria de la calle Méndez Cabezola”, indica. En este punto, agrega, “hice especial énfasis, ya que hoy en día parece que el único patrimonio a preservar es el elitista (casas señoriales, fortificaciones...) dejando de lado la arquitectura popular, que es realmente la del pueblo”.

Al otro lado de la manzana, reconoce, “sí que proponía que se derrumbaran todas las edificaciones -debido a que adolecen de interés arquitectónico y algunas quedarán en desuso en breve- y planteaba una zona verde con diferentes terrazas que albergaran distintos usos (kiosco con cafetería elevado del nivel de la avenida Marítima para poder gozar de las vistas al mar, un parque infantil, una terraza de pavimento duro y bancos relacionados con el centro de salud y el centro de mayores)”.

(Recreación de la intervención en el nivel actual de la terraza de castillo)

La elección del Castillo de Santa Catalina obedece “al deseo de realizar un proyecto donde el lugar me fuera conocido”, dice Gara Lorenzo. “Después de seis años de proyectos en diferentes emplazamientos, tenía la necesidad de hacer algo donde realmente conociera de primera mano las necesidades del lugar y sus personas”, destaca. “A partir de aquí me centré en buscar un posible emplazamiento en Santa Cruz de La Palma que permitiera combinar la construcción de un nuevo proyecto y la conservación del patrimonio, tema que me interesa especialmente y en el cual me gustaría especializarme”, señala. Por ello, el Castillo de Santa Catalina “parecía el emplazamiento idóneo, además de tener un fuerte atractivo arquitectónico”, concluye.

Gara Lorenzo, como otros muchos jóvenes españoles, vive temporalmente en Berlín, aunque cree que “pronto cambiaré de residencia en función de donde encuentre oportunidades laborales de interés”.

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