“Los terrenos en los que aparecen restos arqueológicos no se expropian”

Petroglifo benahoarita hallado en una zona de viñedos de Tijarafe.

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

0

El temor a una expropiación de terrenos ha llevado a destruir restos arqueológicos que han aparecido en fincas particulares de La Palma. Sin embargo, “la gente no tiene nada que temer si aparece un yacimiento en su propiedad; ni vamos a expropiar, ni a denunciar, ni a multar, ni a amonestar, siempre hay otras soluciones”, ha aclarado a La Palma Ahora el arqueólogo Jorge Pais, jefe de la Inspección Insular de Patrimonio Histórico del Cabildo y director del Museo Arqueológico Benahoarita.

“En los casos que se han dado en La Palma de hallazgos de grabados en fincas particulares hemos hablado con los propietarios; si los restos son de interés, los recuperamos, y en caso contrario, intentamos respetar una pequeña zona con el yacimiento, pero nunca se hace una expropiación por lo que los palmeros no tienen que tener miedo si encuentran en sus terrenos piezas aborígenes”, ha insistido. “Las formas de actuar en estas circunstancias están establecidas y siempre buscamos soluciones”.

En días pasados, la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo, con el apoyo del Ayuntamiento de Tijarafe y gracias a la colaboración ciudadana, se ha recuperado un grabado rupestre, de casi 200 kilos, en una zona de viñedos de Bellido, junto a la pista que da acceso al lugar. “En este caso nos hemos encontrado con un material totalmente descontextualizado, porque a lo mejor el grabado en su origen estaba 50 metros más arriba o más abajo”, dice Pais, y resalta que “lo más importante para los arqueólogos es conocer el lugar en el que se ha localizado la pieza”. “La colaboración ciudadana es importante para recuperar este patrimonio y los propietarios no tienen que tener miedo a expropiaciones”, ha reiterado. “Sabemos que en La Palma se han encontrado grabados en terrenos y directamente se han roto o entullado por miedo”, ha añadido.

Recomienda que “si alguien encuentra una pieza que llame a su ayuntamiento y estudiamos el caso, nosotros estamos muy agradecidos de que nos comuniquen los hallazgos”, resalta. “A veces, los grabados se pueden dejar en el sitio en el que se localizan, pero en el caso del de Tijarafe no era posible porque está fragmentado y hay que rehabilitarlo”, explica. “Este petroglifo benahoarita, de unos 83x50 centímetros, ha sufrido importantes daños al haber sido arrancado del afloramiento rocoso al que pertenecía y una profunda grieta lo atraviesa a todo lo ancho, por lo que nuestra labor prioritaria en el Museo Arqueológico Benahoarita es consolidar ese punto débil y evitar que se siga deteriorando, trabajo que será llevado a cabo por el restaurador Jorge Afonso Lorenzo”, adelantó.

“El panel cuenta con dos caras grabadas. En una de ellas, la que estaba a la vista, se representa un meandriforme de largo desarrollo y unas pequeñas grecas. En la otra, que no se apreciaba al estar enterrada en el suelo, aparecen unos semicírculos concéntricos y, asimismo, más grecas. La técnica de ejecución fue el picado de anchura y profundidad medias, que salvo por el hecho de que aparecen algunas estrías de su arrastre por el suelo, presentan un buen estado de conservación”, detalla, y añade “está enclavado en una zona de extraordinario interés arqueológico que, a buen seguro, aportará nuevos hallazgos en próximas fechas, corroborando los datos de las fuentes etnohistóricas en el sentido de que el cantón de Tixarafe (actual municipio de Tijarafe) fue el más rico en gentes y ganado de la antigua Benahoare”.

Etiquetas
stats